miércoles, 23 de diciembre de 2009

EL ARTE ES UNA CUESTIÓN DE FE.

¡Esto no es jazz!

No sé ni lo que es arte, así que mucho menos sabré distinguir el buen arte del malo, si es que es posible que exista este último, o de aquello que se pretende pasar por arte.

Según Scott McCloud en su ensayo Entender el cómic, prácticamente cualquier cosa que no sea comer, dormir o reproducirse es arte. Y digo yo que el tema de la reproducción requiere en ocasiones más arte que el que pueda encontarse en cualquier disciplina, pero en fin...

Para otros, el arte es algo que puede estar relacionado con cosas tan diversas y distintas al final como la emoción, la técnica, el estilo, la moda, o la legitimidad que otorga el que se exhiba o cuelgue en un museo.

El pasado lunes 7 de diciembre, en plena actuación de Larry Ochs Sax & Drumming Core, programada dentro de la V Edición del Festival de Jazz de Sigüenza aparecieron dos guardias civiles ante la denuncia presentada por uno de los asistentes que afirmaba que aquello no era jazz, sino música clásica contemporánea, la cual le estaba prohibida por prescripción facultativa.
Lo más curioso de esta divertida anécdota es que uno de los guardias civiles confirmó que aquello, efectivamente, no era jazz.

Pero desafío a que cualquiera de vosotros que piense que todo aquello que no consideráis digno de ser llamado arte trate de hacer la misma jugada. No lo vaís a tener tan fácil, os lo aseguro.

¡ESTO NO ES UN CUENTO!

Sigo con bastante interés a David Apatoff. Su blog es bastante ameno y sirve para descubrir ilustradores y anécdotas sobre sus vidas. Pero Apatoff es uno de esos chicos del dibujo a los que hace mención Pepo en su blog.

Apatoff, de vez en cuando tiene la "necesidad" de colgar muestras de arte contemporáneo para compararlas con las que él considera verdadero arte y concluir con el consabido: "Esto no es arte". Claro que él no puede contar con la ayuda de la Benemérita en Estados Unidos para ir a los museos.

Por supuesto, cada vez que cuelga uno de estos posts, le aparecen un montón de comentarios, tanto de partidarios como de detractores.

Algunos de su partidarios aluden a veces en los comentarios al hecho de que el arte contemporáneo se asemeja cada vez más al cuento del traje nuevo del emperador de Andersen.

Pero, ¿está el emperador totalmente desnudo en este caso? No lo creo. No lo creo en absoluto.

¡ESTO NO ES UNA CUESTIÓN DE GUSTOS!

El arte no está desnudo. Tal vez tiene hasta demasiada ropa.
Un armario ropero más grande que el que usaba Imelda Marcos.
Y una enorme variedad para escoger qué ponerse. Y en la variedad está el gusto. Y el gusto es subjetivo, a pesar de que digan que pueda educarse.

Así que cuando el arte sale un día con unos harapos, unas ropas llamativas o tal vez
no muy bien conjuntado, no es de extrañar que encuentre detractores.

Y si esto se reduce a un asunto de trapos, ya sabéis que hay prendas que aunque tengan el mismo corte y estén fabricadas con el mismo material, son más valoradas socialmente o cotizan más según la firma o el logotipo que esté adherido a ellas.


Donde si encuentro cierta relación con el cuento de Andersen es en el asunto de los sastres. Estos cobran muchísimo por un "traje" que en realidad les cuesta fabricar más bien poco.
Ahora bien, como decían en el enlace que os colgué a una noticia de El País, entonces no estaríamos hablando de arte, porque "No importa que un respetabilísimo crítico de arte como Robert Hughes califique la obra de Hirst de "mercancía absurda y hortera" o que afirme que Koons "probablemente no sería capaz de escribir bien sus iniciales en un árbol". Al fin y al cabo, como le indicó a Thompson Brett Gorvy, director del departamento de arte contemporáneo de Christie's, "esto es un negocio, no historia del arte".

Y os aclaro (por si no vais al enlace) que Thompson es un economista que acaba de publicar El tiburón de 12 millones de dólares, libro en el que, citando una vez más la noticia se pregunta: "¿Cómo un tiburón disecado, suspendido en un tanque de formol, puede llegar a valer 12 millones de dólares [8 millones de euros]? ¿Qué mecanismos rigen la oferta y la demanda en el mercado del arte?"

Pero esto es otro tema, bastante más importante y preocupante que el que aquí se trata, en mi opinión. Para otro post.

De todas formas, no hay que dejar de reconocer el "ingenio" de los sastres en el cuento de Andersen. Desgraciadamente, el arte (o la artimaña) está en la idea, no en el acabado de la pieza, que es tal vez lo que ocurre con muchas piezas de arte contemporáneas.

Un amigo me comentó ayer que el arte conceptual no ofrece ya ideas, sino que a veces se limita a dar "ocurrencias", que son llevadas a "escena" con mayor o menor habilidad por parte del artista.

Y si al contrario que en el cuento sólo un niño se atrevía a denunciar lo que ocurría, hoy en día la sensación de engaño ha hecho acto de presencia en el arte de un modo que antes no podía imaginarse.

Es cierto que el arte ha sido cuestionado como arte en muchas ocasiones a lo largo de la Historia. Y también que muchas veces su función original o para la que había sido concebido no tenía nada que ver con lo que hoy consideramos arte.

También es cierto que muchos artistas, movimientos, obras y demás fueron cuestionados cuando hicieron su aparición para pasar a ser respetados como arte, y del "bueno", con los años. Tal vez porque como se decía en Chinatown, "los políticos, los edificios y las putas se hacen respetables si duran lo suficiente".

Pero en el s.XXI, el "todo es arte" que decía McCloud, es un coladero por el que pueden entrar tanto artistas como artesanos, farsantes, picapleitos, timadores, estafadores, sastres, críticos, especuladores, y todos lo que en la medida de sus posibilidades se mueven alrededor del Arte.

¡ESTO ES UNA CUESTIÓN DE FE!

Por eso, más allá de gustos, modas, precios y demás historias, lo único que nos queda para considerar algo como arte es la fe.

Y poco importa la "visión" a la que hacía mención Barry Windsor-Smith o la vocación a la que se refería la película Algo en que creer. El artista no tiene por qué tener fe alguna, no tiene tampoco que sufrir para realizar su arte, llevar una vida maldita o adoptar una eterna pose de rebelde (aunque esas cosas ayudan, no lo niego)... la fe sólo la tenemos que poner nosotros. Si algo nos convence como arte, ya da igual lo que sea, si creemos en ello como Wendy lo hace en las hadas, no hay nada más que hablar del asunto.

Apéndice: El arte de la crítica y los críticos de arte.

Por último y dando por concluido el tema del arte, no quisiera terminar sin hacer referencia a la figura del crítico de arte.

Con la aparición de un arte que perdía su principal rasgo distintivo para el público (la técnica, el oficio, la representación de la realidad), se hizo necesaria la creación de una figura que explicara y legitimara ese arte: el crítico.

Ahora bien, desde mediados del siglo pasado se han asociado de tal manera las figuras del artista y el crítico, que en ocasiones se confunde dónde empiezan y terminan las labores y los cometidos de unos y otros. Os recomiendo el divertido libro de Tom Wolfe, La palabra pintada si queréis saber algo más sobre este tema.

De todas formas, y al igual que el amigo Hardy, para mí, una apreciación crítica o un comentario sobre una obra de arte siempre será un trabajo de segunda categoría, por muy bueno, ingenioso o elaborado que sea. Pero habrá gente que considere que también eso es arte. No me voy a molestar en discutirlo. Es más, cuando a veces tengo la sensación de que "consumo" más reseñas sobre cine, música o cómics, que las propias obras originales en sí, e incluso a veces disfruto más con ellas, tendré que replantearme lo que acabo de decir.

AÑADIDO: Apatoff no separa sus posts, así que no puedo enlazaros a sus "críticas" contra lo que él no considera arte. Tenéis la última Art to kill with snakes en diciembre de este año. Otras entradas interesantes sobre el tema Gary Panter: Cher in Johnny Rotten's clothing? en julio del 2008 o A holiday quest for mitigation en diciembre del 2007.

Lo cierto es que Apatoff se pasa todo su blog haciendo comparativas entre artistas, dibujantes e ilustradores y colocando a cada uno en "su sitio" según su particular criterio. Sus entradas sobre Ware o Spiegelman son interesantes también por este motivo. Más allá de que coincidáis con su criterio (yo no lo hago) su blog está lleno de fantásticas imágenes sobre los más diversos temas y es más que recomendable.

Por otra parte, Pepo en el extinto Con c de arte tiene unos interesantes posts sobre el tema que con mayor o menor fortuna he tratado de exponer. Los podéis leer aquí, aquí y aquí.

10 comentarios:

ANRO dijo...

Joder David, qué tema más polémico el que abordas con este post...Los temás de navidades, por aquello de que todos estamos con la sonrisa a flote, suelen ser mucho más frívolos...¡es broma!

Te digo que yo me he vuelto muy cínico con las nuevas tendencias artísticas. Ultimamente me he llevado unas decepciones mayúsculas tanto en Londres como en N.Y....Está claro que el arte llamado clásico llegó a unas cotas difíciles de superar, de ahí el impresionismo, el expresionismo, el cubismo ...y todos los ismos que te puedas imaginar, pero de ahí a esa tremenda tomadura de pelo de las llamadas "ferias de arte" va un abismo.
El "artista" actual es un bluf, lo que no implica que haya verdaderos artistas.
Cierto¡ Hay que ver, oir, o palpar las llamadas "obras artísticas" y sin tener en cuenta lo que opinan los críticos y los oportunistas, juzgar por uno mismo. Ese sentimiento subjetivo será el que defina la obra de arte.
Me alegro de haber recalado en tu blog, me gusta de veras. Ah¡ ¿te enteraste de la continuación de la anécdota del "oyente de jazz2 de Sigüenza?...Consiguió atraer la atención de Marsalis y el nota ha sido premiado con la colección completa del maestro, dedicada y firmada...¡todo un crack!
Un abrazote de navidad.

el tio berni dijo...

Ostras, tiene tela la entrada. Vaya por delante que estoy de acuerdo en muchas cosas de las que dices. He leído algunos artículos de Apatoff (el de Panter, por ejempo) y es verdad que se le ve un poco trasnochado en su concepción del arte.

También coincido contigo en que el arte no es una cuestión de gustos. O sea, el gusto personal existe, claro, pero tiene que haber otros parámetros para definir lo que es arte y lo que no, y ahí sí que veo la figura del crítico como determinante. Otra cosa es que se nos venda como críticos a gente que no tiene ni los conocimientos ni la capacidad, y que algunos de ellos caigan, como bien dices, en el juego del arte como negocio.

Yo todo esto lo digo de oídas, ni tengo formación sobre el mundo del arte ni nada, pero es lo que me dicta mi lógica.

Anónimo dijo...

Tuve un profesor que me dio en cierta ocasión un sabio consejo..."querido amigo, no se puede vivir colgado del diccionario"...desde entonces, vivo con uno al cuello. Según el de la RAE, en su primera acepción, ARTE es "1. amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.", con lo cual excede incluso la visión de McCloud. En su segunda acepción limita un poco más el asunto : "2. amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros." Se acerca quizás más a lo comúnmente aceptado por arte.

En mi opinión, que para mí no tiene nada de humilde puesto que es la más importante que poseo, el ARTE sobrepasa cualquier definición. ARTE es TODO, incluso comer, y descomer, dormir, y trasnochar, y reproducirse, como bien dice David, siendo quizás el más interesante en esta vida.

Otra cosa son las que desde Grecia se conocen como Bellas Artes, incluso incluyendo en ellas el cine o el comic. Y otra cosa es el "Arte Mala", que no tiene nada que ver ni con las malas artes ni las artes menores. El "Arte Mala" es toda aquella que a mí no me dice nada.

Es como el tema del gusto, que a menudo se confunde con el "buen gusto", olvidando que el mal gusto también existe.

Ozimandias dijo...

Creo que un punto importante a discutir es por qué es tan importante que una obra sea reconocida como "arte". En nuestra sociedad damos una importancia desmedida a tal concepto; puedes haber inventado la cura contra todas las formas de cáncer, que serás famoso una semana, pero si diriges una peli de éxito serás famoso toda tu vida. Los conceptos Arte y Cultura se han sobrevalorado aberrantemente, parece que a nadie le escama que los gobiernos dediquen partidas presupuestarias a algo que es, en última instancia, puro ornamento, mientras el erario no llega para cubrir las necesidades más básicas de la población.
Mencionas el tiburón que está valorado en doce millones de dólares, planteándote si realmente tiene valor artístico para merecer tal tasación. Yo más bien me planteo qué valor artístico justifica que una sola obra, incluso si fuera la mejor del mundo, esté valorada en una cantidad de dinero tal que daría para mantener a varias familias durante todas sus vidas.
Yo tengo muy claro que si tengo que elegir entre salvar a una persona de morir en un incendio o salvar la capilla Sixtina de ser demolida, escogería lo primero; me temo que mucha gente dudaría, o peor, elegiría lo segundo.
Ya no hay adorno, estética, placer alguno que pueda ser valorado si no se califica como arte. Un cooperante que lleve años salvando vidas en un pueblecito africano nunca será tan valorado como un diseñador que realiza un puñado de cuadros abstractos en los ratos libres que le quedan entre cocteles de Alta Sociedad.

Esta sobrevaloración del Arte hace que todo el mundo se vuelva loco por lograr alcanzar tal categoría. En realidad, a poco que uno se abstraiga, no hay razón para ello. Un cuadro no debería ser menos valioso si de repente el mundo entero excluyese la pintura del selecto círculo de las Bellas Artes. Si todos tuvieramos esto claro, quizá no habría tan agrias polémicas sobre qué puede ser calificado como arte.

David dijo...

Muy interesante lo que comentas. Y estoy bastante de acuerdo en cosas que comentas, Ozimandias. Pero tengo una curiosidad que espero me ayudes a resolver.
Me gustaría hacerte una pregunta y te pido que no te la tomes como algo "personal", aunque pueda parecértelo... ¿No es justamente esa forma tuya de pensar en parte la filosofía contraria del personaje al que has escogido como nick (si es que es el Ozimandias de la obra de Moore, Gibbons y Higgins)?

Ozimandias dijo...

Pues podría decirse que sí, pero es que escogí el nick precisamente de forma irónica. Tampoco soy rubio, atlético, alto o millonario, qué le vamos a hacer. El personaje de Moore y cia. me parece tan fascinante o más que Rorschach o el Comediante, aunque a tenor de su muy inferior popularidad diría que no mucha gente estaría de acuerdo.

Y sí, escogí el nick por el personaje de Watchmen, aunque me gusta ir por ahí de pedante y decirle a quienes me preguntan que va por el poema de Shelley o que es el nombre griego de Ramses II (las razones por las que los autores escogieron ese nombre para Veidt).

Anónimo dijo...

Hombre, hete aquí el inesperado recurso de "a quién quieres más?"...por lo del quemado y la sixtina, digo. Pues uno, como buen gallego que aspira a ser, diría: depende. Porque también a veces creo que la vida humana está sobrevalorada (quizás es que hemos convertido el mero hecho de existir en una construcción artística para darle sentido). Y es que ¿qué sucede si la susodicha persona es una cretina, incluso una mala persona, osea Hitler? Y lo del cooperante y el diseñador...valorados ¿por quién? Obviamente el suplemento del NYT se decantará por el segundo, pero ...¿y el pobre africanito al que le espantan las moscas? Este lo hará por el primero. Quizás el problema viene desde que tenemos más en cuenta la opinión de un crítico destacado que la de millones de hambrientos (no es que ésta la tengamos menos en cuenta, es que directamente no existe para nosotros), y ese problema es nuestro, porque hemos caído en esa trampa y la alimentamos. Digo.

David dijo...

Interesante comentario anónimo. Aunque coincido en parte con las ideas que plantea Ozimandias... también tuve las mismas dudas que tú (y no por la capilla sixtina, que no tengo ni el gusto de conocer personalmente). Pero sí por eso de elegir. En teoría, y entendiendo que estoy totalmente en contra de la pena de muerte... supongo que antepondría cualquier vida humana. Otra historia es luego la "calidad" del ser humano en cuestión. Pero incluso ante una obra de arte concreta y un asesino, un dictador o lo que fuera... tal vez salvaría a este último. Que luego decidan qué hacer los demás con él si merece un "correctivo". Aunque en este tipo de situaciones y siendo totalmente sincero, primero trataría de salvarme yo (ya sabéis, los cobardes primero)... y no sé si sabría hacerlo muy bien.
Por cierto. Acabo de pegar un post relacionado con esto que comentaba Ozimandias y has seguido comentando tú. Un saludo y gracias (a todos, e incluyo a los que sigan viniendo) por participar

Almudena dijo...

Sí. Eso es para mi arte. Lo que le valga a cada uno. Lo que le llegue o transmita a cada uno. Todo artista, persona que representa o creador de lo que sea ha puesto una emoción y una intención en lo que crea. Y eso para mi es arte ya por si sólo. Representar tu mundo interior o exterior según el punto de vista de cada uno. Puede gustar a unos y a otros no, pero para mi, eso ya es arte. En cuanto a los críticos, para mi es una manera de sacar dinero criticando lo que otros hacen. Los hay comedidos, pero todos los que dicen "esto es bueno", "esto es malo", siempre me han puesto del hígado. Pues habrá que darse una vuelta por el blog del crítico de ilustraciones y dibujos que propones. Apidoff, o no sé qué

abril en paris dijo...

Trasteando.
A ver que me pierdo..¡ Madre mia David ! Éstas entradas tuyas dan pa tanto...uff
El caso es que me ha interesado ésta en concreto. El arte ¿uhmm?...dificil cuestión. Pero es que hoy precisamente he oido, a proposito de ARCO, que el arte ante todo debe sorprender....y si es justificable los precios que piden por ciertas obras, que una cosa es el precio y otra el valor...y bla bla.
Supongo, mejor dicho creo que hay que tener un conocimiento minimo del tema. Mi madre siempre me decia que era muy importante conocer la técnica de un oficio y en la pintura más. Ahora que luego entraba en juego la capacidad, el talento y gusto del que lo ejecuta. Por eso, que ciertas personas se proclamen críticos o especialistas en algo que desconocen es una arrogancia y una pedanteria. El gusto es otra cosa, como te han dicho por aquí y tú sabes de sobra "el buen gusto y el mal gusto" ( tambien es relativo) como lo del sentido común..¡ya me he perdido otra vez!..
¡En fin ! que yo soy muy de "visceras" me gusta o no me gusta y supongo que todo tiene que ver con mi educación sentimental y cultural.
Por cierto, la capilla Sixtina tiene muchisimo mérito, ya te digo, pero el valor de las personas mucho más.

Saluditos :-))

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...