Desconvencida acaba de colgar en su blog un poema de Langston Hughes . Yo tenía intención de enseñaros otro. Estaba en mi libro de Historia Contemporánea de octavo, y me llamó mucho la atención cuando lo leí.
Hoy, al buscar el libro, lo que más me ha llamado la atención ha sido ver que su autor era Gordon Parks, de quien hace nada colgué unas fotografías de Ingrid Bergman que hizo para la revista Life.
Os copio el texto del libro. No consta traducción. Ya sabéis cómo se hacían esos libros educativos. Me encanta eso de "escrito por un negro". Qué políticamente incorrectos podían llegar a ser esos años. Si Gordon Parks llega a ser blanco, supongo que el poema hubiera perdido sentido, ¿no?
EL PROBLEMA NEGRO VISTO POR UN NEGRO.
Sobre el problema negro se han escrito novelas, se han hecho películas, se han redactado ensayos y tesis. Recogemos una parte de un largo poema escrito por un negro.
Si quien me lee es blanco, no me entiende.
No entiende las complicaciones
del hecho de ser negro en un país de blancos.
Tal vez sepáis de hambres, de sufrimientos,
de sequías y muertes. Peor que todo eso
es ser negro entre blancos.
Hay una inmensa sima que a todos los separa.
En el café, en el bar, en el metro, en las calles,
en el amor y en el odio,
en casa y en los cementerios.
Somos peores que los perros, peores que los gatos.
Peor, mucho peor, que los viejos esclavos.
Hace ya cuatrocientos años que nos han engañado.
Y nadie ha cobrado todavía los intereses
de tan tremendo retraso.
He vivido bastante y he viajado más.
Me casé con Liz, una bella negra
que hacía de maniquí en Nueva York.
Es triste para nosotros, que recorremos el mundo,
ver que el único país, fuera de África del Sur,
en que mi bruñida tez negra
me impide entrar en bares, en iglesias y cines
es mi propia patria amada.
Tengo cincuenta años. Ya no me engaña nadie.
Pero para los blancos soy siempre el "chico",
"el chico negro" que ellos conocieron.
Yo sé que yendo en coche tengo que calcular las distancias.
Después de las cinco no puedo estar en carretera
si quiero vivir sin compromisos.
Viajando por el sur llevo grandes bidones
de gasolina en mi caravana. Sé que los empleados
me dejarían sin esencia en el camino.
Con una mujer bonita como la mía
no encuentro vestido en Nueva York.
Sin mirarnos siquiera nos dicen que no tienen
la talla que pedimos.
Pero antes de morir
mi hermano, inválido incurable, me dijo
con resignación: "Gordon,
veo que recorres todo el mundo
y conoces de su vida más que yo.
Lucha con tu inteligencia,
que vale más que tus puños.
Un día venceremos y seremos respetados".
Gordon Parks.
2 comentarios:
Tremendo poema, es similar en algunas cosas al de Hughes... no lo conocía, ¡gracias!
Gracias por este poema. Pedazo blog, David. Es tope guapo. Escribes a diario. Espero que no lo dejes. Si en algún momento llegases a tardar un tiempo en publicar, no lo abandones. Que cuando lo creaste pensaste que no duraría mucho y esto parece la wikipedia tú. Muchos besos
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