viernes, 13 de noviembre de 2009

¿UNA PELÍCULA DE QUIÉN...?



Ni siquiera mi admirado Charles Chaplin podía hacer una película él solo. Daba igual que interpretara en los ensayos todos los papeles de sus actores, que "compusiera" la música, ideara los gags, interpretara al protagonista, o dirigiera... Él solo no podía hacerlo todo. Pero tenía un equipo que le ayudaba a hacer sus obras. Porque el cine es un trabajo colectivo. Es la creación de un numeroso grupo de personas que no sé muy bien por qué, ha terminado centrándose en la figura del director. Bueno, sí lo sé. Pero no comparto esa idea. No como ley o verdad inalterable, al menos.

Si nos remontamos a los primeros directores cinematográficos, podremos apreciar que muchos de ellos veían su oficio desde una perspectiva casi artesanal, modesta. Los directores sabían que formaban parte de una industria en la que las productoras podían tener la última palabra en lo que se refería al montaje del film o a cómo podía llegar al público la película como producto terminado. Sabían también que ellos eran una pieza más dentro del engranaje de la maquinaria.
"Show People" (1928) dirigida por King Vidor.
Con el paso de los años, numerosos directores (los nombres citados, por ejemplo) fueron haciendo uso del medio cinematográfico para contar lo que a ellos les interesaba, hasta llegar a ser considerados por la crítica cinematográfica y el público no solo artistas, sino autores del medio cinematográfico.
Curiosamente, muchos de estos directores hoy en día clásicos no se tomaban o consideraban a sí mismos (al menos de cara al público) como autores o artistas, minimizando la importancia de sus logros, o haciendo ver que provenían de la labor conjunta de un equipo o de afortunadas coincidencias en muchas ocasiones. No todos, claro. Frank Capra siempre especificó que su nombre debía ir por encima del título (pero es uno de esos casos en los que a pesar de los magníficos equipos de los que solía rodearse, las películas de Capra eran "suyas").

En los últimos años y desde que apareció la política de autores del cine francés, todos aquellos directores que han empezado a introducirse en el medio cinematográfico a finales del XX y principios del XXI, en lugar de a principios del XX, adoptan un discurso de autor con su primera película, al margen de si los contenidos y los colaboradores de esa película pueden darle o no esa consideración.
No es así extraño ver en una primera película el sello de “A film by…”, y que este mismo “autor” figure en los créditos de dirección, guión y si hace falta hasta aparezca haciendo un cameo al estilo Hitchcock.
No cabe duda de que uno de los principales motivos que impulsan a alguien a contar una historia por medio del cine, además del de la comunicación, es el de buscar un reconocimiento. Ser reconocidos por los demás, por el público, acerca de quiénes somos (en este caso los “autores”) juega una importante baza a la hora de realizar algo, se quiera ver o no.
Argumento que podría aplicarse a otros medios (como es el caso de este blog, por ejemplo).
Al margen del poder que el ego tiene en este asunto de la creación, si nos centramos en la creación cinematográfica, debemos considerar si película cinematográfica en sí, distanciada de quien la rubrica (sea en su mayor parte responsable de ésta o no) es merecedora de un reconocimiento como objeto artístico y, posteriormente, adscribirla como perteneciente a un determinado autor (u autora), sin el cual no hubiera podido llegar a las salas del modo en que lo ha hecho.


Así, si reconocemos Senderos de Gloria o Espartaco (esta última curiosamente rechazada en su autoría por el mismo director) como obras artísticas, su autoría caería más cerca en mi opinión de su productor-actor principal en ambas ocasiones (Kirk Douglas) que del director que las firma (Stanley Kubrick) . Es más, creo que Kirk Douglas fue el autor o co-autor de muchas de sus películas... y no por eso tuvo un crédito que dijera A film by Kirk Douglas. Tampoco hubiera sido justo. Porque como ya he dicho, el cine es un medio artístico en el que participa un colectivo, y ya va siendo hora de que las películas las firmen en grupo o de que si las firma el director sea porque realmente merece firmarlas. ¿En cuántas películas de Spielberg es fundamental la participación de John Williams? Y sí. Son películas de... De todos los que participan en ellas.
Desgraciadamente, y esto ya es una opinión personal (totalmente debatible y rebatible, como el resto del post, ojo!), creo que en el cine actual, por encima de contenidos o incluso estilos, los directores de cine quieren hacer ver que la película que dirigen es de ellos (sea cierto o no) y antes que la obra en la que están trabajando, se preocupan más de que su nombre sea conocido como el de aquel que ha hecho una película de éxito (nos referimos al éxito comercial, por supuesto, no a uno de tipo artístico). Siempre hay excepciones a esto, claro. Como siempre ha ocurrido y seguirá ocurriendo. Pero sería beneficioso recoger el espíritu de los clásicos, preocupándose más de la obra que de la autoría. Esto último es algo que debe quedar dentro de uno mismo. Como supongo que tuvo que hacer el gran King Vidor, que no pudo "firmar" las partes que realizó de El mago de OZ... Aunque años después se sentía orgulloso de saber que él había participado en aquella película y de que algunas de sus escenas más celebradas (el famoso Somewhere over the rainbow , por ejemplo) habían sido dirigidas por él. Y aquí nos damos cuenta de que aunque tarde, le gustaba saber que era "reconocido" como el director de esos momentos, a pesar de que la película no llevara su firma.

2 comentarios:

Gloria dijo...

Pues la sabiduría popular a veces reconoce las autorías... Por ejemplo, muchos hablan de "una peli de Cary Grant" independientemente de quien sea el director: Grant es Grant, lo dirija Hitchcock o Hawks. O también dicen "una peli de John Holmes", que sus pelis son pelis en las que el director suele importar un carajo...

La sabiduría popular incluso sabe cuando un blockbuster es indistinguible de otro blockbuster, definiéndolo, parcamente, como "una peli de tiros" o "una peli de efectos especiales".

Personalmente, suelo seguir las películas por directores y actores cuyo trabajo me ha gustado previamente... Claro que estos "autores" te pueden fallar y hacer un trabajo por debajo de su media habitual, por lo cual considero el la teoría auterista no hay que tomársela al pie de la letra.

Porque tu has hablado de la banda sonora... Y es verdad que no queda igual una escena si la acompaña John Williams o Max Steiner, y lo mismo se podría decir de los directores de fotografía: ¿Que sería La noche del cazador filmada por otro que no fuera Stanley Cortez? ¿O algunas pelis de Einsestein sin la fotografía de Edouard Tissé?

abril en paris dijo...

Si no fuera porque estoy muerta de sueño te comentaria con algo más que un ¡ bravo!
La peliculas son "un todo".. y aunque el peso de unos u otros sea mayor es un trabajo de equipo y de una buena dirección, guión interpretación, banda sonora..etc

Un abrazo.. que estoy que me caigo:-O

P.D. Vengo desde otra entrada( la de la politica de los directores) tambien muy interesante pero como alli ya habia muchos comentarios te dejo el mio en ésta.
En la otra quizás en otro momento, me ha interesado bastante.

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