miércoles, 18 de noviembre de 2009

YO, ASIMOV


Tanto si os gusta la ciencia ficción como si no, si sólo habéis leído algo del escritor de Yo, robot, o habéis profundizado más en su obra y conocéis su Fundación, u otras novelas suyas, o cualquiera de sus numerosos libros divulgativos sobre historia, ciencia o lo que se os pueda ocurrir (no sé si le faltó escribir algo sobre cocina al hombre), el que de verdad no debéis dejar de leer es su autobiografía. Su I, Asimov, editado aquí con el soso título de Memorias (no entiendo esa manía que tienen de cambiar los títulos originales, y menos cuando el Yo, Asimov tiene una clara relación con uno de sus libros más conocidos). Un recorrido ameno y muy entretenido sobre la vida de este escritor, al que sólo le puedo poner una pega y casi ni podríamos llamarla así... Y esta minúscula pega se me ocurrió años después de haberlo leído.
Al parecer, Asimov murió de sida. En una operación contrajo el virus en una transfusión de sangre. ¿Acaso importa el modo en que fuera afectado? Pues bien, a pesar de que él quería comunicar publicamente su enfermedad, los médicos le recomendaron que el prejuicio con el que la enfermedad era vista, podía extenderse a sus familiares y allegados. Su mujer confesó las verdaderas causas de la muerte unos diez años después. Puedo entenderlo, claro. Pero cuando lees el libro y ves lo bien amueblada que tenía la cabeza este hombre (excepto para coger un avión o vivir una vida al margen de escribir-leer-escribir-leer)... piensas que tal vez debería haber mandado al cuerno a los médicos y haber "confesado" las causas de su muerte y así ser también alguien (al igual que el Magic Johnson, vamos) que rompiera ese ridículo estigma que asociaba la enfermedad exclusivamente con colectivos no muy bien vistos por el resto...
Más allá de eso, Memorias de Isaac Asimov es un libro muy recomendable.

4 comentarios:

Jaime Sirvent dijo...

Asimov me parece un autor interesantísimo, no he leído su autobiografía, pero seguro que es muy entretenida. Yo ahora mismo estoy disfrutando como un enano leyendo la de John Huston, sin duda un libro divertidísimo. Saludos.

David dijo...

Pues yo no he leído la de John. Pero, ¿no fue Orson Welles quien dijo que su vida era más interesante que sus películas? (creo que hay había una puñalada escondida)... Y eso que algunas de sus películas son muy interesantes.

David dijo...

Estas prisas... Arriba debería decir:
(creo que ahí había una puñalada escondida)

Insanus dijo...

juajuajua, qué bueno lo del avión. Sí, no se fiaba un pelo de esos trastos. Lo del sida por transfusión me enteré hace unos años y todavía no sabía si creérmelo. De todas formas, si murió a los 70 y algo, en fin... dentro de la mala suerte, la tuvo buena. Peor hubiera sido ese contagio unas décadas antes. Tal vez hizo bien en ocultarlo: principios de los 90 era otro mundo.

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