Iba a hacer una entrada sobre un ilustrador del Saturday Evening Post cuando de repente me he dado cuenta: ¡el post número 100!. ¡Vaya! Ya le estoy dedicando tiempo a esto del blog...
Y ahora que probablemente pase a dedicarle mucho menos ( algunos ya sabéis por qué, el resto... lo dejo para otro post) ... en fin, que me pierdo.. ahora que tal vez le preste menos atención al blog, he pensado que debería marcarme un post especial.
No se me ocurría nada, pero no he tardado mucho en asociar el post número 100 a 100 Rooms. Así que es tiempo para
otra nostálgica historia de esas de mi adolescencia.
Imaginad. Vitoria, 1988... ¿No os empiezo a recordar a Sofía Petrillo?
Vitoria es una ciudad que está hermanada con Angouleme, una preciosa ciudad en la que anualmente se celebra un festival dedicado a la bande dessinée, conocida por aquí también como tebeo, historieta o cómic (o comic, según Nemo Nadir ) .
Y gracias al hecho de que estaban hermanadas, no sé qué institución de mi ciudad adoptiva, supongo que el
Ayuntamiento, organizó un viaje relámpago (ida y vuelta el mismo día) a un precio bastante asequible. Así que un frío día de enero y a altas horas de la madrugada, los "frikis" de los tebeos nos dirigimos hacia Angouleme.
Ahora me gustaría aclararos una cosa. La mayoría de los que iban en aquel autobús habían llevado no menos de 10000 ó 15000 pesetas de presupuesto para sus compras (entre 60 y 90 euros para los más jóvenes que puedan leer esto) , mientras que este humilde blogero, apenas llevaba 1000 ó 2000 (12 euros). Iba acompañado de alguien que por aquel entonces era amigo y que aunque no estaba muy interesado en los cómics, se apuntó a la aventura. Como véis, eso del exiguo presupuesto empezó a acompañarme desde muy temprana edad.
Qué más puedo contaros...
Había que pagar precio por entrar en las carpas, pero cuando yo hablaba, los guardas sólo decían "¿espagnol?" y nos dejaban pasar alegremente.
Con mi escaso presupuesto sólo pude conseguir dos comics, y eso gracias a un pequeño préstamo de mi amigo, que no estaba interesado en comprar nada. Los tebeos elegidos fueron Batman Year One de Miller y Mazzucchelli y un recopilatorio de la serie Love&Rockets sólo de Jaime Hernandez de la editorial Titan (por aquel entonces no sabía que la casa editora era la de nuestro amigo Groth).
Durante el viaje de vuelta (no sé si llegamos cerca de las doce o la una de la noche; Angouleme estaba muy lejos) nos enseñábamos unos a otros en el autobús los "tesoros" que habíamos adquirido. Ni que decir tiene, la mayoría de material eran albumes de autores galos. Había cantidad de libros ilustrados de Moebius (tenían la ventaja de tener mucha ilustración y poco texto en francés, que supongo que muchos no dominaban)... pero casi todo el mundo había adquirido no menos de seis o siete albumes frente a los dos míos. Aunque... qué queréis que os diga, en mi interior sentía que mis dos tebeos eran sin lugar a dudas los mejores de todo el autobús, y que con mi ínfimo presupuesto había logrado la mejor adquisición. Claro que como siempre digo, todo es cuestión de gustos. Aún así, han pasado más de veinte años... y sigo pensando lo mismo.
Batman Año Uno es uno de los mejores tebeos de tipos en pijama que he leído, una obra maestra del género, y Jaime Hernandez se ha convertido en uno de los mejores autores (si no el mejor) de cómic de los últimos treinta años.
Love&Rockets ha ido pasando por distintas etapas, evolucionando en sus argumentos, ampliando su galería de personajes al mismo tiempo que el estilo y la composición de su autor se iban depurando y personalizando cada vez más.
100 Rooms, la primera historia de ese recopilatorio de Titan y que apareció en el número 4 de la serie americana es una muestra maravillosa y una perfecta introducción al peculiar universo de Jaime Hernandez. El argumento, o el "hueso" de la trama puede ser bastante simple en apariencia, casi surrealista. Para los no iniciados, Jaime plantea en no más de treinta páginas cómo una chica, loca por unas botas de cincuenta pavos acaba en el hotel del hombre más rico del mundo acompañada de dos amigas, es secuestrada por un polizón de dicho hotel del que acaba "enamorándose", el cual le dice ser heredero al trono de Drussia...
En fin.. para qué seguir. ¿Parece un galimatías? O más bien un culebrón, ¿no? No lo es. Jaime resuelve perfectamente la historia, fantástica tanto en su guión como en su dibujo.
Y es que como dice Izzy: "¿No es Maggie el perfecto personaje de cómic con sus imperfecciones y su excitante profesión?"
Las historias de Jaime se volverían en poco tiempo más simples y muchísimo más sofisticadas aunque parezca contradictorio , pero 100 Rooms, así como otras historias que recopila este album, sigue teniendo la fuerza y la esencia de los mejores comics y es una prueba palpable de lo que diferencia a este medio artístico de otros.
Hace unos años Los Bros querían adaptar su serie al cine... No sé si lo terminarán haciéndo, o lo hará algún otro por ellos. Pero os puedo asegurar que nunca podrá ser lo mismo.
AÑADIDO: Aclaro que si entre Juan, Pablo, o incluso Jorge no acabo por decidirme, como le pasaba a Sir George... con Jaime y Beto no tengo dudas. Gustándome Beto, mi preferido es Jaime con diferencia.
Os dejo con varios enlaces por si queréis curiosear en la obra de Jaime ( o Beto).
En inglés: Un análisis del número 4 de la revista en el que apareció publicada 100 Rooms, en este blog.
Por qué en Zompist consideran que Jaime es el "hombre", aquí. Y podéis encontrar una cronología e índice de personajes en esta página. Sí, menudo trabajo.
En castellano:
Por qué Nemo prefiere "comic" sin acento, aquí, y su opinión sobre el "cómic" de los Bros, aquí.
Bruce ha dedicado varias entradas a Jaime y Beto en su blog. Ejemplo.
En Entrecomics podéis encontrar interesantes entradas con diversos enlaces a cosas de Jaime o Beto.
En el desaparecido Con c de arte tenéis cuatro entradas sobre Jaime de Pepo.
Y en Mandorla, Santiago nos cuenta también cómo ve el trabajo de los Bros.
Por último, si buscáis en los blogs que tengo enlazados, encontraréis varios relacionados con los Hernandez.
Se me olvidaba. La Cúpula tiene una edición en castellano de 100 Rooms. Aparece en Las mujeres perdidas.
13 comentarios:
Mi decisión por optar preferente, aunque no exclusivamente, por el término comic se fundamenta en esto:
http://littleslumberland.blogspot.com/2009/09/cuestiones-terminologicas.html
Y ya puestos a abusar de la amabilidad de nuestro anfitrión, mi cuarto a espadas sobre los Bros. Hernández, aquí:
http://littleslumberland.blogspot.com/2009/09/el-universo-de-los-bros-hernandez.html
Conocia tus dos enlaces, Nemo. Pero tanto buscar los que he puesto acabó por cansarme. Te coloco ahora mismo los dos en el post.
Ni se te ocurra. No es necesario, tontorrón mio.
Ya está hecho. No hay marcha atrás.
Marcha atrás es coitus interruptus.
Lo de Jaime Hernandez es estratosférico, inexplicable. Uno coge la producción de cualquier otro gran autor y encuentra altibajos, encuentra algún que otro pinchazo, curvas descendentes (sin ir más lejos, Beto). Y sin embargo te enfrentas a Jaime y es como si en su mundo no hubiera resistencia cuasada por la fricción, todo es perfecto, todo fluye de una manera inexplicable... no, no es inexplicable, si uno dedica tiempo puede encontrar cuáles son sus virtudes, pero no las puede reproducir.
Jaime Hernandez es grandioso, y tú un afortunado que ha pisado Angouleme. Te odio un poco, ¿eh?
Totalmente de acuerdo, tio Berni. Y su evolución, así como sus hallazgos en el medio han sido tal vez menos perceptibles pero tan interesantes como los de Ware, en mi opinión.
Y Jaime también ha influenciado a un montón de autores, si bien muchos se han quedado sólo con el aspecto gráfico o el espíritu punk de sus primeras obras ( pienso en Jaime Hewlett, por ejemplo).
Perdón, señor, perdón, tengo una pregunta. ¿Por qué todo el mundo dice "influenciado" y ya nadie dice "influido"?
Ahora sí me has pillado!!! Influenciar es de uso común, y creo que está hasta aceptado, pero es mejor el uso del término influir. Apúntate una. Ya sabes que todo se pega menos la hermosura, o algo así dicen. Con impreso e imprimido tengo los mismos líos. Ya no sé cuál es el correcto y los uso por igual según me dé.
Nah, yo lo que creo es que en español hay una tendencia a utilizar las palabras con el mayor número de sílabas posibles porque así suenan con más enjundia. Politiqués se llama a eso. O periodistés.
sobre influencias imprimidas las respuestas aquí:
http://www.analitica.com/va/sociedad/articulos/4177036.asp
y aquí:
http://davidmaestre.com/2007/05/imprimido-e-impreso.html
Gracias por los enlaces, anónimo. Por curiosidad, ¿eres ambabeuf?
100 Rooms es el inicio de todo. Es cuando Jaime se volvió grande, cuando sus sombras son profundas, rotundas, cuando Penny se convierte en la mujer más guapa del mundo tomando el sol al borde de la piscina, cuando los ojos tristes de Maggie te atrapan y no te dejarán jamás. Jaime se convierte en uno de los grandes a partir de 100 Rooms, luego vendrá... todo lo demás.
Por cierto sin leer el enlace de Nemo yo también uso la palabra comic sin acento. Es americana y no lleva acento como Hernandez en el caso de los Bros. Todo cuadra.
Publicar un comentario