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martes, 19 de enero de 2016

MÁS DE 101

A finales de año, Mo Sweat, de Comic is art nos propuso a varios bloggers vecinos hacer un listado con nuestros 101 dibujantes de cómic favoritos. ¿101 dibujantes? "Están locos estos bloggers"...

Pero otros vecinos se animaron a la propuesta de Mo, y así vais a poder ver una selección de más de 101 artistas del cómic por la red.

Tristan va a hacer tres listas (con una sola no le bastaba) de sus artistas (no solo dibujantes) favoritos en el comic book norteamericano, el europeo y el de prensa. 

Hombre de Trapo nos presenta a sus 101 del comic underground

Y en Una vida de Historietas, Francisco Alaminos hace también su lista de "Los 101 artistas más grandes de la historia del cómic" dividos por zonas geográficas.

Os animo a que paseéis por las páginas que enlazo arriba y así podáis ver una muestra de  los diferentes estilos que podéis encontrar en este medio.

Supongo que si añado aquí a una serie de dibujantes es muy probable que aparecerán también en sus listas, pero por si acaso, os dejo con tres  dibujantes que me gustan. 


Alex Kotzky

Según la wikipedia (habría que contrastar la información), Alex Kotzky dibujó fondos para las historietas de Spirit de Will Eisner (uno de mis dibujantes de cómic favoritos), e hizo también de "negro" para autores como Milton Caniff, Stan Drake o John Cullen Murphy.  Trabajó durante tres décadas en la tira de prensa "Apartmen 3G", por la que recibió un premio de la National Cartoonist Society en 1968 y de la que podéis ver algunos ejemplos aquí debajo.









Hayao Miyazaki

Sí. Igual alguno asocia aquí su nombre al de las películas de animación, pero "Nausicaä del valle del viento", además de una de sus películas, es un tebeo (o manga, me da igual) maravilloso y absolutamente recomendable (que a mi me gusta mucho más que la película.) .









Edmond Baudoin

Uno de mis cinco dibujantes y autores de tebeos favoritos desde hace unos cuantos años. Por aquí ya recomendé su "Ensalada de Niza", pero tan buenos y recomendables como este son "El viaje" , "Arlerí""Los cuatro ríos", "El abate Pierre", "Piero" , "Los hijos de Sitting Bull",  etc...












viernes, 8 de febrero de 2013

EL PESO DEL PASADO. III

El pasado está ahí, y lo hemos conocido.

En la primera entrada de esta serie  hablamos de esos personajes que tenían un pasado que estaba ahí, pero que solo podíamos intuir, y nunca llegábamos a conocer por completo.  En la segunda entrega,  nos detuvimos en los personajes cuyo pasado íbamos descubriendo paulatinamente al tiempo que veíamos cómo ese pasado nos daba otra visión diferente sobre ellos,  a nosotros, y a los personajes que también lo descubrían.

Pues bien... en esta tercera entrega vamos con esos personajes cuyo pasado ya hemos conocido.




 Como supondréis, esto puede ocurrir en cualquier historia que siga una narración lineal y nos cuente la vida del personaje desde que nace, desde su infancia...o desde cualquier momento previo al final que tendrá la historia y que podemos reconocer o considerar como "pasado"...  pero yo pensaba más que nada en  las narraciones serializadas cuando me he puesto a redactar esta entrada.

De crío no pude ver las dos primeras entregas de Star Wars en el cine (cosa que remedié con los años). Solo pude ver "El retorno del Jedi" (que se pronunciaba acabado en i al final por aquel entonces, no acabado en "ai").  Pero cuando le dispararon a Luke y vi que su mano era robótica no me extrañó nada.  Me habían contado por activa y pasiva lo que le había pasado a su mano los amigos que habían visto "El Imperio contraataca", así que ya conocía esa anécdota del pasado del personaje. También sabía que Luke era hijo de Darth Vader... Me temo que es algo que ya sabe todo el mundo aunque no haya visto las películas.



No en todas las series el tiempo tiene por qué jugar un papel importante. Los whodunit no suelen tenerlo en cuenta. Pensad por ejemplo en series como Colombo, Se ha escrito un crimen... Lo importante del episodio era resolver el crimen. Qué hubieran hecho los personajes en episodios anteriores y cómo les fuera la vida no tenía la menor importancia. Es más... igual me equivoco, pero dudo que se averiguara crimen alguno teniendo en cuenta casos previamente resueltos.  Me da que ni se haría mención de ellos.

Una serie de  este tipo que tenía una ligera variante era la de Remington Steele.... Si no recuerdo mal, los episodios seguían una mecánica similar, pero se jugaba con el hecho de que no conocíamos el pasado del personaje protagonista (aunque más o menos se iba dejando caer que había sido un ladrón).  Si hablo de viejos seriales televisivos es porque no estoy muy puesto al día con las series actuales, y en cambio me tragaba horas y horas de emisión televisiva años atrás.


El tema de los whodunits se puede aplicar a las novelas también. La gente quería ver cómo su detective, policía, abogado, escritor o lo que fuera resolvía el caso de ese momento. Los personajes repetían una serie de patrones en cada novela con los que se familiarizaba al lector, pero no había una progresión temporal en la serie.

Igual habría excepciones, claro. Hablo de un modo general. Y me da que esto ha cambiado. De hecho, hace no mucho he leído una saga de whodunits en la que el tiempo juega un importante papel dentro de esta. En los libros de Fred Vargas sobre el comisario Adamsberg, el pasado se mezcla (o se entromete más bien) en los casos en los que este trabaja. Los libros pueden leerse por separado, pero se disfrutan más si los sigues en un orden cronológico.



"Los cuatro ríos" por Fred Vargas y Edmond Baudoin.
Orden en el que no sabría cómo ubicar los cómics que el genial Baudoin ha realizado a medias con la creadora del personaje: "Los cuatro ríos" y "El vendedor de estropajos".  Algo que tampoco importa mucho, porque estos pueden leerse al margen de la serie y merecen tanto la pena como las novelas (por no añadir que me parecen incluso más verosímiles que algunas de estas; si queréis disfrutar con la lectura de sus libros, no le pidáis "verosimilitud" a Fred Vargas).



Ilustracíón de Javier Pulido.
En el número 7 de la revista U, 
el hijo de Urich (noviembre, 1997), 
Santiago García realizó una fantástica comparación entre las publicaciones editoriales de superhéroes de  Marvel y D.C en los años sesenta. Más allá de los editores, los equipos creativos, las historias o los personajes,  lo que las diferenciaba principalmente era el uso que cada una de ellas hacía del tiempo.  Así, como Santiago exponía:
"Para los héroes de DC, el tiempo no existe, para los de Marvel, el tiempo lo es todo. Cuando empieza cualquier aventura de Batman y Robin, los personajes se hayan en perfecto equilibrio. Un elemento díscolo desencadena la acción (la aparición de algún villano disfrazado), Batman y Robin reaccionan, someten al enemigo y restituyen el equilibrio, completando el círculo al final de una historia que deja a nuestros héroes exactamente en el mismo punto en el que estaban al inicio. No han sufrido desarrollo alguno como personajes porque no son personajes, son iconos que representan una serie de rasgos inalterables. No ha pasado por ellos el tiempo, porque sus aventuras son intercambiables. Poco importa que se altere el orden de las historias y se publiquen de manera distinta a la conocida, se podrían leer con idéntica coherencia, ya que, a pesar de las diferencias de estilo que puedan mostrar distintos autores de épocas diferentes, desde Dick Sprang hasta Neal Adams pasando por Carmine Infantino, Gil Kane y Bob Brown, los elementos básicos de la historia permanecen inalterados. Si el Joker regresa, no importa de dónde regrese. Su regreso es cíclico, mítico, inevitable, no requiere más explicaciones, es sencillamente necesario.


Dibujos del gran Romita Sr.
Los nuevos héroes Marvel, sin embargo, estarán afectados por el tiempo. Sus aventuras conservan la parte del conflicto contra el villano, reclamo colorido y comercial para la chiquillería, espectáculo por el que ha pagado el lector. Pero añaden una nueva dimensión, la dimensión histórica y biográfica. Mientras que en DC lo esencial es que las cosas queden al final como estaban al principio, como siempre han sido, en Marvel lo fundamental es que las cosas hayan cambiado al final de la historia, que los personajes hayan avanzado hasta un nuevo punto en su existencia.  Que hayan envejecido. 
DC cuenta el mundo entero cada mes, con toda la información necesaria completa y satisfactoriamente contenida en cada episodio. Cada tebeo de Marvel, sin embargo es sólo un capítulo dentro de una historia más larga, una historia que es la vida del protagonista (o del mismo Universo-Marvel a mayor escala), y que hipotéticamente conoceríamos completa al acabar la serie. Nadie puede saber cuántas veces se ha enfrentado el Joker con Batman, sus conflictos no ocurren en una sucesión de momentos. Sin embargo, las peleas  entre Spider-Man y el Doctor Octopus están contadas, no ya en número, sino en que cada una es consecuencia de la anterior y se alimenta de la previa en su desarrollo."

Por supuesto, todo esto que cuenta Santiago cambiaría cuando DC decidiera usar el tiempo del mismo modo que Marvel. Esto acarrearía luego los problemas de continuidad dentro de las series y llevaría con los años a varios callejones sin salida que obligarían a reiniciar las "vidas" de los personajes en ambas editoriales, contando una y otra vez las mismas historias con ligeras variantes. Pero eso es historia para otra entrada...   Esta referida al pasado termina aquí por hoy, pero como las que la han precedido...

                                                                                    
                                                                                      continuará...

domingo, 4 de julio de 2010

ENSALADA DE VIDA

¡En la mayor parte de los tebeos que leo te cuentan cada cosa!

Por eso no me queda más remedio que hacer una entrada con la receta que emplea Edmond Baudoin, un autor que sabe cómo contar una historia de cosas tan sencillas y complejas a la vez como la vida, el paso de los años, el amor, la amistad, los recuerdos, las relaciones de pareja (buenas y malas)... y todas esas cosas que conocemos, pero rara vez reconocemos.

La receta que utiliza Baudoin para contar sus historias es
sencilla. Baste de ejemplo su reciente Ensalada de Niza.

1. Esta obra no lleva ningún subterfugio o trama interminable e incomprensible que al final no cuenta nada importante. Son diferentes historias ambientadas en Niza con un personaje, Manu, que sirve de nexo entre ellas.

2. Sólo lleva el increíble talento de su autor como dibujante, su gran habilidad como narrador y su visión y conocimiento acerca de lo que es la vida para sus personajes.

3. Tal vez su sabor pueda ser algo fuerte para aquellos que no lo han probado, pero sin duda alimenta que da gusto, como suelen decir.

Y ya.


Bueno, no... A mí, el título que me hubiera gustado para esta entrada es el que ha usado Santiago en Mandorla, que no dice mucho sobre la obra aparte de que le ha gustado (con las entradas tan largas que suele hacer en otras ocasiones), pero en la que podéis leer algún comentario de un servidor.

Y una vez más, tenéis una reseña más convencional en este enlace que os animo a visitar si queréis saber algo más sobre este genial obra.

martes, 15 de diciembre de 2009

¿AMISTAD?

Esta es una de las veces en las que lamento no tener un escáner para colgaros una página de la estupenda historieta de Pedro Espinosa, Un hombre... que apareció en el número 52 de la revista Ilustración + Comix Internacional

Son cinco páginas (dos menos de las que usaba Eisner, para que veáis). Y a mí me parece una de las historias más emotivas, poéticas y logradas de las que he leído en el medio del cómic.

En la historieta, un delincuente callejero recuerda su primer día de clase.
Él llega con el curso comenzado, y todo el mundo ha hecho ya sus "compas" y "amigos".
Ese primer día llueve fuera, y todos los niños juegan dentro. El protagonista va preguntando a cada uno de ellos "¿Quieres ser mi amigo?" para encontrarse una y otra vez un NO como respuesta por parte todos los demás niños.

"No quiso ninguno.. esa fue la primera vez que he llorado, y la última... Con el tiempo aprendí el juego... Y supe que los amigos no se hacían preguntando, sino cambiando cromos, teniendo los "rotus" más bonitos... siendo el mejor con el balón, o el más fuerte de la clase... Así he continuado en esta mercancía de amor comprado con un mecanismo tan inconsciente como el que lleva el cigarro a mi boca..."

No voy a desvelaros el final de la historia, que a mí me pareció y me sigue pareciendo inmejorable. Guardo un bonito recuerdo de esta historieta y no sé por qué motivo conecto de algún modo con el personaje que Espinosa retrata.

Pero hace poco he leído otro cómic, Arlerí, de Edmond Baudoin (uno de mis autores favoritos) y aunque su historia no tiene nada que ver con la que os he contado, cuando me he encontrado con esto:
"De pequeño, en el pueblo, empleaba todas mis fuerzas en superar a los demás varoncitos. Había que ser el de la meada más larga, el que más saltaba, el que más corría, el que se atrevía a decir los tacos más gordos, el que más subía y el que más lejos escupía.", he recordado una vez más el viejo Comix Internacional número 52, he vuelto a leer esas cinco páginas, y por eso cuelgo hoy aquí este post.

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