miércoles, 6 de agosto de 2014

SOBRE EL GUIÓN DE "SENDEROS DE GLORIA" I

Calder Willingham alegaba una autoría casi total - 99% - del guión definitivo de Senderos de Gloria, concediendo únicamente dos frases de diálogo a Kubrick y ni una sola a Thompson. Sus desavenencias salpimentan una jugosa carta acerca de su colaboración con Kubrick, al cual califica de "curioso estudio del artista como psicópata de nuestro tiempo":


Jim Thompson
Lamento tener que informarle de que Jim Thompson, al margen de cuáles pudieran ser sus otros méritos, que según ha llegado a mis oídos de boca de diversas fuentes fueron considerables, tuvo extremadamente poco que ver con el guión definitivo de Senderos de Gloria, tal como fue escrito y rodado en Gieslgasteig en Munich hace ahora muchos años. Yo personalmente estuve allí y lo sé.

En aquellos tiempos no existía un comité de arbitraje para los créditos cinematográficos en el Sindicato de Guionistas y yo mismo era un principiante en el negocio, más bien un novelista poco preocupado por cuestiones como los créditos de guionista. 
En mi opinión, en aquel momento existía un constante y enconado
Calder Willingham
elemento de envidia subyacente en la actitud de Stanley Kubrick hacia mi persona. Jim Thompson había sido un asociado íntimo de Stanley, un colega. Es por ese motivo que Stanley, teniendo el control de la película, confirió el crédito del guión de la manera en que lo hizo: "Guión de Stanley Kubrick, James Thompson y Calder Willingham". En aquel momento no me importó en un grado digno de mención; cuando me enteré, me limité a sonreír y a encogerme de hombros con tristeza, sólo ligeramente irritado ante el descomunal descaro de Stanley. Lo que hizo, en cualquier caso, fue escandaloso.


El guión de Senderos de gloria, tal como se filmó frase por frase la película en Múnich, es en un 99% obra mía. Gran parte del trabajo se realizó allí mismo, con una máquina de escribir en el estudio. Stanley tenía en el guión literalmente dos frases y tampoco particularmente importantes. Jim Thompson no escribió ni una sola línea de diálogo de las que aparecen en la película. Debo añadir que la estructura narrativa, el enfoque conceptual y las caracterizaciones también son, aunque en menor grado, predominantemente míos. La manera de interpretarlo a través de la cámara fue, por supuesto, la de Kubrick, cuyo estilo a menudo consideré antagónico o contradictorio con las intenciones de mi guión, aunque sobre eso poco pude hacer más allá de señalarle airadamente a Stanley sus deficiencias, que son en su mayoría resultado de su indiferencia y frialdad casi piscopáticas hacia los seres humanos de la historia. Una carencia, que podría añadir, ha limitado tristemente los trabajos de Kubrick a lo largo de toda su carrera; no le gustan demasiado las personas, le interesan principalmente cuando cometen actos espantosos e inenarrables o cuando su idiotez desprende tanta malevolencia como para resultar entretenida a su horrible manera. Stanley Kubrick, con el cual hace ahora muchos años que mantengo una relación amistosa pero personalmente distante, es un curioso estudio del artista como psicópata de nuestro tiempo. Por favor, nótese que no estoy calificando al propio Stanley de psicópata ni nada por el estilo; son su estética, sus preocupaciones e intereses artísticos los que resultan piscopáticos. O, tal como observó la intolerable e insufrible Pauline Kael, su "espíritu ártico", el cual le supone una severa limitación, tal como pude descubrir por experiencia propia.
En una carta reciente dirigida a mi agente, surgió la cuestión de "mi labia y la capacidad de persuasión" en un contexto distinto al de las películas.
Le escribí:


"Hace años, Stanley Kubrick casi se negó a leer mi informe acerca de la escena final de Senderos de Gloria, en el que argumentaba que la árida brutalidad que supondría terminar la película con la ejecución de los soldados resultaría intolerable para el público al
Christian Susanne Harlan cantando "Der treue Husar".
vez que una declaración completamente vacía desde el punto de vista filosófico (esto es lo que él estaba decidido a realizar); que la escena que yo había inventado (en la que la chica alemana cantaba de manera torpe y patética "Der treue Husar", conmoviendo a los soldados franceses y provocando que se arrancasen a cantar con ella, compartiendo sus lágrimas y una común humanidad), era esencial si queríamos que la historia fuese soportable o manifestase alguna verdad acerca de la vida humana. Stanley dijo: "No puedo resistirme a tus argumentos cuando los pones por escrito; mis circuitos están sobrecargados, se me saltan los plomos y empiezo a darte la razón en todo lo que dices, como si estuviera hipnotizado". La chica alemana, con la que Stanley se casó después, cantó la canción y unos extras alemanes vestidos con uniformes franceses de la Primera Guerra Mundial cantaron con ella y lloraron, a cambio de cuatro perras, lágrimas de reconocimiento ante la tragedia de esta vida que en aquel momento elevaron la película por encima de cualquier otra que haya dirigido Kubrick".


Esta es la historia íntegra y completa sobre Senderos de Gloria, contada de primera mano y conocida por muy pocas personas, ya que nunca me he molestado en revelar la vacuidad de las afirmaciones de Kubrick respecto a ese largometraje, aunque tal vacuidad pueda ser inferida por cualquier cinéfilo perspicaz a la luz de la incapacidad de Kubrick para volver a realizar otra película parecida. Lo que pueda tener Senderos de Gloria de gran película, dejando a un lado una habilidosa fotografía, lo tuvo a cuenta de la inspiración y los esfuerzos de 
                                                    Su seguro servidor,
                                                     Calder Willingham



A pesar de que pretende contradecirle, este j'accuse de Willinghan remeda en realidad el de Thompson. La cólera persistente e inexorable expresada por el único otro novelista que escribió para Kubrick en los inicios de su carrera profesional como director, refuerza la letanía de la traición difundida por Thompson entre sus amigos y familia. Sin embargo, los recuerdos de Senderos de Gloria de Wilingham -su aspiración a ser el único autor del guión y sus comentarios sobre el Sindicato de Guionistas - no coinciden ni con la correspondencia interna que se conserva de la producción ni con los guiones en sí. Puede que Willingham fuese el creador del emotivo desenlace, tal como él mismo indica (aparece por primera vez en uno de los manuscritos del 25 de febrero), pero un inventario escrupuloso de los borradores anteriores establece que Thompson fue tan vital como Willingham para el éxito de Senderos de gloria.

Extraído de "Arte Salvaje. Una biografía de Jim Thompson" de Robert Polito. Traducción de Óscar Palmer Yáñez


AÑADIDO: Como ya he comentado por aquí alguna que otra vez (y además usando esta misma película a modo de ejemplo), el cine es un trabajo de equipo, de colaboración... así que aunque Calder Willingham se atribuya modestamente el 99% del guión así como el éxito de la película ayudado por una habilidosa fotografía, no creo que podamos considerar "Senderos de gloria" como una película de Calder Willingham. 

2 comentarios:

JLO dijo...

tu comentario personal refuerza lo que yo iba pensando a medida que leía: que importa el guión en todo caso (que sea filmable claro) para que una película sea recordable... solo el director tiene ese poder de hacer algo bueno de algo malo o al revés... en todo caso Kubrick siempre filmó con guiones ya hechos...

otra cosa: que placer leer de Kubrick en un blog... una de mis debilidades...

David dijo...

-JLO: Que Kubrick es una de tus debilidades ya lo sé (no hay más que fijarse en tu cambiante avatar)... El director es muy importante a la hora de hacer una peli, pero no es lo más importante... o no más que el resto de participantes.

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