jueves, 20 de enero de 2011

EL INICIO DE UNA GRAN AMISTAD (ENTRE OTRAS COSAS)

- ¿Qué? ¡Pero...pero no es posible! ¡Me dijiste que eras polaca!

- ¡Mi padre es alemán, mi madre polaca, y además judía! ¡Yo nací en Dánzing, crecí en Ucrania y vivo en Bélgica! ¿¡Qué te parece!?

- Pero...¿pero qué eres exactamente?

- ¿Yo? Un ser humano...

- Sí, pero ¿de qué país? ¿Qué nacionalidad?

- No lo sé... No creo en la identidad nacional... ¿Y tú? ¿Te sientes belga?

-Por supuesto que me siento belga...

- ¿Eh? ¿Y qué es "ser belga"?  ¿Beber cerveza o chocolate mientras lees Tintín? Vamos, seamos serios...
- ¡Pero no puedes decir eso! ¡Bélgica es un gran país! ¡Como Francia! 

- ¿Me estás tomando el pelo? ¡No existen los grandes países, y la identidad nacional es una cosa artificial! Mira esos alemanes de hoy, a quienes les hacen creer que encarnan una raza superior. ¿Crees que mañana, cuando el nazismo haya desaparecido, se sentirán orgullosos de haber adoptado esa identidad racista e inhumana? 
- ... 

- Y al contrario; los franceses, con los grandes ideales humanistas que los caracterizan, por así decirlo, ¡nunca han estado a salvo del poder autoritario! ¡Y cada vez que se instala entre ellos, esa bella identidad desaparece!  ¡La identidad nacional siempre es la del poder establecido y punto!

Texto de Émile Bravo para   "Las aventuras de Spirou y Fantasio. Diario de un ingenuo" . Traducción de Olga Marín.


Tintín "murió" con  Hergé ...lo de la película de Spielberg y Jackson me da que va a ser más el regreso de un muerto viviente que otra cosa...

En cambio, el otro gran personaje juvenil del cómic franco-belga, Spirou (por si alguno no lo conocía, imagen a vuestra izquierda; el botones de rojo, aquí con su amigo Fantasio, que adquiriría rango de coprotagonista en la serie al contrario que el Capitán Haddock de Tintín) sigue viviendo nuevas aventuras de  manos distintas a las de su creador Rob Vel, quien cedió los derechos del personaje a la editorial Dupuis.

Aunque han sido muchos los artistas que han participado en los albumes de estos personajes, aquel con el que se le asocia en lo que se considera su etapa clásica y que  para muchos se convirtió en algo así como su "padre-creador adoptivo" es el genial Franquin. 


Hace bien poco leí algunas aventuras de Spirou y Fantasio que había realizado Fournier (que tuvo la difícil labor de continuar la serie tras la marcha de Franquin en los años setenta) y otras de Morvan y Munuera, que trataron de adecuar  a los personajes en su entrada al siglo XXI.
Fueron lecturas agradables (algunas más que otras), pero tras terminarlas no podía evitar recordar la sensación que me producía leer las de Franquin y que no encontraba en esas páginas. Deduje que tal vez no volvería a contemplar al personaje de Spirou con la mirada entre maravillada y asombrada con la que lo hacía de niño.

Y entonces Émile Bravo me demostró lo equivocado que estaba con "Diario de un ingenuo", su personal acercamiento a  Spirou y Fantasio. 

Y ahora debería hablaros de ese final que a su manera evoca Casablanca, de cómo esa ingenuidad a la que hace mención el título no sólo la encuentro en Spirou, sino en Fantasio, o aunque parezca lo contrario de alguien ingenuo, también en el personaje de Kassandra  ("La gente del Komitern a menudo es idealista y se opone a la política exterior, pragmática y cínica del partido comunista ruso") ... pero como después de esta entrada van a aparecer tres más sobre este maravilloso álbum (si eso no os demuestra lo que me ha llegado a gustar esta obra, no se me ocurre qué otra cosa hacer) creo que lo mejor será dejarlo aquí.

6 comentarios:

abril en paris dijo...

Hemos cogido la "indirecta"..que te gusta :-)) Tenemos lectura para un ratito..Ya volveré.

Saluditos..

abril en paris dijo...

P.D. Y sobre la cabecera, te comento. El Sr. de los tirantes tiene muy buen gusto ja ja ;-))

David dijo...

-abril en paris: Sí. Me ha gustado mucho.
PD: Sobre la cabecera no digo nada (ja,ja)
Un saludito.

Josep dijo...

Veo que persistes en esconder entradas a base de solaparlas, David, pero no triunfas en el empeño.

He leído alguno de esos tebeos y creo que fueron de los que dibujó Franquin.

He leído también la página que reproduces y no está nada mal el guión, pero los dibujos no me impresionan.

La cabecera, viniendo de donde viene, no puede ser mala.... ;-)

Y no digo más, por no liarla... ;-)

Saludos.

David dijo...

-Josep: Ja,ja,ja...
Pues no sé cuáles habrás leído, pero es muy probable que fueran los de Franquin, sí.
A mí en este caso me ha encantado tanto el guión como el dibujo, Josep.

Me alegro de que te guste la cabecera.

Y yo sólo digo que lo que dicen esos diálogos no es lo que digo yo ;-)

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Good bye, sentimental friend :)

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