sábado, 27 de febrero de 2010

viernes, 26 de febrero de 2010

EL BASURERO

Siguiendo el ejemplo de nuestro amigo Crowley he invitado a Nemo Nadir, autor del excelente blog El Pequeño Misántropo en el País de los Sueños a que participara con una entrada. Y esto es lo que me ha entregado.


EL BASURERO

En aquel tiempo todavía pagábamos las cosas con pesetas. Y por cinco pesetas en cualquier quiosco te vendían un sobre con soldaditos de plástico en miniatura cuidadosamente detallados. Los americanos eran verdes y corpulentos, con un uniforme lleno de bolsillos y granadas de mano. Los japoneses eran menudos y amarillos, con aspecto cruel y frágil. Los alemanes eran los más abundantes, grises y con aire elegante. Los rusos, burdos y rojos. Y a los niños nos gustaba ponerlos en formación y recrear las batallas que veíamos en las películas. En aquel tiempo los críos también jugábamos al fútbol en mitad de la calle y poníamos dos latas en el suelo para marcar la portería. Cuando pasaba algún coche alguien daba el grito de alarma y todos nos retirábamos de la carretera para volver luego disciplinadamente al mismo sitio del que habíamos partido, como en un tácito pacto en el que todo el mundo era honrado. En aquel tiempo tenía que caminar durante media hora para recorrer el camino entre mi casa y el colegio cuatro veces al día por campos sembrados de patatas y acequias. Un día me caí queriendo saltar una de esas acequias y mis amigos intentaron infructuosamente encender una hoguera para secarme. Tuve que volver a casa mohíno y asustado, y mi madre me metió en la bañera y me envolvió en toallas y me acostó en una cama que a mí se me asemejaba enorme, y dormí la mejor siesta de mi vida.

En aquel tiempo mi vecino de abajo era el señor Jesús, un hombre muy educado que hablaba muy bajito, pero que por las tardes bebía coñac y agua y cogía unas borracheras tremendas, y volvía a su casa tambaleándose con las piernas como de lana. Y entonces imitaba a Cantinflas y era graciosísimo, pero nadie se reía por temor a ofenderle. Y su mujer era una señora pequeñita y rechoncha, que tenía una perra también pequeñita y rechoncha que se llamaba Gruñona y que siempre estaba ladrando. Y la señora le echaba la bronca al señor Jesús cuando se emborrachaba, y la perra y la señora se parecían un horror, y ya no sabías quién ladraba y quién echaba la bronca. En aquel tiempo mi amigo El Indio (nunca supe porqué le llamábamos así) le sisaba a su padre un duro de la caja de la panadería y todos los días se compraba una bolsa de gusanitos Risi. Unos gusanitos grandes, enormes, sabrosos, que comía cada día al salir de clase. Y a mí jamás me invitaba, y yo me moría de ganas por poder comprar alguna vez una bolsa de esos gusanitos, pero nunca tenía dinero para hacerlo. En aquel tiempo yo hacía los recados a medio día, mientras mi madre preparaba la comida. Y entonces iba a la bodega y compraba vino y cerveza y gaseosa para mi padre, y volvía cargadísimo. Y luego iba a la farmacia, porque mi padre siempre estaba enfermo. Y Patricia, la ayudante del farmacéutico, era una chica jovencita y delgada, muy tímida y con granos en las mejillas. Y a mí me parecía preciosa, y en verano llevaba una bata blanca sin nada debajo, y cuando se agachaba yo me asomaba a aquel escote y veía un pecho menudo y moreno. Y el farmacéutico siempre me pareció un tipo bajito y repugnante, con aspecto de caradura, y con un peluquín negro exagerado y la cara bronceada como si se la hubiera pintado. Y al final iba a la panadería del Indio y miraba el chocolate blanco Lingotín y tampoco podía comprarlo, y siempre me quedé con las ganas de probar ese chocolate. Y en aquel tiempo el camión de la basura pasaba por la mañana.

Entonces no habían instalado todavía los contenedores en las calles ni se hacía la recogida de basuras durante la noche. Las bolsas de basura se amontonaban en las esquinas de los edificios, rodeadas de moscas y gatos, mientras los niños correteábamos alrededor jugando a pillar, o a las canicas, o a policías y ladrones. El camión pasaba todos los días a las doce y media y toda la chiquillería del barrio estábamos pendientes. No se sabe porqué, algunos decían que era porque los gatos esparcían la basura y él nos acusaba a nosotros, pero uno de los basureros empezó a perseguirnos armado con una escoba cada día que venía. Los críos estábamos expectantes, esperando la hora, acechando por sí veíamos aquel camión asomar por la esquina con su ruidoso bufido y su lento avanzar. Y allí venía el Basurero, un tipo pelirrojo y enjuto, corriendo hacia nosotros con la escoba en la mano. Los niños salíamos disparados huyendo en todas las direcciones, gritando entre el miedo y el alborozo. Yo también corría, ciegamente, sin sentido, sin saber el motivo. Una vez me atreví a mirar atrás y vi al basurero detrás de mí diciendo con regocijo: "¡Corre que te pillo, corre que te pillo!". Estaba sonriendo de satisfacción y a mí me pareció una sonrisa diabólica. A veces el camión no pasaba a su hora, o no venía nuestro Basurero, y nosotros respirábamos aliviados, pero a la vez, decepcionados. La llegada del Basurero era otro motivo de diversión.

Ángel era mi mejor amigo y yo siempre me supeditaba a él. Lo veía más alto, más fuerte, más decidido. Siempre estaba inventando cosas, destripando cacharros para ver lo que tenían dentro. Con Manolín éramos un trío inseparable. A Manolín le llamábamos Manolín Quetemato, porque su madre siempre estaba asomada a la ventana observándolo y a menudo lo amenazaba agitando la mano: "¡Manolín! ¡Que te mato!". El pobre Manolín siempre tenía el aspecto de estar triste, aunque yo pensaba que lo que en realidad le pasaba es que era muy responsable. Mario era el hijo del dueño del bar, y era algo más pequeño que nosotros, pero como su padre tenía el bar del barrio siempre paseaba como si fuera el rey de la calle. Intentaba que todos le obedeciéramos y planteaba ideas disparatadas, pero nadie le hacía mucho caso. Porque a quien todos admirábamos de verdad era a Ramón, su hermano mayor. Ramón y Felipe eran los chicos mayores de la calle. Felipe era hermano de Manolín, pero nunca le llamó nadie Felipe Quetemato. Ramón y Felipe eran inseparables. Eran los únicos chicos mayores que había. También había tres niñas en el barrio, pero siempre estaban sentadas en un patio, jugando con sus muñecas, y nadie reparaba mucho en ellas entonces. Felipe era muy alto y delgado, siempre muy serio. Tenía un aspecto que a mí me recordaba a uno de los Beatles, pero nunca sabía a cual. Ramón era aún más alto que Felipe y con una espesa mata de pelo negro rizado. Tenía una sonrisa lobuna que dejaba mostrar sus colmillos y que a mí me fascinaba. Era mucho más simpático que Felipe, y jugaba con los niños más pequeños atrapándonos con aquellos dedos largos y huesudos, que a mí me parecían los más fuertes del mundo. Una vez se cayó cargado con una caja de botellas mientras ayudaba a su padre en el bar, y aterrizó sobre los cascos rotos. Ramón tenía los antebrazos surcados de cicatrices de aquel accidente y cuando se remangaba yo no podía apartar los ojos de aquellos costurones sobre sus miembros nudosos, que lo hacían aún más heroico. Los pequeños mirábamos a Ramón y Felipe caminar por la calle, siempre juntos, hablando en voz baja, duros, formales, casi como los adultos, pero con más luz, como ídolos que refulgiesen con brillo propio.

Y entonces pusieron los contenedores de basura y el camión empezó a pasar por la noche y dejamos de ver al Basurero para siempre hasta que nos olvidamos de él. Las huertas se convirtieron en edificios y yo no tuve que volver a ir al colegio entre acequias. El tráfico abundó y ya no podíamos jugar apenas al fútbol entre los coches, pero tampoco nos interesaba ya como antes. Ahora éramos nosotros los chicos mayores del barrio, y Ramón y Felipe ya no estaban. Manolín nos contó que su hermano y Ramón habían hecho un pacto. Siempre habían querido ser militares y estar juntos, así que ambos habían hecho un examen y habían ingresado en la Guardia Civil. Y los chicos del barrio nos sentimos muy orgullosos, como si hubiera sido también un logro nuestro. Mario había crecido y seguía pavoneándose por el barrio, y nosotros seguíamos ignorándole. Patricia, la chica de la farmacia, ya no tenía granos en las mejillas y ya no era tan tímida. Y a mí me seguía gustando una barbaridad, y cuando ella me sonreía parecía que se daba cuenta, pero yo ahora la miraba fijamente a los ojos. Y un día empezó a atenderme el baboso del farmacéutico y Patricia apenas me sonrió ya más. Yo seguía yendo a hacer los recados a medio día, y los sábados iba también al médico a renovar recetas para mi padre, que seguía enfermo, y mi madre tenía una paella preparada para cuando yo volvía. El Indio ya no compraba gusanitos y yo cada vez lo veía menos porque ahora trabajaba con su padre en la panadería. Y cuando yo iba a por el pan todavía me quedaba mirando el chocolate blanco Lingotín, pero seguía sin poder comprarlo, aunque ya no me importaba tanto. Las niñas del barrio habían crecido y ya no jugaban con muñecas, pero todos seguíamos sin hacerles mucho caso todavía. Y el señor Jesús seguía emborrachándose por las tardes con coñac y su mujer y su perra seguían echándole la bronca, pero ya no imitaba a Cantinflas y cada vez lo veíamos menos. El señor Jesús parecía muy viejo y cansado.

Ángel me llamó por teléfono. A Ramón lo habían matado. Felipe y él iban en un coche y les habían puesto una bomba. Felipe estaba herido levemente, pero Ramón había muerto en el acto. Me lo dijo y me pareció irreal. Las palabras resonaban huecas dentro de mi cabeza, como dichas bajo el agua. El paladar me sabía a metal y a sangre. Ramón había muerto. Ramón y Felipe ya no eran más Ramón y Felipe. Dos días más tarde se celebró el entierro. A la salida de la iglesia Manolín Quetemato abrió una de las puertas y yo sujeté la otra para que saliera el féretro. Ángel estaba detrás de mí. Cuando el ataúd cubierto con la bandera pasó por mi lado me lo quedé mirando hipnotizado. Entonces miré a Felipe por primera vez. Tenía unas profundas ojeras y se había dejado un bigote que le daba un aspecto más sombrío. Jamás lo había visto sonreír, pero entonces me pareció más serio que nunca. Felipe se había hecho adulto. Entonces lo vi palidecer y se tambaleó. Su madre gritó su nombre y alguien lo sujetó por los hombros. Los restos de Ramón pasaron por delante de mí y se los llevaron en un coche negro. Y yo me quedé allí, sujetando la puerta hasta que Ángel me susurró por encima del hombro: "Vámonos".

Ese fin de semana el barrio no fue el barrio. Mario no salió a dar su acostumbrado paseo de inspección, Gruñona no se escuchó ladrar y yo no fui a hacer recados ni al médico. Ángel y yo caminábamos silenciosos por la calle, cada vez alejándonos más, deambulando sin rumbo. En un quiosco en un parque vimos un sobre de soldaditos de plástico. "¿Lo compramos?" Como un pequeño homenaje a nuestra niñez, que parecía definitivamente acabada, rasgamos el sobre. Otra vez alemanes. Los dispusimos sobre el suelo y los contemplamos casi sin saber qué hacer. Entonces Ángel hizo un gesto extraño y miró a su alrededor. "El Basurero", me dijo en voz baja. "¿Qué?". "El Basurero", insistió, "Es ese tío que viene por ahí". Furtivamente eché un vistazo. El mismo hombre pelirrojo, enjuto, más viejo, más circunspecto, caminaba hacia nosotros. Parecía fuera de lugar encontrarlo ahí, ahora, después de tanto tiempo, sin su escoba, sin su ropa de trabajo. Pero era él. "Ahí va, es verdad, ¿Qué hacemos?" Inmediatamente, sin mediar palabra, echamos a correr. Y corrimos y corrimos sin parar hasta que nos dimos cuenta de que esta vez no nos perseguía. Ángel y yo nos dimos cuenta de que, por un momento, habíamos vuelto años atrás en un acto reflejo, absurdo e infantil. Qué bobos. "Eh, nos hemos dejado los soldaditos". Volvimos caminando al parque sin saber qué nos encontraríamos. Y ahí estaba el ejército alemán, en perfecta formación, esperándonos. Nadie lo había tocado.

miércoles, 24 de febrero de 2010

MADRUGADA: STRANGE COLOUR BLUE

Conocí a este grupo y esta canción gracias a un amigo, y cada vez que la escucho siempre pienso que es un tema ideal para una película de David Lynch, o que tal vez se "escapó" de una de sus películas. Más allá de si estáis de acuerdo o no, espero que os guste.


Blue
Strange colour blue
Sixteen tons on the moon
Blue
Strange colour blue
Coming back to you
Pushing through
Pouring rain
Nearly there
Nearly there
Oh, blue

Blue
Strange colour blue
Sixteen tons on the moon
Hey little mister driver man
Keep your head up
We are nearly there
I am racing
Outside and below myself
Nearly forgot myself there
Nearly there, yeah
Oh, everybody's sleeping now
An industrial silence singing
And the rain will keep hammering down from overhead
Now there's a blue, blue, strange colour blue
Let me dream of me and you
Oh, how the rain keeps coming down
Pour, oh, running down the window
Like a vein on my arm
Oh, running down the window
Like a vein on my arm, yeah

This is how we do it
This is how we do it
This is how we do it
Nearly there
This is how we do it
This is how we do it
This is how we do it
Nearly there
Oh, blue

Strange colour, a colour blue
Yeah, a colour blue
Oh, blue blue blue yeah
Strange colour, a colour blue
Yeah, a colour blue
Oh, blue blue blue, yeah
Strange colour, a colour blue
Oh, a colour blue
Hey little mister driver man
Keep your head up
We are nearly there
Nearly there

lunes, 22 de febrero de 2010

"ATRÁPAME SI PUEDES" EN DOS MAILS

Antes de ir de Safari, solía usar más a menudo el correo electrónico de lo que lo hago ahora.
En cierta ocasión entablé amistad con una persona de la que hace ya unos añitos que no sé nada. Y es una pena, porque lo pasaba francamente bien intercambiando opiniones sobre películas, discos, libros o tebeos con él.

Pero como tengo algo del síndrome de Diógenes y me cuesta muchísimo tirar las cosas, guardé unos cuantos mails, y me he dado cuenta de que en dos de ellos hice una "reseña" mucho más "fresca" sobre Atrápame si puedes de Spielberg que cualquiera que pudiese hacer ahora para este blog.
Así que... con todos vosotros, dos mails (con algún que otro retoque y corrección) de mi colección privada, o el post sobre Atrápame si puedes
.

PRIMER MAIL:


Ayer fui por fin al cine.
Sí. Yo también iba una vez a la semana, o incluso dos, antes... hace unos añitos...
Pero ahora con los niños, con la situación económica en la que me encuentro (daría para una tragicomedia) , pues eso... Mejor vamos con lo que toca.
Los títulos de crédito me gustaron un montón. La peli contada en sólo unos momentos con unos gráficos simples y sencillos. Genial. Y después de los créditos, la peli:
Me chirriaron tres momentos:

1) Que le atrapen cuando va a ver a su madre... por otra parte, una escena con una fuerte carga emocional muy conseguida. Y con relación con Peter Pan... que va a ver a su madre y se encuentra la ventana cerrada. Su madre no dejaba escapar al nuevo niño. Ya conoces la extraña relación Peter Pan-Spielberg (lástima que diera una cagada como Hook). La pega que le pongo. Es demasiado "espectacular". Todos los coches, las luces... y que le atrapen justo ahí... Por otra parte... Es Spielberg... es su "estilo"... y bueno... se puede pasar.

2) Casi al final. Que Tom Hanks le "deje volar" ("¿Te espero el lunes?") me pareció un poco fuerte después de todo lo que le había costado atrapar a Leo, y algo forzado... Pero por otra parte, esa secuencia sirve para definir perfectamente la relación que se da ahora entre los personajes y es muy bonito ver el grado de confianza que le deja al chaval. Está claro que Tom pasa a ser el padre que Leonardo ha perdido. Se pasa de una relación agente FBI-ladrón a otra de padre adoptivo-hijo díscolo pero redimido. Por eso, ésta sería una pega menor...

3) Cuando le atrapa en Nochebuena en el pueblecito francés. Un poco increíble que Leo maneje solo todo aquel armatoste y más increíble que después de pasarse toda la peli con el arma en la mano, Tom vaya a detenerle sin pistola. "Toma, Leo, pónte las esposas..." La escena está bien hecha, pero la situación me parece poco verosímil... Los franceses fuera, venga, chaval, entrégate, te lo juro por mi hija... Pero después de ver cómo ha ido la peli, lo aceptas...

Pero a pesar de las pegas que yo veo, o las que tú u otro me haga ver, me ha parecido "IMPRESIONANTE".

Me ha encantado. No es I.A, pero sin duda, mejor que Minority Report... y si ésa ya estaba bien, pues.... Me ha gustado tanto, tanto... que lo siento por Las dos torres o El pianista... Pienso repetir.

Si quitas esas "pegas" (que para otros no lo serán) que te he puesto, el guión es la hostia. Para empezar, los diálogos ("Toc, toc..." , la "moraleja" del ratón en el cubo, la ironía con la que se cartea con su padre " Tú me dijiste que un hombre honesto no debe tener miedo, así que procuro aparentar que no lo tengo" o algo así... Pero vamos, diciendo que la honestidad se perdió por el camino de un modo estupendo... El desarrollo de las escenas... Los personajes bien definidos con cuatro pinceladas (un poco misógina tal vez... Fíjate en cómo pone a la madre, ¿es que no tiene más que la foto del cole de su hijo? ¿Por qué no lo ve cuando se separan? ...

... o la "chica" de la que se enamora, que parece "tonta" de lo "inocente" que es... la salva el que parezca que Frank (el personaje de Leo, aclaro) la quiera de verdad, y no sea un ligue más. Aunque me parece el personaje menos definido, el menos desarrollado, pero tampoco chirría... Es creíble... Sólo que creo que se le podría haber sacado más miga aparte de los "hierros" en la boca, las cuatro lágrimas y su confesión... El personaje de esa chica daba para más...
Ah! Y se me olvidaba. La primera vez que se encuentran, cuando le "atrapan". El pobre Tom sólo podría decir lo de "me he quedado con tu cara..." Estupendo cómo se escapa. ¡Qué sangre fría! ¡Y se lleva la herramienta de trabajo!
Y como me dijo un amigo este fin de semana: "La gente va a pensar que es una peli sobre un timador... Y no es eso. Es sobre el divorcio. El tema favorito de Spielberg."

Todos los actores están estupendos (el personaje de Christopher Walken muy logrado). No sé. Me ha encantado. Y es una peli de las que ya no se hacen.
Hay secuencias que me parecen muy, muy buenas. Y son casi todas del Walken... La del padre "pidiendo" el crédito. Cuando le dice que su madre se ha casado... Y sobre todo... cuando le dice que ha cerrado la tienda y le recuerda lo de "yo soy el segundo ratón..." pero la película nos ha dejado bien claro quién es el segundo y quién el primero... Otras no menos logradas: Cómo le dice Tom Hanks que su padre ha muerto; la noche con la (ejem, ejem) "modelo" de Seventeen y el vuelco que da la escena (le "pago" a la chica y encima me embolso los 400 del cambio); cómo se escapa con las azafatas (con Sinatra cantando Come Fly with meeeee!!!!!); el detalle del "consejo" a la chica de que doble el justificante... Un inciso...

Ahora entiendo que me pillaran con 8 ó 9 años cuando falsifiqué uno para ir al cumpleaños de un amigo. No lo hice yo... Lo hicimos entre todos (el que mejor letra tenía y tal...) A mi madre se le había olvidado darme la autorización. Tenía que bajar en la parada de ese niño, para ir a su cumple, al que estaba invitado, pero los mayores no se creyeron que la nota fuera cierta... Aparte de la letra, ese detalle de la nota sin arrugar pudo ser uno de los motivos (y el que la entregara más tarde que el resto de los niños invitados, claro)... Al final no hubo problemas, descubrieron el engaño... pero llamaron a mi madre y confirmó que me dejaba ir...

Volvemos a Catch me if you can... Pero para qué seguir... la mayoría de las secuencias tienen un por qué y además están bien construidas.

Es una peli estupenda. Seguro que en lo que queda de año no veo muchas de su altura (a ver si me equivoco). No he leído qué habrán dicho en el "Dirigido" de ella, pero en la de "Imágenes" la ponen bastante bien, y hablan también del "momento" que atraviesa Spielberg. Coincido contigo en lo de que se encuentra en estado de gracia. Pero es que el material de partida era la hostia.Y aunque conocía el argumento, mi amigo tenía razón...la peli trata más sobre las consecuencias de la ruptura familiar y el reverso del "sueño americano" en un chaval, que sobre las andanzas de un timador (aunque de eso también habla, claro, que así se anuncia aunque el tema sea otro). Gran película. De segunda visión obligada. Ya seguiremos con el tema. Lo que daría yo por firmar el guión de Atrápame.... ¡¡¡ y además hubiera pulido lo que creo que está mal!!!

Un saludo.

SEGUNDO MAIL:

Hoy he repetido con Atrápame si puedes.

Y bueno... Pues igual que la vez anterior. Me sigue pareciendo una estupenda película. Sobre el precio del cine. Aquí está a 5.30!!! un día de normal (más barato el día del espectador... y sobre el carnet joven.. ya no puedo usarlo... Y nunca lo usé antes, la verdad). En Londres creo que cuesta unos 12 ó 13 euros.
Estoy de acuerdo en lo de que los momentos que chirrían es algo subjetivo. A mí me pasó con esos.
La pega que le pones a lo de la familia de la chica. Es cierto lo que dices, y no trato de disculpar a ese tipo de padres...¡¡¡Son unos hijos de puta!!!, pero...

...creo que queda bien reflejado cómo son "esas familias" cuando Frank le dice a la chica que "Y si un médico te pide en matrimonio, ¿te perdonarían?"

De todas formas, piensa que la peli se ambienta a finales de los sesenta y lo de que la hija aborte debía ser para ellos muy fuerte... (no te lo disculpo, ya te digo, y menos yo.. que durante cinco años fui hijo de madre soltera y mi madre siempre me cuenta historias sobre lo "fácil" que era eso en los 70...) Pero bueno, es una pega menor...
Por cierto, aunque transcurre en los sesenta, son unos años 60 distintos a la imagen que solemos tener... sin rock, ni hippies, etc.. Y la peli parece de otra época. No de los 60, a pesar de las referencias a Bond y demás series de televisión... Igual es porque el personaje se mueve en otros ambientes, como de clase alta... Y el de Tom Hanks, que es el otro referente, parece más bien anclado en los 40-50, lo cual tampoco ayuda mucho, claro...
Y sí. Tienes toda la razón en lo de que Spielberg siempre habla de la familia americana, el divorcio y la infancia perdida. Frank no quiere recuperar el dinero para su padre, quiere recuperar lo que ha perdido como niño: su familia, su hogar, su infancia... Es curioso, porque el personaje de Tom Hanks es otro divorciado, que pierde a una hija, pero "recupera" a otro, que dice que "no tengo familia"...


Y sobre la figura del padre. No sé. Yo creo que sale mejor parada. Es cierto que le ríe (tal vez animándole) la "travesura" de suplantar a la profesora, pero él no le contesta "a qué país..." cuando el otro le dice "dime que pare". Le dice "no puedes parar" y cuando su hijo ya se está marchando repite lo de " a qué país exótico irás... " pero el tono con el que lo dice es mucho más amargo. Walken no quiere creer que van a atrapar a su hijo. "No te pueden atrapar. Les tienes en jaque", creo que le dice cuando le comenta a Leo que ha estado el FBI preguntando por él, y al final proyecta los éxitos de su hijo sobre los fracasos que él ha tenido. Además, aunque parece que ha desviado impuestos, se lo achaca al contable, en la peli parece un hombre honesto, que quiere a su mujer y a su hijo, que sólo trata de salir adelante, y que además trata siempre de ver el lado positivo (a la mujer le dice que en la casa pequeña trabajará menos, abre un nuevo negocio...) es sólo al final cuando comprende que es el primer ratón y sabiendo que su hijo ha "triunfado", le "anima" a seguir... En fin..

Es algo que da pie a interpretaciones. Y si acaba en Francia no es por su madre, sino porque allí conoció y conquistó su padre a su madre... en aquel pueblecito... No es por la familia de su madre. Sino porque ahí empezó todo. Son sus orígenes... Está claro que Frank Jr. admira a Frank Sr. y por eso hace las cosas que su padre le ha "enseñado" y quiere devolver el "estatus" que cree que su padre debe tener. Lo que quiero decir es que creo que la figura del padre sale bastante mejor parada que la de la madre (que si le piden una foto de su hijo, tiene la del anuario escolar, es la que engaña mientras su marido está en la tienda trabajando, es la que no "acepta" su nueva situación, y como dice mi mujer... ¡LA QUE FUMA!... que ya sabes cómo está visto en los USA). Y otros personajes femeninos no salen mejor parados...o putas, o tontas, o se separaron del bueno de Tom (estoy exagerando, pero creo que lo coges...)
Una cosa. La escena en la que se escapa el día antes de la boda.... Cuando Tom Hanks va a entrar en la habitación sale un billete volando por debajo de la puerta. Mi mujer dice que es un "homenaje" a Forrest Gump. Puede ser. Pero aparte de eso, es perfecto para hacer ver que "el dinero se ha ido y el chico se ha escapado." Una peli es buena cuando te cuenta algo, y es muy buena cuando además de contarte algo, le puedes sacar más jugo del que a lo mejor en realidad tiene, pero que ahí está (cosa que ocurre con ésta... )

Lo que me comentas sobre la fotografía. Yo de fotografía no tengo mucha idea. Pero en el cine, más que con el encuadre, tiene relación con la luz, la atmósfera que puedas crear con los colores...

No sé qué pegas le ves o le ven (pásame por cierto la dirección del foro). Yo creo que está bastante bien. Cuando baja el piloto-inspirador del taxi, la secuencia está recreada con una neblina (y a cámara lenta) que le da un aspecto como de ensoñación. El color es más claro en la soleada California, más gris para los agentes del FBI, las sombras de la persiana son como las rejas de una cárcel en la oficina del FBI (que es como se siente Frank cuando llega)

Chico, no sé. Ya te digo que de eso no entiendo. Pero no le pongo pegas. A mí la fotografía me molesta cuando ya no sé ni lo que se ve en la imagen, canta por lo desenfocada que está o por lo "intenso" de la luz, o cuando es muy chapucera... o hay cambios de luz inexplicables ( por ejemplo, en Centauros de desierto!!... en la que siendo de noche, pasan en un segundo a un intenso rojo al atacar el campamento indio, sin mediación de tiempo, claro. Ahí, la luz me canta... Sólo una vez, que conste... No me meto con la peli). Y en otras, se juega a darle un color rojizo al ambiente o de mucha luz... y no queda muy bien...pero ¿en ésta?) Vamos, no es sólo que Spielberg seguro que sabe la hostia de foto, es que Janusz será un maestro... No sé... es como criticar la música de Williams (¿¿???) Que por cierto, la primera vez no caí tanto, pero que en esta segunda puedo decir que me parece tan estupenda como la peli: "tiroriri- tiroriri.." Igual hasta me compro el C-D.
Y poco más que decir.

Si quieres tú añadir alguna cosa.

Un saludo.

Si queréis vosotros añadir alguna cosa...

Y por si acaso no os habéis cansado de Atrápame si puedes... En este enlace tenéis algo más..

viernes, 19 de febrero de 2010

EL DESEO DE GABRIEL

Mientras subía por una de aquellas endebles escaleras de madera, uno de los peldaños se rompió, y el peso del saco le tiró hacia atrás, cayendo de espaldas contra el enfangado suelo. Ninguno de los mineros que le rodeaban se ofreció a ayudarle. Pasaron por encima de él como si no existiera, y continuaron subiendo por las quebradizas escaleras.

Gabriel se separó unos metros de la hilera, y se dejó caer sobre su saco de arena. No tenía fuerzas para continuar. Uno de los policías se acercó y le agarró del hombro, obligándole a que se levantara y reincorporara a la fila. Entonces, tras quitarse las gotas de sudor que cubrían su frente y tomar aire, volvió a cargar con gran esfuerzo su saco al hombro. Tuvo que esperar a que pasaran quince antes de comenzar a subir de nuevo por aquella maldita escalera.

Aunque aquel día sólo hacía frío, la lluvia de los días anteriores había provocado que toda la mina estuviera embarrada y costara más llevar los sacos de un lugar a otro.
Todavía quedaban unas horas de trabajo, y Gabriel avanzó como pudo hasta su parcela, para comenzar a picar de nuevo, con la cada vez más menguada esperanza de poder encontrar oro a medida que pasaban los días.

Llevaba tres meses en la mina de Sierra Pelada sin haber encontrado pepita de oro alguna, y aunque por el dinero que había entregado aún le quedaban unos meses de concesión, empezaba a dudar de que hubiera oro alguno en aquel lugar tan pequeño que le había correspondido. Otros habían encontrado oro. Pero no él.

Recordó por qué estaba allí, levantó una vez más su pico y comenzó a golpear la roca. Con cada golpe, escupía el polvo que iba a su reseca boca, provocado por los miles de golpes que acompañaban al suyo por toda la horadada montaña.

Aquella noche, y mientras descansaba en uno de los barracones con otros compañeros, todos volvieron a contar, como venían haciendo todas las noches desde que se conocieron, el motivo por el que estaban allí.

Sebastiao quería grabar un disco, y promocionarlo por televisión, y sabía que eso costaba dinero. Lo que no parecía querer saber, o se empeñaba en ignorar, era que no tenía una voz especialmente bonita o un estilo personalizado para resaltar la letra de las canciones.

Milton, que trabajaba tanto como el que más, y cargaba más piedras en sus sacos que el resto, necesitaba el dinero para una operación. Este trabajo tan masculino y este mundo tan desagradable cambiarían cuando pudiera convertirse en la mujer que albergaba en su interior.
Los demás trabajadores se reían de Milton. Pero no Gabriel, que callaba cuando los demás hablaban de sus sueños, por muy extraños que éstos les parecieran. Porque sabía que no debía desanimar a los soñadores, y que sólo si deseaba lo mejor para los que estaban en su misma situación, tal vez Dios tendría en cuenta sus oraciones.

Ninguno de los presentes había logrado adivinar el motivo por el que Gabriel había ido allí. Él se limitaba a decir que buscaba dinero, que era pobre, y que sólo quería ser menos pobre. Sólo eso. Pero cuando los demás le preguntaba curiosos qué pensaba hacer con el dinero, Gabriel no contestaba.

Así pasaban las noches, hasta que el cansancio y los avisos de los vigilantes les hacían cerrar los ojos. Y entonces, antes de dormir, Gabriel rezaba por encontrar esa gran pepita de oro que le permitiera cumplir su deseo. Y así, cuando eso ocurriera, nunca más tendría que escuchar tristes historias sobre sueños sin cumplir, ni dormir en el suelo de Sierra Pelada, ni soportar a los guardias, ni compadecerse de Milton, ni compadecerse de si mismo. Por eso nunca contaba su deseo, porque Gabriel sabía que sus compañeros no deseaban ver la verdad, no deseaban saber que todos ellos vivían atados a sacos de arena, aplastándose bajo el peso de sus sueños.


AÑADIDO:
Las fotos que acompañan a este cuento, o más bien al revés, de Sebastião Salgado.

¿SINGIN' IN THE RAIN?

De todas formas, a mí lo que me gusta son los musicales clásicos. Os dejo con ¿Cantando bajo la lluvia?.

AÑADIDO: Este no es Gene Kelly.

ANDRE PREVIEW INTERPRETA A GRIEG

Tengo una amiga, profesora de música, que me anima a incluir música clásica en mi blog. Por otra parte, Mr. Lombreeze y MonSeñor Gusano recurren continuamente a ese tipo de música en su blog... Hay que ver... quiero decir... oír.
Pues ya está bien. Se acabó. En youtube tienen música clásica a patadas. Enlazo al azar.
Con todos vosotros. Andre Previn (ese trabajó en los musicales de la Metro) interpreta a Grieg (el clásico). Al piano, un tal Eric Morecambe.


lunes, 15 de febrero de 2010

¿ES DARWYN COOKE UN VIEJO ABURRIDO?


- Darwyn: "... Estoy francamente disgutado con un montón de cosas que he visto estos días."

- CBA: ¿Estás hablando de series como The Authority?

- Darwyn: De hecho, no. Lo de Authority vale, lo acepto, a ver qué sale! Son personajes originales y es el tema del cómic. No hay problema. En Los Ultimates es como " Eh, tío, ¿Qué cojones estás haciendo con Hulk y qué sentido tiene eso? ¿Tienes de veras la necesidad adolescente de que se sepa que has hecho un cómic donde el tipo verde destroza las calles gritando que está cachondo? ¿Hay algún sentido más allá de eso? Porque no se lo veo. Este tipo de degradación sobre estos personajes me preocupa. Un montón de tipos dirán: "Vamos, tío. ¡Te has quedado demasiado viejo! Eres un aburrido." Pero es más bien "No. No lo soy! No leo cómic de superhéroes. No entiendo por qué los adultos estáis tratando de robar estos personajes a los niños. No sé por qué os estáis apropiando de algo que ha tardado 30 años en construirse, por qué lo estáis arruinando en cuestión de dos o tres meses."

Extraído de una entrevista a Darwyn Cooke en el Comic Book Artist número 3 de Marzo del 2004. La libérrima pero aproximada traducción, mía.

AÑADIDO: La entrevista puede tener unos años, pero el contenido me parece que sigue siendo actual. Hace unos días en un post que escribió Bruce sobre la nueva pelicula de Holmes, al leer uno de sus comentarios me acordé de esta entrevista.
Así que... aclaro.
No estoy de acuerdo con el planteamiento de Darwyn Cooke (lo cual no quiere decir que lo considere un viejo aburrido ). No leo muchos tebeos de superhéroes, pero disfruté mucho con los Ultimates (al menos hasta que me cansé del asunto).
Ver a ese Hulk no anulaba ni destruía a la Masa que leí de niño.
¿Que el problema no es ese? ¿Que en teoría esos personajes estaban destinados "a los niños" según Cooke? Bien. Entonces, viejo aburrido no, pero "cerradito" y "conservador" pueden ajustarse mejor.

No hay nada sagrado en la ficción. Nadie va a estropear o destruir a un personaje, un libro o una película porque dé su versión del asunto, sea la que sea. La obra original siempre estará ahí. Y en el caso que menciona Cooke, hay treinta años de tebeos para que los niños sepan que Hulk no era un pervertido.

domingo, 14 de febrero de 2010

EL ARTE ES SÓLO UNA PALABRA DE CUATRO LETRAS.

"... Creo que la gente está bastante intimidada por las artes. Pienso que las artes perpetúan ese "nosotros " y "ellos" con ideas como "talento" y "genio" y "arte con A mayúscula". Cualquier cosa para separar este mundo tan elevado de los patanes que hay debajo y que no pueden hacerlo.
Y la mística de hacer películas se mantiene sobre un pedestal, y hay un montón de material con la "inspiración del artista" y la mano del artista y todas estas cosas. Y verdaderamente pienso que no puedo continuar con ese tipo de cosas...."

Extraído de una entrevista a Dave McKean por Christopher Brayshaw en el Comics Journal 196. La penosa y malintencionada traducción, mía.

I WISH I WERE IN LOVE AGAIN

En fin... Contagiado del espíritu de blogs vecinos, aquí va mi entrada sobre el tema.


I WISH I WERE IN LOVE AGAIN
(Rodgers & Hart)

You don't know that I felt good
when we up and parted.

You don't know I knocked on wood
gladly broken-hearted.

Worrying is trought,
I sleep all night
appetite and health restored.

You don't know how much we bored!

The sleepless nights,
the daily fights
the quick toboggan when you reach the heights
I miss the kisses and I miss the bites
I wish I were in love again!

The broken dates,
the endless waits,
the lovely loving and the hateful hates,
the conversations with the flying plates
I wish I were in love again!

No more pain
no more strain
now I'm sane but ...
I would rather be gaga!

The pulled-out fur
of cat and cur
the fine mismating of a him and her
I've learned my lesson, but I wish I were
in love again!

The furtive sight
the blackened eye,
the words "I'll love you till the day I die"
the self-deception that believes the lie
I wish I were in love again!

When love congeals
it soon reveals
the faint aroma of performing seals
the double-crossing of a pair of heels.
I wish I were in love again!

No more care
no despair
I'm all there now
But I'd rather be punch-drunk!
Believe me sir
I much prefer
the classic battle of a him and her.
I don't like quiet and
I wish I were in love again!

sábado, 13 de febrero de 2010

NOS VAMOS DE VISITA.

Nuestro buen vecino Crowley nos ha invitado a su casa. Así que en esta ocasión, y si queréis saber lo que opino sobre una película que hablaba de esas normas de buena vecindad entre otras cosas, os animo a que visitéis este enlace. Espero leer vuestros comentarios por allí. No tardaré mucho en volver por aquí.

viernes, 5 de febrero de 2010

HENRY V

WESTMORELAND
O that we now had here
But one ten thousand of those men in England
That do no work to-day!
KING HENRY V
What's he that wishes so?
My cousin Westmoreland? No, my fair cousin:
If we are mark'd to die, we are enow
To do our country loss; and if to live,
The fewer men, the greater share of honour.
God's will! I pray thee, wish not one man more.
Rather proclaim it, Westmoreland, through my host,
That he which hath no stomach to this fight,
Let him depart; his passport shall be made
And crowns for convoy put into his purse:
We would not die in that man's company
That fears his fellowship to die with us.
This day is called the feast of Crispian:
He that outlives this day, and comes safe home,
Will stand a tip-toe when the day is named,
And rouse him at the name of Crispian.
He that shall live this day, and see old age,
Will yearly on the vigil feast his neighbours,
And say 'To-morrow is Saint Crispian:'
Then will he strip his sleeve and show his scars.
And say 'These wounds I had on Crispin's day.'
Old men forget: yet all shall be forgot,
But he'll remember with advantages
What feats he did that day: then shall our names.
Familiar in his mouth as household words
Harry the king, Bedford and Exeter,
Warwick and Talbot, Salisbury and Gloucester,
Be in their flowing cups freshly remember'd.
This story shall the good man teach his son;
And Crispin Crispian shall ne'er go by,
From this day to the ending of the world,
But we in it shall be remember'd;
We few, we happy few, we band of brothers;
For he to-day that sheds his blood with me
Shall be my brother; be he ne'er so vile,
This day shall gentle his condition:
And gentlemen in England now a-bed
Shall think themselves accursed they were not here,
And hold their manhoods cheap whiles any speaks
That fought with us upon Saint Crispin's day.
Re-enter SALISBURY
SALISBURY
My sovereign lord, bestow yourself with speed:
The French are bravely in their battles set,
And will with all expedience charge on us.
KING HENRY V
All things are ready, if our minds be so.
WESTMORELAND
Perish the man whose mind is backward now!
KING HENRY V
Thou dost not wish more help from England, coz?
WESTMORELAND
God's will! my liege, would you and I alone,
Without more help, could fight this royal battle!
KING HENRY VYou know your places: God be with you all!

martes, 2 de febrero de 2010

VA DE FOTOS II

Empiezo a hacer concesiones a los ¿lectores? de este blog. Ya veo que las entradas con mucho texto apenas se comentan, pero nada como poner unas fotos para que todo el mundo te diga que muy bueno lo tuyo. En fin... va por vosotr@s.


Ingrid Bergman. Sí. Tal vez es mala idea empezar por lo mejor. Lo siguiente nunca estará a la altura. Pero bueno, si lo pensáis bien, la primera debe ser para la número uno.


Vincent Minnelli con Liza, un poco antes de Cabaret.



Benny Goodman y Frank Sinatra intercambian papeles.


Judy Garland, Dean Martin y Frank Sinatra pasándolo bien.


¿Adivináis a quién tenemos aquí? Spencer Tracy y Katharine Hepburn. Una pareja cinematográfica.


Alfred Hitchcock no dirigió ¡Qué bello es vivir!, pero Capra no estaba disponible para la foto.



Estos no sé quiénes son. No se les ve muy bien.


The Merry-Go-Round. El primero de la foto es Emmerrith Rhodess, cuyas canciones valen por la discografía completa de cualquier melenudo.



Los Rosenberg. Un beso antes de morir en la silla eléctrica.



Leonard Bernstein comenta a Glenn Gould e Igor Stravinsky que la batuta se ha perdido.



Raymond Chandler escucha atentamente a sus jóvenes acompañantes.


Alfred Kinsey y William Faulkner charlan sobre la reproducción de las abejas.


Kim Novak en su living-room. Sólo para nuestros lectores más jóvenes: que no os engañe la foto. Kim no trabajaba en la industria musical, sino en la cinematográfica.


James Dean y Sammy Davis Jr. Sí, James Dean era miope.


Marlon Brando y Martin Luther King Jr. Brando no sólo se preocupaba por los nativos americanos.


Marlon X pasa lista a su ejército



Gloria Vanderbilt, Pearl Bailey y Truman Capote. No penséis que están de juerga. Capote estaba trabajando en Plegarias Atendidas.



Sophia Loren y sus mascotas.


Jayne Mansfield y sus mascotas.



Errol Flynn anima a Brigitte Bardot a conocer su yate.


¿Empezó el fenómeno de las fans con Elvis Presley ?



No. Antes que Elvis estaba Frank Sinatra. Y antes habría otros, claro.


Y la cosa sigue. Robert Mitchum atiende a sus admiradoras.



Lee Marvin y Samuel Fuller. La ficción de la realidad que los dos vivieron.



Marilyn y yo nos despedimos. Compartimos muchas cosas. Día de nacimiento, haber sido símbolos sexuales...

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