miércoles, 13 de enero de 2016

BACK IN THE U.S.S.R

Dos fragmentos del capítulo "Un hombre cuenta su historia".

"Aquel día... Lo recuerdo todo como envuelto en la niebla... ¿Cómo nos echaron de las casas a la calle? ¿Cómo nos llevaron hasta la linde del bosque? Recuerdo un campo muy grande al lado del bosque... Los guardias eligieron a los hombres más fornidos y les ordenaron cavar dos zanjas...  Dos zanjas profundas. Nosotros los mirábamos trabajar. Esperábamos. A la primera zanja arrojaron a los niños más pequeños y comenzaron a cubrirlos de tierra. Sus padres ni lloraban ni suplicaban clemencia. El silencio era total. Muchos se preguntan el porqué de ese comportamiento... He pensado mucho en ello, ¿sabe? Y creo que si una persona es atacada por un lobo o un jabalí salvaje, no se entretiene en rogarle ni en suplicarle que le respete la vida. Los alemanes miraban al fondo de la zanja y reían, mientras arrojaban caramelos. Sus colaboradores locales, los polizei, iban borrachos como cubas... Tenían los bolsillos llenos de relojes... Cuando terminamos de enterrar a los niños más pequeños, nos ordenaron a los demás que saltáramos a la segunda zanja... Nos llegó el turno: allí estábamos, de pie junto a la zanja, mamá, papá, mi hermanita y yo... El alemán que estaba al mando se percató enseguida de que mamá era rusa y le indicó con la mano que se apartara "Tú vete", le dijo. Papá le gritó enseguida: "¡Corre! ¡Sálvate!". Pero mamá se agarró a su brazo y a mi mano con fuerza. "Yo voy con vosotros", dijo. Intentamos apartarla de nosotros, le imploramos que se fuera... Fue la primera en saltar a la zanja...
Eso es todo lo que recuerdo... Recuperé la conciencia gracias a un golpe que alguien me propinó en una pierna... Grité de dolor. Escuché que alguien decía en un susurro: "Aquí hay uno vivo". Eran campesinos que hurgaban en la zanja recién cubierta de tierra en busca de botas, zapatos y cualquier cosa de algún valor... Ellos me ayudaron a salir de la zanja. Me quedé sentado al borde. No sabía adónde ir. Llovía. La tierra estaba muy caliente. Muy caliente. Uno me alargó un trozo de pan. "Corre, pequeño judío, a ver si consigues salir de ésta", me animó. (...) 

 "Un día recibimos la orden de prender fuego a la cabaña de un colaborador... Con toda la familia dentro... Y no era una familia pequeña: su mujer, tres hijos, la abuela y el abuelo. Los rodeamos en plena noche... Primero, fijamos las puertas con clavos. Después rociamos la cabaña con queroseno y le prendimos fuego... Dentro daban voces, gritaban... Un chiquillo consiguió salir por una ventana... Uno de los partisanos se dispuso a dispararle, pero otro se lo impidió. Lo echaron de vuelta a la hoguera. Yo tenía catorce años entonces... No comprendía nada. Lo único que pude hacer fue guardar ese recuerdo en mi memoria. Y ahora se lo cuento a usted. No me gusta la palabra héroe, ¿sabe? En las guerras no hay héroes... Nadie que empuñe un arma puede comportarse con nobleza. Jamás. Es imposible... " (...)

Extraído de "El fin del Homo sovieticus" de Svetlana Aleksiévich. Traducción de Jorge Ferrer.

"El fin del "Homo Sovieticus" es un libro de Historia* oral. Y digo Historia con mayúscula porque aunque no se centra en las fechas de los grandes acontecimientos, sí lo hace en las historias de todos aquellos que los han vivido, que creo que se acerca más a la historia real que aquella que nos han enseñado o enseñan todavía en las escuelas.
Así, Svetlana Aleksiévich recoge en una serie de entrevistas, en las que apenas interviene, los recuerdos, las vivencias, los sentimientos, las ideas, las vidas en definitiva, de quienes han sido testigos y partícipes de la vida y la muerte de la Unión Soviética. Podemos leer las voces de quienes vivieron esa época casi al completo y son ya ancianos, de quienes la vivieron acabada la II Guerra Mundial (los baby boomers del otro lado), o de la última generación, con infancia y educación soviética, pero juventud capitalista. Diferentes voces, diferentes lugares, temas, hechos y opiniones. 
La II Guerra Mundial, Stalin, el amor a la patria, las delaciones, el trabajo en la Unión Soviética y "los campos de trabajo", el "Partido", los orfanatos,  la "educación", la K.G.B, la disidencia en las cocinas domésticas, Pravda, el poder militar, Solzhenitzyn, los kulaks, Gorbachov, la perestroika,  el intento del golpe de Estado, la disolución de la Unión Soviética, Yeltsin, las guerras civiles tras la separación de la U.R.S.S, los sovoks (pobres soviets anticuados) y las diferencias entre la Rusia soviética y la actual... 


Y no penséis que todas las historias que aparecen en el libro son tan dramáticas como la de arriba... Vale. Es cierto que la sensación de tristeza,  amargura y falta de fe en la especie humana aumenta a medida que avanzan las páginas con tanta atrocidad, crueldad, odio, fanatismo, ignorancia... pero también hay espacio para la solidaridad, la esperanza, la ternura, el amor... y hasta para el humor...

"Y un estudiante que había ido a parar allí por haber contado un chiste: "En un salón engalanado cuelga un retrato de Stalin y un profesor lee una conferencia sobre Stalin, mientras el coro canta una canción dedicada a Stalin,  y un poeta declama un poema loando a Stalin. ¿Qué se celebra? El centenario de la muerte de Pushkin". (Me echo a reír, pero él permanece serio). Le costó diez años de cárcel sin derecho a correspondencia."



                                          Me está pareciendo impresionante.

*Aquí, lo correcto sería escribir historia.

22 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

Solo se me ocurre, David, una palabra para definir lo leído: espeluznante. Un abrazo.

Nino dijo...

Buenas tardes, David:
Gracias por presentarme este libro, la lectura de los fragmentos que has reproducido ha avivado mi curiosidad. Luego me acercaré a la biblioteca pública del barrio a ver si tienen algún ejemplar.
Feliz tarde, David.

David dijo...

-Manuel Márquez: Pues sí. Y si piensas que el "pequeño judío" es el mismo "partisano" que luego tuvo que presenciar lo otro...¡Y otras historias que cuenta que vamos! Porque ser judío dentro de los partisanos soviéticos debía ser muy duro y peligroso... El enemigo no era solo el ejército alemán, también tus compañeros.

-Nino: Buenas tardes. Si tienes suerte y lo pillas, creo que te quedarás enganchado. Buenísimo, tanto por las historias que cuenta y por cómo las cuentan los narradores (y lo que la autora haya podido "editar").
Feliz tarde y un abrazo.

V dijo...

Si te esta pareciendo impresionante, lo anoto, aunque tengo cosas pendientes...los ejemplos sobrepasan la anècdota, es Historia que se debe conocer.
Lo que no capto en absoluto por mas que lo leo es el chiste. Saludos

David dijo...

-V: Impresionante de verdad. Ayer estuve discutiendo sobre el libro con mi hijo. Partíamos de que ningún libro de Historia puede ser objetivo o imparcial al 100%, pero yo le dije que la escritora sí parecía ser "integra" al menos. Hay relatos que publica después de años porque
a) se ha muerto el entrevistado que en su día se opuso a la publicación
b) han pasado diez años y el entrevistado acepta que se cuente ahora su relato
También comentamos el detalle de hasta qué punto uno moldea sus recuerdos. La misma persona que cuenta esto que aparece en la entrada cuenta también que estuvo dos días escondido dentro de un caballo (abriéndole las tripas) para que los nazis no lo descubrieran cuando iban disparando a los muertos y heridos del combate. ¿Dos días? Igual fueron unas horas y en su recuerdo aquello se hizo eterno. No lo sé. No estuve allí. En principio no tengo por qué dudar de lo que me cuenta y lo que intuyo que es verdad es lo del caballo...si luego fueron unas horas, un día o dos, me da igual...
Por estas mismas cosas, también alguien podría pensar que esta historia de arriba en la que le tiran a él y a su familia al pozo y que él sobreviva es tan "increíble" y "terrorífica" (o espeluznante, como bien señala Manuel) que puede venir alguien y decir... ¿Por qué no les dispararon al echarlos en la fosa? ¿y si en realidad él vio matar a sus padres y que los tiraron a una fosa pero estaba escondido en el bosque... y la culpabilidad de su recuerdo hace que ahora él también cayera a la fosa?
Estaríamos en las mismas. Lo que es más probable y tengo que aceptar por lo que me cuenta es que mataron a sus padres y a su hermana en la guerra y que él con 14 años tuvo que dejar su pueblo y estar con los "partisanos".

Y es más, yo le creo. Sinceramente, dudo que alguien vaya a mentir sobre algo como eso que ocurrió arriba (sí, vale; Enric Marco estuvo en un campo de concentración sin estarlo y lo contaba)... Pero en este caso ¿qué sentido tendría? Esta persona es un entrevistado "anónimo" y cuando lees todo lo que cuenta (¡y qué vida!) lo que ves es que tiene necesidad de contar su versión de cómo ocurrió aquello y dejar constancia de ello, para que se sepa. No habla de qué malos eran estos o los otros. Te cuenta que todo aquello era una mierda horrorosa, y que él como judío y sus compañeros tenían las de perder... Y así todo el tiempo. Cuando pide ingresar en el Partido le dicen:"¿Qué clase de comunista eres tú, si estuviste recluido en el gueto?" Así que yo en principio me creo su relato totalmente.

Sigo...

David dijo...

Hay otro momento tremendo en el libro cuando una madre está hablando del suicidio de su hijo (pero habiendo pasado la guerra hace años; creo que ya en los años 80). Pues bien, esta madre comenta y recuerda una serie de cosas que de alguna manera intuyes que están modificadas por el recuerdo de lo que ha ocurrido. Esas "premoniciones" o "sueños" de las que habla sobre lo que iba a acabar por ocurrir... Pero al final lo que está ahí es el suicidio de su hijo y la historia de ella para contarlo.

Es decir, que por mucho que se modifiquen los recuerdos o se cuenten los hechos de otra manera o de un punto de vista personal, son historias totalmente reales y verosímiles aunque parezcan increíbles.
Si tienes cosas pendientes, no digo nada. Ya sabes que no soy muy de "recomendar", pero apunta este como totalmente recomendable.

¿Dices en serio lo del chiste? Supongo que el humor de aquella época (cuando estaba Stalin) es que mencionan toda la serie de cosas que están haciendo en homenaje a Stalin, cuando en el acto se homenajea a otra persona. A mí el chiste me parece gracioso. Lo que no tiene ni puta gracia es que a un pobre estudiante le cayeran 10 años de cárcel por contarlo. Igual has pensado que con mi humor habitual para mí el chiste era lo de que le cayeran 10 años... No. A mí la cosa no me parece nada graciosa. Igual tenía que haber dejado solo el chiste... Pero es que lo que me parecía un contraste tan fuerte era lo del humor y que luego llegara el horror con las consecuencias de lo que provocaba un chiste (y ya ves que bastante "suave"). Y el tío que te cuenta esto del chiste, que también estuvo en la cárcel y fue torturado, al que alguien delató, siendo él totalmente pro-Stalin y pro-partido según cuenta, sigue creyendo en el sistema comunista!! De estos hay muchos en el libro (también otros que no y están desengañados). Un libro increíble en muchos sentidos.

Saludos y perdona la chapa.

Mister Lombreeze dijo...

Apuntado queda.

David dijo...

-Mister Lombreeze: ¡Cuánto tiempo! Estoy seguro de que te gustará.
Un saludo.

miquel zueras dijo...

Me ha venido a la cabeza aquel "Stoikiy mujik", que decía el agente soviético de la película "El puente de los espías".
¿Conoces la historia de Alex? Un niño judio adoptado como mascota por los SS, es increible:
www.kindsein.com/es/29/11/685
Saludos!
Borgo.

David dijo...

-miquel zueras: Joder qué historia la de Alex. No la conocía, no.
Y a la pregunta con la que acaba el enlace, supongo que es retórica, porque a ver qué culpabilidad va a tener el pobre chaval de cinco años...
A mí esto me recuerda a su vez a otra historia alucinante, la de de Solomon Perel, de la que hay peli, "Europa, Europa" de Agnieszka Holland.
Saludos.

V dijo...

Vamos a ver David....aclaro....no pongo en duda que lo que se relata es absolutamente veridico....son experiencias vividas x gente que viviò acontecimientos extremos y lo relatan. Yo no he puesto en duda el relato de sus vidas ni sus desgraciadas experiencias...ni se me ocurriria...
Tampoco pongo en duda los diez años que sufriò el chico que contò el chiste. Yo me lo creo al 100%.
No iba yo por ahi...repito...lo que no entiendo es el chiste en si mismo....supongo que intenta contraponer al dictador disfrazado de revolucionario con el autentico revolucionario antizarista, represaliado varias veces, enviado al exilio y puteado de mil maneras. Aquel que ni siquiera pudo tener un entierro digno. Supongo que trata de poner en evidencia la figura de Stalin contraponiendole a Phuskin...a buenas horas....

David dijo...

-V: Eeeh! Aclaro yo también. Ya sé que no dudabas de las entrevistas del libro. Todo eso lo he contado porque justo ayer hablé con mi hijo y era un poco para señalarte lo que habíamos hablado. No porque tú hubieras dudado. Era una especie de cavilación mía que compartía contigo en el comentario después de la charla nocturna con mi chaval. Sin más.
Y sí, desgraciadamente, yo también me creí y me creo lo de los 10 años.. Es más, cuando lo leí me recordó a la peli de "Papá está en viaje de negocios" de Kusturica. ¿no va también a trabajos forzados por un simple comentario el personaje?

Y lo del chiste, pues supongo que sí, que es lo que tú comentas. Pero es que a mí me haría gracia incluso aunque no fuera Pushkin (que sabes tú más de él que yo) y estuvieran homenajeando a Marx, Lenin, Gorki u otro que tampoco tuviera ese trasfondo. Para mí la coña también está en que se "homenajea" más al "padrecito" Stalin en un acto que supuestamente está homenajeando a otra persona. Pero eso porque yo soy muy simple y de risa fácil.
Un abrazo.

Josep dijo...

Buenas:

No sé, no puedo saber qué argumentaba tu hijo y entiendo lo que tú dices; por mi parte, creo que es un poco optimista elevar a categoría de Historia, así, con mayúscula, la recolección de vivencias de diferentes individualidades. Ciertamente, los ejemplos ayudan a tener una idea de lo que pueda haber sido la evolución de un país tan grande como la extinta URSS pero, llamarlo Historia, me parece exagerado y desproporcionado, porque la URSS tuvo una dimensiones en lo geográfico y en lo humano difíciles de aquilatar y más de resumir en un texto.

Por los retazos que muestras, uno podría preguntarse si se refiere a las vivencias del pueblo judío únicamente: ¿hay también protagonistas del pueblo gitano? ¿de los musulmanes? ¿de los ortodoxos?. Porque todos ellos, en considerable número, también sufrieron exterminios por parte de un bando u otro.

No sé, seguramente soy demasiado clásico: para mí, Historia Oral, así, con mayúsculas, es La Ilíada y poca cosa más, porque el Ramayana y Las Mil y Una Noches tienen un componente festivo más que razonable.

El chiste lo entiendo y me hace reír y no me sorprende en absoluto que al humorista lo enviaran diez años a Siberia: las dictaduras totalitarias nunca han tenido sentido del humor, ya lo sabes: Chaplin y Lubitsch lo demostraron sin lugar a dudas.

En cualquier caso, me alegro que te esté gustando ése libro.

Un abrazo.

David dijo...

-Josep: Buenos días.
Mi hijo argumentaba que aunque yo le dijera que en el libro se recogieran todo tipo de opiniones sobre la rusia soviética, que el libro tenía un sesgo, que era la ideología del autor. Todo empezó por la imparcialidad o no de la autora, porque creo que ella cargaba contra el comunismo en algún discurso. De ahí vino aquello...
El tema está en que ella tiene sus opiniones e ideas sobre aquello (como para no tenerlas), pero da cabida a opiniones diferentes. De hecho, bastantes veces hay comentarios racistas, homófobos, estúpidos directamente...
Para mí sí es Historia por la sencilla razón de que forma parte de la historia del pueblo soviético. Y sí, claro que no es un libro que te explica en profundidad y más que nada te da una idea... Luego tienes tú que profundizar en los nombres y hechos que se mencionan, ampliar la información...Que eso es lo que lo que comentaba mi hijo también y le pareció bien cuando le dije que estaba con ello... Pero no se trata tanto de contrastar la información. Porque, ¿qué vas a contrastar? ¿Vivencias y sentimientos de vidas marcadas por el comunismo frente a datos históricos?
Así que sí, el libro da una idea general como bien dices, pero para mí si es Historia, o un excelente libro para combinar cuando has cogido uno de Historia más convencional sobre la U.S.S.R. Porque entenderás más lo que acabas de leer.

Sobre lo otro que comentas. A veces no tienes más que la impresión de que el libro no hace más que hablar de exterminios. No solo el judío. He puesto ese ejemplo porque la historia del foso me dejó alucinado y que luego tuviera que ver lo de la casa. Pero hay exterminios de todo tipo.. De armenios, de musulmanes, de chechenios, de "rusos", de tayikos...
Hay una entrevista con Gafjar Dzhuraieva, presidenta de la Fundación Tayikistán en Moscú. Por lo visto, los tayikos en el Moscú actual son la mano de obra barata-esclavizada (no se les paga, se les explota, etc..) en la Rusia post-soviética y te habla de los casos de asesinatos, violaciones etc que se comenten con ellos.. Y al mismo tiempo, por lo visto cuando cayó la U.S.S.R lees que ellos también se cargaron a un montón de rusos, que los echaron de sus casas. Es justo lo que tú dices "en considerable número, también sufrieron exterminios por parte de un bando u otro". Así que exterminio, odio y prejuicios tienes de todo tipo en el libro.

A mí tampoco me sorprende lo del chiste porque así es el ser humano y las dictaduras totalitarias como bien dices.
Y sí, el libro me está...no sé si gustando es la palabra. Cuando una mujer te cuenta su experiencia de cómo entra en la pobreza, se pasa su adolescencia dos años en la calle tras perder su hogar, su madre se suicida arrojándose a un tren haciendo que ella ingrese en un orfanato del que la echan a los 17 años sin más. Hala, a la calle. Porque la acoge una tía, pero al final termina por pillar una esclerosis difusa, que según comenta es una enfermedad incurable por la angustia de su vida!!... Cuando al final acababa casándose con alguien que la quiere después de decirle "padezco una invalidez de tercer grado y pronto seré un vegetal y tendrás que llevarme en brazos" y él responde "Nos las arreglaremos", acabas "relativizando" su dolor y todo lo que ha pasado en su narración (que también es la hostia!!) pensando... "bueno, después de todas las desgracias que he leído..." pueeeess...
Yo creo que el libro te puede interesar mucho, Josep. Échale un ojo si puedes.

Otro abrazo

Frodo dijo...

Buenísimo, me engancharon mucho los recortes que hiciste del libro. Al principio creí que era todo gris, triste, pero el último párrafo cambia las sensaciones en forma abrupta: de la gracia a la sorpresa al instante. Muy bueno.
Apenas empecé a leer esta entrada se me vino a la cabeza "Pelando la cebolla" Günter Grass, que por lo que veo tiene un tono parecido.

Abrazo!

David dijo...

-Frodo: Ese recorte es una pequeñísima muestra. El libro tiene más de 600 páginas y aunque gira sobre un mismo tema (la Historia de la URSS), hay una gran variedad de temas y experiencias (como los que menciono en la entrada). No he leído el de Grass (de hecho, ahora que lo pienso no he leído nada de Grass excepto un par de artículos).
Abrazo!

abril en paris dijo...

Tremenda historia, ya veo que el libro es más que desgracias.. peeeero hay que tener cuerpo, David, y ganas.

La verdad es que la historia sea "sesgada" o no tiene mucho que aportarnos posiblemente para relativizar "nuestros problemas" que siempre nos parecen los más "terribles" en un momento dado.

Yo estoy con Tolstoy, me tiro por los clásicos porque estoy viendo una serie adaptación de War&Peace. La Rusia anterior al comunismo que tampoco era el paraiso.

Saluditos

P.d. Una pena que haya desaparecido el coronel Brandon de la cabecera aquí no dura nada de nada nada..:P

David dijo...

-abril: Sí, hay que tener cuerpo y ganas. Y es justo lo que tú dices...anda que no relativizas tus problemas cuando los comparas con lo que lees en este libro.
Jo! De Tolstoy no he leído nada todavía. Creo que un cuento hace muchos-muchos años, pero me da que estaría "adulterado" (recortado en la traducción, vamos).
Y no, la Rusia anterior al comunismo por lo visto era hasta peor que el comunismo, así que...
Saluditos.

Blue dijo...

Más libros como ese hacen falta porque la historia está ya tan recocinada y recalentada que nadie sabe qué es cierto y qué no.

De todas formas, a veces pienso que ni con eso, porque si nos fijamos en acontecimientos recientes, teniendo todos medios para ver lo que vemos con imágenes, declaraciones, etc. y aún así no nos ponemos de acuerdo sobre la realidad que estamos viviendo...

Besos.

David dijo...

-Blue: Pues sí. Al final es lo que tú dices. Pero yo creo que a veces (a veces!) las cosas están muy claras y no ponerse de acuerdo sobre ciertos hechos es ya solo eso, no ponerse de acuerdo... Otra cosa es que el hecho esté ahí... a lo recogerán los historiadores; o no, porque volverá a pasar lo mismo...que cada uno contará o verá lo que quiera ver.

Un abrazo.

Bruce dijo...

Llego tarde para felicitarte las fiestas, así que.. Feliz 2016!

David dijo...

-Bruce: Nunca es tarde si la dicha es buena, o como sea eso que dicen. ¡Feliz 2016!

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