jueves, 18 de abril de 2013

EL PESO DE LA CORONA

No. No voy a hablar de los problemas de la monarquía... Tan solo decir que cualquier monarquía  a día de hoy, y en cualquier país, me parece incomprensible, ridícula e inaceptable. Los únicos "reyes"  contra los que no tengo nada más allá de si me gustan o  no, son los del tipo de  Elvis, Pelé, Kirby, Agatha Christie y compañía...

Pero otra cosa son los reyes de ficción, aunque estén basados en reyes históricos. Entonces, la cosa cambia... 



Y al revisar ayer "Campanadas a medianoche" de Welles, pero esta vez en castellano en una edición restaurada por Luciano Berriatúa, me fijé una vez más en la grandeza de la monarquía en el teatro shakesperiano. 


Sí, vale, aquí con el teatro de Lope, Calderón y compañía pasaba lo mismo... Bueno, pasaba aún más. Porque mientras que los de aquí no podían tocar un pelo de la monarquía,  Guillermito podía al menos meterse con los Plantagenet, y también nos mostraba lo poco convenientes que resultaban ciertos reyes en esa obra terrible y maravillosa que es Ricardo III (que es ficción, porque el monarca no debía ser ni jorobado ni tan arribista, maquiavélico o sanguinario como Shakespeare lo pinta; pero eso es otra historia).


Con la de ayer, ya son tres las veces que he visto la película de Welles. La primera me gustó mucho, porque estaba en esa etapa adolescente en la que creía que Orson Welles era un genio y todo lo que había hecho era maravilloso por obligación, y aunque había cosas que no entendía mucho, las atribuí más a mi desconocimiento del teatro de Shakespeare ("¿por qué le llaman al Príncipe de Gales Hal o Harry? ¿Este no va a ser Enrique V?") y a las disculpas que suelen poner los acérrimos del cineasta: "le fastidiaron la película",  "no tenía medios, pero con qué inventiva resolvió ciertas cosas",  "no le dejaron hacerla como él quería" , etc...

                                                                                                                                   
La segunda vez me gustó algo menos, pero ciertas partes me siguieron gustando mucho. Visualmente la película tiene momentos y planos fantásticos, y otras escenas me parece que están muy bien resueltas. Al fin y al cabo, es una película en la que participa un genio (o dos, si pensáis que Welles también lo es).

Y ayer, pues sentí más o menos lo mismo que en el segundo visionado (aunque hubiera preferido escuchar las voces de Welles o Gielgud)...  Tiene buenos momentos, tanto visualmente como argumentales, y merece la pena.  


Pero el momento final de la película, ese en el que el Príncipe Hal (o Harry), ahora ya coronado como Enrique V, rechaza al bribón de Falstaff me parece fantástico. Emotivo y grandioso. Falstaff mira a su antiguo compañero de juergas y tropelías con una mezcla de admiración y pena en una maravillosa interpretación de Welles (vale, concedo que aquí está genial), que muestra un rostro similar en significado al de Chaplin al final de "Luces de la ciudad".  Una gran escena. Tanto por las interpretaciones de Welles y de Keith Baxter, como por el texto de Shakespeare adaptado por Welles.





Y ese cambio en la actitud del personaje del príncipe, ese abandono de los vicios de la juventud por parte de Enrique V, que aún así es lo suficientemente magnánimo para disculpar a Falstaff diciendo que fue el vino el que habló por su boca,  y que se convertirá en el mismo rey que vencerá en Agincourt.  No solo es el paso de la juventud a la madurez. Es la aceptación de la responsabilidad que conlleva gobernar como monarca. Es comprender y asumir el peso de la corona. Es saber que un Rey no debe parecerlo, sino que debe comportarse como tal. 

A todo aquel que le guste la maravillosa  "Enrique V" de Branagh, le recomiendo un visionado previo de "Campanadas a Medianoche", porque la de Welles casi puede ser considerada una precuela.


Si pienso en otro monarca de ficción cuyo cambio de actitud me sorprendió en mi niñez (y sigue haciéndolo cada vez que vuelvo a encontrarme con él), tengo que traer aquí el trabajo de otro genio. 


"Príncipe Valiente" de Harold Foster, empieza con la llegada a las costas británicas de un exiliado Rey de Thule, al que acompaña su hijo el príncipe Val, protagonista de la serie.  En Thule gobierna ahora Sligon, que ha derrocado al padre de Val...  Pasados unos años, el antiguo monarca de Thule regresa a sus tierras con la intención de recuperar el trono. Sligon,  sabe de sus intenciones y pide hablar con Val. Cuando este se encuentra con Sligon, el usurpador le dice lo siguiente:





" Tomé el reino de Thule por la fuerza. Por la fuerza lo he mantenido.  Pero estoy cansado de la fuerza, de la crueldad, de la traición y de la desconfianza. A mi alrededor se inclinan cortesanos serviles con adulación en sus lenguas y odio en sus ojos, y temo a estos chacales vestidos de seda. Ve y dile a tu padre: " Sligon no es más que un  mercader de cansado corazón que cambiaría su reino de Thule por una isla en los pantanos de Inglaterra".


Pasado un tiempo, Val se encontraría de nuevo con Sligon, ahora un  pescador ermitaño que vive en una cabaña en los pantanos y que le comentará "cuando devolví el trono a tu padre a cambio de este lugar abandoné todo cuidado, preocupación, traición, hipocresía y miedo."


Val le recordará que también abandonó  a una esposa de lengua afilada y a una caprichosa y problemática hija... pero eso  tiene que ver más con el peso de las relaciones de pareja o de la familia que con el de las coronas, así que lo dejaremos aquí.


Añadido: No sé lo que durará, pero por si a alguien le interesa: "Campanadas a Medianoche". Y para los que conozcan la lengua de Shakespeare y puedan verla sin subtítulos (no es mi caso):  Aquí.

17 comentarios:

Blue dijo...

No sé si te olvidarías de algunos reyes melenudos, jaja.
La vi dos veces, pero como me ocurre tantas veces, me quedo con escenas, imágenes sueltas, pero el hilo de la película se me pierde en el infinito.
Un abrazo.

David dijo...

-Blue: Depende qué melenudos, dejaríamos la monarquía y entraríamos más bien en temas religiosos, dioses y esas cosas (jaja)
Pues si quieres "retomar" el hilo de la película, ahí tienes el enlace.
Otro abrazo.

JLO dijo...

no ví la película, así que todavía pienso que Welles es un genio en todo ja... esa fotografía de los árboles es hermosa... me hace acordar al bosque de The General de Buster Keaton, aunque no tenga mucho que ver, quizá por la iluminación...

yo también hice una referencia pequeña a Chaplin en mi última entrada, es que Charles siempre está...

y antes de ayer hizo 124 años de su nacimiento... pero tuve pereza de poner mas Chaplin por obligación...

a vos se te pasó o no sos de poner efemérides? salu2...

miquel zueras dijo...

Sin duda Welles ha sido el mejor Falstaff cinematográfico.
Leí una entrevista con John Gielgud en la que decía que ante la falta de medios en algunas escenas Welles hacía desfilar a los soldados delante de un enorme espejo para dar la impresión de que habían muchos más extras.
Saludos. Borgo.

David dijo...

-JLO: La peli merece la pena. Creo que te gustará. Conste que no hago siempre referencias a Chaplin.
Y no, la verdad es que no soy de poner efemérides...

Saludos.

-miquel zueras: Así es como se llamaba la peli en versión inglesa. Las cosas que tuvo que hacer Welles en esta película para parecer que era de mayor presupuesto de lo que era... Antes de la proyección hubo una charla de Luciano Berriatúa comentando la génesis del proyecto, su proceso de producción, las diferentes versiones, el proceso de restauración. Estuvo bien.
Un saludo.

abril en paris dijo...

De la monarquia..hace tiempo que pienso que es algo "desfasado", lo menos democrático que existe pero como hasta eso ya es dudoso.. quizás relaciones públicas de lujo pero cada dia más dificil de sostener. No es el caso de la inglesa que es la dueña de la isla o casi..además de ser una fuente de ingresos turisticos, seria para otro debate.
La película no la he visto pero sigo pensando que Welles es/era una actorazo literal y simbolicamente hablando y un adelantado a su tiempo a la hora de crear imágenes y escenarios.
..parecia tan seguro de sí mismo..pero cuando trabajó en El Largo y cálido verano con ya "sabes quién", además de malas pulgas demostró que sentia miedo e inseguridad ante la cámara según le confesó a Ben Quick y a Peter Bogdanovich en una entrevista, que odió hacer aquella peli ( no la que tu comentas), porque los actores del método, para él (Welles), eran excesivamente taciturnos y "otras" lindezas por el estilo, pero estar cerca de las damas como Joanne Woodward y Lee Remick sí le hacia "gracia"..
Volviendo a la de Shakespeare, asignatura pendiente en éste caso, asi que a ver si me da tiempo a verla con tu enlace.

¡Buenisimas tardes ! :-)

abril en paris dijo...

..a ver si..a verla..¡ qué mal suena ! upss

MucipA dijo...

"Un Rey no debe parecerlo, sino que debe comportarse como tal", justo al revés que pasa con nuestra monarquía.

Las tengo que ver las dos, ups!!

Saluditos.

David dijo...

-abril en paris: La monarquía es algo más que desfasado...anacrónico, sin sentido, heredera de una tradición que carece de lógica alguna en una sociedad democrática. La inglesa igual... Que promocionen los pasos de cebra y otras cosas en lugar de los palacios como atracciones turísticas (jaja)
Hace muchos años, más de la mitad de los que tengo...leí una biografía de Welles. No recuerdo qué decía sobre "ya sabes quién", pero sí lo que decía sobre otros actores. Sobre Gregory Peck, que no era muy buen actor, pero que podía haber sido un gran presidente, y que en cambio salió Reagan... Sobre Peter Sellers, que era un acomplejado que exigió filmar las escenas en las que salían juntos, por separado (plano/contraplano)... Que Marlene era muy ama de casa y... bueno, y alguna cosa más, pero no me voy a extender (para alguna entrada ;-) )

Si la ves, ya me dirás qué te pareció.

¡Buenisimos días !

PD: a ver si..a verla.. Suena y se lee bien... haber si me da... se lee peor ;-)


-MucipA: Exactamente. Pues ya sabes...empieza con la de Welles... la de Branagh es como la continuación ;-)

Un saludito.

Mister Lombreeze dijo...

Y no te olvides del rey de reyes: KING Vidor.

David dijo...

-Mr.Lombreeze: Jaja...

V dijo...

En una encuesta que hicieron hace unos años, preguntaron a distintos directores que película sobresaliente rescatarían de cierto olvido. Johon Carpenter escogió esta de Welles. Y aunque en principio me sorprendió, luego bien mirado no.La he visto dos veces. Por tanto una menos que tu. La primera me pareció extraordinaria. La segunda extraordinaria. Ese momento que citas es realmente magnífico.
No me decidí al final por el Principe Valiente. Pero si tengo esperando a la fila lo de Mark Tawin. Tal vez este verano. Un abrazo.

Geraldine, dijo...

Yo tambien pienso que es algo atemporal...me era incomprensible cómo a la gente de ciertos países les gustaba ser inferiores a quienes veneraban, ni que fueran dioses...sin querer leyendo un libro de ortega y gasset, llamado la rebeli'on de las masas, me encontré con una explicacion acerca de por qué la sociedad española, inglesa y otras seguían con esa tradición y me conformó un poco, pero no demasiado...

David dijo...

-V: La has visto una menos, pero parece que las has disfrutado más, que eso es lo que cuenta al final.
Lo del "Príncipe Valiente" habrá que solucionarlo de alguna forma. El de Mark Twain se lo ha releído mi chaval hace nada, y le ha gustado tanto como la primera vez.
Otro abrazo.

-Geraldine: Hola, Geraldine. Bienvenida. No he leído el libro de Ortega y Gasset, pero dudo que si lo leo vaya a cambiar de idea o conformarme un poco con eso de las monarquías... como tú vamos, que fue un poco, pero no demasiado...
Un saludo.

Lidix dijo...

Hola David, ¿como va todo? He estado bastante ausente por unas cosas y otras ,pero he ido leyendo algunos de tus post aunque no te haya comentado.
Esta es una de esas pelis de obligado visionado, y que me recuerda la falta de cine clásico que tengo. De Wells, es vergonzoso para mí reconocer que solo he visto un par de peliculas y tengo que empezar a reparar esa falta, asi que me la ha apunto para buscarla y verla.
Un abrazo!

Josep dijo...

Esto seguramente no lo vas a leer, pero no me puedo resistir.....

Esa película de Welles la vi la primera vez en un cine-fòrum que un poco en plan clandestino organizaban gentes de mi pueblo, hace la tira de años, y la vi en versión original subtitulada (pues claro) proyectada en una pantalla que era casi una sábana y con un proyector al fondo de la escasa habitación dando la matraca.

Yo era aún adolescente (lo fui muchos años) y me dejó pasmado porque no entendí la mitad.

Luego, ya mayorcito, volví a verla, doblada, en una sesión de Garci, creo: como ya había leído bastante teatro, me encantó.

Ahora la tengo en un dvd que compré por una ridícula suma en el Carrefour, tesoro hallado en el contenedor de las miserias que nadie compra y lo cierto es que la tengo pendiente de revisar.

Aparte de pensar que Welles hace una película estupenda -como siempre, escribiendo con la cámara- obteniendo de todo el elenco estupendas interpretaciones que intentan acercarse al genio, querría dejar constante mi deseo de obtener una buena copia del guión para leerlo con calma, porque ahí debe estar, oculta, una de las claves de la genialidad de Orson, capaz de adaptar al Bardo sin caer en el ridículo más espantoso, recreando los personajes en lo que tú acertadamente describes como una "precuela" jajaja....

un abrazo.

David dijo...

Pues sí lo he leído (por eso de que "me avisan" con comentarios pasados los quince días).
Es curioso/bonito el detalle de cómo viste esta película la primera vez.

Lo de las pelis que se encuentran de "saldo" en algunas ofertas llama la atención.

Lo de "precuela" ya sé que no es muy ortodoxo, pero casi vale, ¿no? jajaja.

Otro abrazo.

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