sábado, 25 de diciembre de 2010

HÉROE DE LA CLASE TRABAJADORA

Estoy leyendo un libro acerca de los best-sellers de David Viñas, y justo ayer leí este texto de Roberto Bolaño  que aparece en Soldados de Salamina, la novela de Javier Cercas (que no he leído):  " Personas decentes hay muchas: son las que saben decir no a tiempo; héroes en cambio, hay muy pocos. En realidad, yo creo que en el comportamiento de un héroe hay casi siempre algo ciego, irracional, instintivo, algo que está en su naturaleza y a lo que no puede escapar. Además, se puede ser una persona decente durante toda una vida, pero no se puede ser sublime sin interrupción, y por eso el héroe sólo lo es excepcionalmente, en un momento o, a lo sumo, en una temporada de locura o inspiración. (pp.148-149)"
En los capítulos "Regreso del heroísmo" y  "Retórica de la acción" Viñas analiza la figura del héroe,  su evolución dentro del medio literario y su recuperación en el género del best-seller.  Que la épica  fue perdiendo terreno a mediados del siglo XX con la aparición de otras novelas centradas más en la forma, en el lenguaje, o en narrar otros asuntos más mundanos no es de lo que voy a hablar aquí... que de eso se encarga el libro..

Pero ayer había leído ese texto y otro justo un poco antes en el que Bolaño de nuevo explicaba por qué consideraba la figura de Salvador Allende heroica: "(...) quien entiende, como Allende, que el héroe no es el que mata, sino el que no mata o se deja matar (...)" ; y al ser Nochebuena y revisitar la película de  Capra me pregunté... ¿es George Bailey un héroe?

Porque está claro que George es una persona decente. Honrada, educada, amable y servicial. Pero, ¿es realmente un héroe?

Creo que sí.



George Bailey se "sacrifica" una y otra vez a lo largo de su vida por los demás. Puede que sus sacrificios sean más bien "cotidianos" u "ordinarios",  y no estén en la línea de lo que acostumbramos a considerar el sacrificio heroico clásico (aquel en el que héroe ofrece su vida por un ideal... normalmente llevándose consigo unas cuantas vidas además de la suya por el camino), pero no dejan de ser "sacrificios". Si George elude sus aspiraciones, sus proyectos personales (o casi podríamos decir que estos le eluden a él) no es por cobardía, indecisión o porque no esté dispuesto a afrontarlos. Siempre ocurre algo que desgraciadamente le hace postergar una y otra vez la vida que desea a cambio de que los demás puedan encauzar o mejorar de algún modo las suyas.

Y queda por último el final... George no duda finalmente en sacrificar  su vida para ayudar a los demás ("vales más muerto que vivo"). Una idea tal vez equivocada, como le hará ver un ángel de segunda clase... pero el intento de suicidio de George responde no sólo a la desesperación de su situación por lo ocurrido, sino al uso que pudiera hacerse de su póliza de seguros para ayudar a los demás.  Es curiosamente el mismo tipo de "sacrificio heroico" al que recurrirá unos años después Arthur Miller cuando escriba esa obra maestra que es Muerte de un viajante, más allá de todas las diferencias existentes entre el Bailey de Capra y sus guionistas y el Loman de Miller.

Y ya al final, cuando a George se le concede de nuevo la oportunidad de volver a existir,  pero una vez ha reconocido lo que ha sido su vida y cómo ha afectado a los que le rodean gracias a ese extraordinario regalo que le hace Clarence, afrontará todas las penalidades posibles que le puedan venir (carcel, escarnio público, etc...) con la mayor de las alegrías...
Y enfrentándose a ellas desde esta nueva perspectiva descubrirá que no está solo, y que al final, como dijeron otros "el amor que recibes es igual al amor que das", y que  más heroico que morir por los demás, lo es vivir y seguir luchando por ellos.


¡Feliz Navidad!

Otras entradas sobre "Qué bello es vivir" en Safari Nocturno:

 -  La vida es lo que te ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes.

-   ¡Qué coda tan maravillosa!

sábado, 18 de diciembre de 2010

Y buscando una imagen de cabecera...



Había pensado hacer una reseña larguísima de un pequeño libro que me había dejado un amigo. Con deciros que hasta había releído el libro... pero desde que pensé en la entrada y lo que iba a deciros sobre el libro hasta que por fin me he puesto aquí han pasado tantos días que ahora, al ver las notas, y mientras escucho el tema de The End of the Affair de Michael Nyman que no hago más que ponerme una y otra vez desde el blog de Scotty,  he ido olvidándome poco a poco de esa "necesidad" que tenía de comentar ese libro, dejando así pendiente una entrada que no sé si acabaré algún día.

Y entonces, no sé por qué, pensando en el blog, en la nueva entrada que iba a sustituir a esa y sobre la que no tenía nada, en la imagen de la cabecera, he acabado en Carson McCullers y su novela El corazón es un cazador solitario.
Y claro, los pensamientos se van enlazando y en esta noche, mientras tecleo desde el portátil he recordado mi primera lectura de esa novela, a la persona que me la dejó,  lo que me gustó... y ahora, pensando que no me acaba de convencer la imagen que he escogido como cabecera, he optado por buscar el título en castellano para ver qué ilustración podían haber utilizado y que tal vez pudiera servirme de cabecera...  Y al encontrar una de ellas, me ha parecido curioso. Gracioso, en realidad. Se queda la que está.

¿Utilizarían la imagen de Rockwell o la de Trachte? Sinceramente, a este tamaño no los distingo muy bien, pero fijándome un poco yo diría que esta es la de Rockwell.

viernes, 10 de diciembre de 2010

COHERENTES INCOHERENCIAS.

Jean-Jacques Rosseau, Jean-Paul Sartre, Henry David Thoreau,  André Malraux, Arthur Miller, Julio Cortázar, Robert E. Howard, John Lennon, John Ford, Frank Capra, y como nos recordaba hace poco Desclasado  en su blog, Eric Cantona... y podría seguir con infinidad de ejemplos   ( bastaría con añadir a la mayoría de los políticos a lo largo de la Historia)...

¿Sois fieles a vuestro imaginario ideario personal? ¿Creéis que os comportáis siguiendo esos principios morales que habéis establecido en vuestra cabeza o que  sois "honestos" con las cosas que apoyáis?

Si la respuesta es afirmativa lo siguiente que os formularía sería una retahíla de preguntas como hastá dónde,  por quién, por cuánto, por qué cosas, a qué hora del día, etc...

Todos nos miramos al espejo y procuramos olvidar las veces que nos traicionamos, nos autoengañamos o no cumplimos con "nuestro credo" (día a día; momento a momento) ... esas cosas en las que tanto creemos o por las que no estamos dispuestos a transigir.

Podemos criticar, exigir, o erigirnos en jueces de comportamientos y conductas ajenas porque siempre sabemos qué es lo inteligente, lo sensato, lo justo, lo que está bien y lo que haría alguien con el que rara vez vamos a estar en desacuerdo: nosotros mismos.

Pero en realidad es tremendamente difícil, por no decir imposible, ser coherente en esta vida. Siempre vamos a tener que hacer concesiones, en todos los ámbitos, con todo tipo de personas, incluídos nosotros mismos, o tal vez especialmente con nosotros mismos. De ahí el título. Para mí, lo coherente es que estemos llenos de incoherencias tanto en nuestras ideas como en nuestras acciones.

Otro asunto es saber hasta qué punto vamos a ser coherentes, o a dejar de serlos.
Cuánto de lo que decimos que somos o cómo somos o  cómo nos gustaría que nos viesen los demás va a verse reflejado en nuestro comportamiento, en nuestra vida.

Y después hay todavía otro tema. ¿Qué ocurre cuando ciertas personas se comportan de forma coherente o tratan de comprometerse con las ideas de alguien que les ha motivado y que en realidad es totalmente ajeno, y casi hasta contrario respecto a lo que predica?
Antes se decía aquello de que se debe predicar con el ejemplo, pero me parece que debería cambiarse por algo como predicar con la excusa,  por si acaso no queremos llevarnos a engaño.

El personaje de Kirk Douglas podía decirle al pie tierno que tomaba bajo su protección en el estupendo western dirigido por King Vidor  "La pradera sin ley" aquello de: "Pero  ¿aún no has comprendido? No hagas lo que yo haga, sino lo que yo digo"... lo que pasa es que a medida que crecemos no perdonamos ( lógico) que la gente haga una cosa y predique otra muy distinta. Por eso no soy predicador...  Así que no hagáis mucho caso a esta entrada.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

RESCATANDO ENTRADAS XII: Una de "Kopirrai"

 

 De  All This and Tigernuts, too.

 

Thursday, July 24, 2008

 

Una de "Kopirrai"


Así que mi "extendido " horario de verano me lo permita (de 45 a 68 horas semanales en el tajo: ¿quien teme a las 65 horas feroces?), tengo plan de ponerme al día con hondonadas de temas pendientes en aqueste blog (por no hablar de los temas pendientes en el otro: ufff!)

Mi ausencia-retiro semiconventual durante estos meses se debe a un asunto bloqueado y subsiguientemente desbloqueado. Digamos que tengo un proyecto en curso (varios artículos/entregas sobre un tema de mi interés publicados en una revista del extranjero de fuera) que me ocupará una parte de mi tiempo libre durante los próximos seis años. Hace poco finalicé la parte número 2, con cierto retraso: el problema era que entre el curro (no hablo de ningún Francisco), tres cursos de formación continua, los dos blogs, mis labores caseras y algún que otro pequeño vicio, pues entre tanta cosa no daba abasto, así que me concentré en lo básico, osease el trabajo y el artículo de este año, dejando de lado todo lo demás (como Maria Dolores Pradera con todo lo que no fuera el Rosario de su madre). Hace poco ya se ha dado el visto bueno a la última versión del artículo de este año revisado, editado y heroicamente pulido por el editor, que ha conseguido encajar en él las páginas disponibles el texto, fotos y bibliografía (y hacer que mi inglés escrito parezca aceptable, ja, ja). Así entre nosotros, la cosa es más modesta de lo que suena (es una revista escolar de circulación limitada), pero, qué puñetas, la ilusión que me hace.

El hecho es que mi trabajo en este artículo me ha puesto en contacto con los insondables misterios del "Kopirrai".

El "Kopirrai" es una cosa que considero perfectamente legítima, pero... ¡Ay! ¡Cuántos crímenes se cometen en su nombre!

Así a bote pronto me viene el típico caso de cuando me doy el gustirrinín de comprame un DVD de una película que me gusta (Me estoy refiriendo a una copia 100% legítima comprada con todas las de la ley en un establecimiento público que paga fielmente sus impuestos). Y yo me pregunto... por qué rediantres tengo que tragarme el p*t*, digo, el pastelero anuncio-videoclip de "la piratería es un delito"? Repito, ¡¡ME HE COMPRADO UNA COPIA LEGAL!! ¡Que pasen el anuncio en los chiringos topmanteros, repuñefla! En fin, que sólo me pueda librar del latazo dedicándome a ausentarme (por ejemplo, plegando calcetines) hasta que el plasta-anuncio ha terminado (ya que no hay manera de "pasarlo" adelante). La cosa tiene su miga.

But I digress... , que dice Peter David

Volviendo a mis experiencias, digamos que para ilustrar el artículo tenía a mano una selección de fantabulosas fotos sobre mi bienamado tema de interés, de mi colección de afoticos originales, lobby-cards, posters y programas de mano de flims y pinículas (coleccionadas con sumo cariño a lo largo de tres décadas). He de decir que la revista es una publicación sin ánimo de lucro, y los artículos los hago por amor (pero que mucho amor ) al arte (todo sea por la causa, mes amis). Pero el hecho de que yo tenga una imagen de una película no quiere decir que la pueda utilizar en una publicación, así por mi bella jeta. De manera que (del mismo modo que hago con los textos citados) he dedicado una considerable canridad de tiempo y esfuerzo para a) localizar los poseedores presentes del "Kopirrai" y b) ponerme en contacto con ellos para pedir permiso para utilizar las fotos (repito, en publicación académica sin ánimo de lucro, etc...).

Bueno, en la mayoría de los casos, las corporaciones que poseían los derechos no tenían ni pajolera idea de que esas vetustas afoticos les pertenecieran en modo alguno, así que en estos casos se han limitado a dar su permiso siempre que les mencionara a pie de foto su "Kopirrai". No problemo, aquí yo puedo publicar sus fermosas imágenes y ellos obtienen un poquín de propaganda. Quid Pro Quo y tdo eso que dicen.

Pero hete aquí tenía cuatro interesantes, e incluso quasi-inéditas imágenes, que tenían en el dorso un antiguo sello de una agencia fotográfica. Como pensaba que la tal agencia ya ni existiría (hay fotos que tienen la friolera de 70 años), mi primera idea era, como en los otros casos, dirigirme a las productoras/distribuidoras en la actual de tales películas... Pues no, hago un "busca" con el nombre de la agencia y resulta que encuentro una dirección web, con la misma dirección que aparece en el sello. Y me digo a mí, "pues a estos tendré que preguntar y pedir permiso", y yo voy y les escribo.

Y bueno La cagaste, Elsa "Lanchaster"... ¡Quién me mandaría a mí!

Primera respuesta: que quién soy yo, y cómo han ido a parar a mis manos esas fotos. Por lo visto, en tanto que agencia de prensa, esas fotos sólo se prestan de manera temporal y luego vuelven al archivo. Se infiere por ello que quien me vendió las fotos cometió una flagrante ilegalidad al no devolverlas.

Como yo soy una ciudadana honrada, respetuosa de la ley y fiel contribuyente, les doy la información que me piden, les envio escanners en baja resolución de la cara y dorso. Lo único que no puedo darles es los datos del vendedor... en treinta años, a saber en qué caja (y en qué casa!) deben parar las facturas: sólo les puedo aventurar el periodo aproximado de compra y que muy probablemente es por eBay, ya que sé que las compré por internet, y sé desde cuando estoy conectada y más o menos cuándo empecé a comprar fotos antiguas por la interné. Por supuesto, les vuelvo a comentar que serían para una revista escolar sin ánimo de lucro, etc

Segunda respuesta: "Pues qué raro, qué raro, deberíamos tener esas fotos en nuestros archivos" y "El dominio de tu dirección de correo es extranjero y no podemos saber gran cosa de sus intenciones y/o finalidades"... con lo cual infiero que a priori, tratan al dominio en el que tengo domiciliado my correo electrónico de pirata y con finalidades oscuras, y a mí, de nuevo, de poseer material obtenido ilegalmente. Les vuelvo a explicar todo lo que recuerdo de mi obtención de las fotos, les doy exhaustivos detalles de la publicación para la que escribo el artículo, y mi dirección, para que vean que soy una persona real y no una criminal con oscuras intenciones.

Tercera respuesta: Bueno, pues resulta que llevan un tiempo digitalizando su archivo, y que, ¡vaya! justo se han acordado y han comprobado que los originales de tales fotos, una vez escaneados, fueron vendidos a una firma comercial dedicada a la venta online de objetos coleccionables diversos (a estas alturas, he localizado una de las facturas, y sí, su comprador y mi vendedor son ciertamente la misma entidad). Me comentan que si quiero usar las fotos, tendré que pagar por utilizarlas, sólo que me ahorraré el costo del escánner y/o copia de papel, ya que ya tengo la foto original. Que generosidad, hay que ver.

En resumen, resulta que yo voy, muy respetuosamente, a pedir información sobre la utilización de unas fotos, y durante esas semanas en las que ha durado nuestra relación electrónico-epistolar me han hecho sentir como la peor quincorra del barrio... ¿No habría sido mejor que me dijeran, de buenas a primeras, que sí quería utilizar esas fotos tenía que pagarles una suma en tanto que agencia poseedora de los derechos? A partir de ahí, yo, en función de mis recursos económicos, (o , ay, la falta de ellos) decido poner de mi bolsillo (no voy a obligar a la revista a hacerlo) para poder publicar esas fotos, o declinar la opción de utilizarlas (decisión final, ya me gustaría tener prou parné para hacerlo).

Entendámonos, que por supuestísimo que la agencia está en su perfecto derecho a pedir una remuneración en tanto que ellos manejan su "Kopirrai" (aunque es discutible si los poseedores de los derechos de las películas también sean posedores del Kopirrai", en igual o mayor medida que ellos), lo que no me parece de recibo es montarme el pollo por poseer unas fotos de las que ellos mismos se habían desembarazado: Alguien con malas intenciones ni les habría preguntado, qué coño.


AÑADIDO:  Cuando le comenté a Gloria que iba a recuperar esta entrada, no sólo tuvo la amabilidad de localizármela dentro de su blog, sino que me aclaró lo siguiente:
"Por cierto, el tema tiene una especie de post-data: y es la brutal diferencia de actitud de un museo que era custodio del legado de un fotógrafo teatral... En este caso, como guardianes legales y archiveros y propietarios de los negativos etc... podrían haber tenido una actitud bastante más exclusivista/carera, y en cambio, al ser informados de las características de la publicación, etc... rebajaron sensiblemente el precio al ver que no era un trabajo con fin de lucro."

domingo, 5 de diciembre de 2010

CRÉDITOS TELEVISIVOS.

Esta entrada es un poco como eso que suelen hacer de parecidos razonables.  Aclaro que a mí me gustan muchísimo más los créditos de la primera serie... tanto en la elección de las imágenes como en la música que los acompaña. De hecho, nunca me gustaron mucho los créditos de la segunda... ni tampoco la serie.

Y vale, lo confieso... no recuerdo nada de nada de la serie de Hawai 5-0 cuando la veía de crío, pero cómo me gustaba! y qué fantástica me parecía la música cuando empezaba la serie.



sábado, 4 de diciembre de 2010

FILOSOFíA TERRITORIAL

- ¿Conoce usted la anécdota que se cuenta acerca del encuentro entre Heidegger y Ortega y Gasset?

- No, ¿cuál?

- La conversación entre ambos recayó en determinado momento sobre la filosofía en España. Ortega, escéptico, observaba que ya la expresión "filósofo español" es contradictoria. Y al "¿y eso por qué?" de Heidegger, habría contestado: "¿Cree usted que puede existir un "torero alemán"?  Y usted, señor Jünger, como alemán, ¿se siente más escritor o filósofo?

Extraído de Los titanes venideros Ideario último. Conversaciones con Ernst Jünger por Antonio Gnoli y Franco Volpi. Traducción de Atilio Pentimalli.

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