viernes, 30 de diciembre de 2011

INDIAN COUNTRY Y POR QUÉ RANSOME FOSTER NO ES RANSOM STODDARD

 "Entonces dejó al niño entre los brazos de Johnny y le dijo imperativamente:
-¡Cuidarás de él y no lo soltarás aunque te maten!
No le dio ninguna indicación acerca de escapar a un lugar seguro; tales sitios no existían."
                                                                                  
                                              La frontera en llamas. Dorothy M. Johnson. Traducción de José Menéndez-Manjón


Ya sólo por el primer relato con el que se abre la selección de cuentos de Dorothy M. Johnson  en la nueva colección de narrativa western editada por Valdemar, deberíamos tener este libro.  
Y no os equivoquéis. Los cuentos de Dorothy M. Johnson no hablan de vaqueros e indios. Hablan de otras cosas mucho más interesantes. El amor, la responsabilidad, el paso de la infancia a la madurez, la lucha y la resistencia ante la adversidad, la aceptación ante los giros o los golpes que puede dar la vida...
"La frontera en llamas", el primer relato de la colección es mi favorito, y el que más me ha gustado. En poco más de veinte páginas, la autora es capaz de contarnos la vida y el destino de una familia (o lo que queda de ella) después de un ataque indio a su hogar. 
El cuento que le sigue, "El incrédulo", me parece  tal vez el más flojo.  Pero el resto de cuentos son casi tan buenos como el primero. 
Y luego están los dos que sirvieron de base a dos conocidas películas.
Uno es el de "Un hombre llamado caballo". Hace muchos años que no he vuelto a ver la película, pero el relato me parece buenísimo.  La historia de un hombre capturado por los indios como esclavo y  que termina por ser aceptado como un igual entre ellos no sólo está maravillosamente escrita y narrada...creo que se "conserva" mejor que la película. "Era esclavo de una muchacha llamada Libertad y, antes de que acabase el invierno, supo que ella albergaba en su seno un hijo suyo..."


El otro relato es el que sirvió de germen al que es probablemente mi western favorito: "El hombre que mató a Liberty Valance" .
Y la verdad es que toda la película de Ford ya está  planteada en el relato de Dorothy. Tal cual. La misma historia, los personajes... Y sin embargo, en mi opinión, palidece frente a la película. Esta última está más desarrollada, tiene más matices, y añade personajes que tienen su importancia. Hay también alguna diferencia.
Bert Barricune sí podría ser el Tom Doniphon que interpretó John Wayne, pero Ransome Foster no termina de ser  el Ramson que interpretó James Stewart. Se mueve por diferentes motivos a los que lo hace en la película. En el cuento busca venganza después de su primer encuentro con Liberty Valance: "Por primera vez en un par de años albergaba una ambición... no muy recomendable, pero era algo en lo que empeñarse. Él iba a ser el reclamo para Liberty Valance y, en la medida en que le fuera posible, también su trampa."  En la película de Ford, se mueve para proteger y defender a su comunidad. Es una diferencia significativa, y mientras tienes la impresión de que Ransome Foster es un personaje apocado y algo mezquino que lo único de lo que sentía orgulloso (equivocadamente) es de haberle hecho frente a Liberty, al ver la película tienes la impresión de que Ramson Stoddard es un hombre íntegro, comprometido, bueno y humilde, que aunque no se siente orgulloso por empuñar un arma y enfrentarse a Liberty, lo hace cuando es necesario.
Aún así, y a pesar de mis pegas, es una buena historia... Y no es cuestión de que os fiéis de mi criterio. En 1995, fue escogido como el mejor relato western  entre la Western Writers Association ("Un hombre llamado caballo" fue elegido el segundo... y... bueno.... cuatro de los cinco primeros eran de Dorothy).


"Viaje al fuerte" (la incertidumbre), "La camisa de guerra" (o el señor de Ballantrae en el oeste), "Más allá de la frontera" (unos abandonan, pero siempre hay quien continúa) o "Reírse frente al peligro" (una triste historia de amor) son tan buenos como los dos relatos  que dieron pie a las películas arriba mencionadas.  "Marcas de honor", se aleja un poco del lejano oeste para llevarnos a una reserva india en los años cuarenta y nos cuenta el esfuerzo de las nuevas generaciones por no perder sus señas de identidad, su cultura.  Es tan bueno como los anteriores. Distinto, y de algún modo, te aleja del marco en el que transcurren los otros... pero igual de bueno.
Si tuviera que ponerle una pequeña pega a esta edición es la de que no figure la fecha y el lugar en el que fue publicado cada relato. Por lo demás, un libro altamente recomendable.


Añadido: Si alguno de vosotros lee el libro... me gustaría comentarlo. Tal vez es una impresión mía, pero a pesar de las barbaridades y las salvajadas que a veces se cuentan, no sé si porque la narradora es una mujer, los cuentos no dejan de tener un "algo" que no sé cómo definir que los acerca más al "tierno" que al "salvaje" oeste. Y no me vengáis con el "toque femenino" si digo "algo" que no sé definir.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Y AL FINAL, EL AMOR QUE RECIBES ES IGUAL AL AMOR QUE DAS

"...necesitamos seguir creyendo que somos mejores personas de lo que somos y volver a Bedford Falls ayuda." 
                    abril en paris (en un comentario de su blog)


Ayer por la noche estuve en Bedford Falls... y cuando el ángel Clarence dijo que la vida de un hombre afectaba a tantas otras vidas, pensé en las de los que habían afectado a la de George. Porque este clásico maravilloso siempre lo observamos desde el punto de vista de cómo George influye y modifica las vidas de los habitantes de Bedford Falls, pero rara vez pensamos si las vidas de estos, sus vecinos y amigos,  han tenido alguna influencia en la suya... 
Vecinos y amigos a los que el señor Potter califica como paletos de los que George cuida (garlic eaters en la versión original; una referencia despectiva a  los inmigrantes italianos como el señor Martini).


No hace falta devanarse los sesos para ver quién ha sido la mayor influencia en la vida de George Bailey.  Es, por supuesto, su padre, Peter Bailey. Aquel a quien George iba a buscar para pedir consejo de niño cuando el farmacéutico Gower se equivocaba en algo que podía tener consecuencias gravísimas; el hombre que se preocupó de que los habitantes de Bedford Falls pudieran vivir en casas mejor acondicionadas que aquellas que les ofrecía Potter. 
Peter Bailey es el modelo que sirve de guía a George, quien asume todas las responsabilidades que su padre deja cuando muere.  Hay un momento significativo, dramático, cuando el padre piensa que tal vez es mejor que George se marche, porque quedarse en Bedford Falls significaría tener que arrastrarse como lo hace él ante Potter.


Aunque no tan evidente, el tío Billy es otra influencia determinante para George. A diferencia de su padre, le planta cara a Potter, diciéndole claramente lo que opina de él. Puede ser tremendamente olvidadizo, e incluso provocar auténticos desastres en la vida de George, pero de algún modo representa a los Bailey y trabaja de forma honesta por las ideas que tenía su hermano Peter.


No es que podamos hablar mucho de la influencia materna. Aparte de dar amor y cariño, que no es poco, en la película vemos que es su madre la que anima a George para que se acerque a Mary. Es una escena que está cortada en algunas versiones de la película, pero podéis verla en la entrada anterior (minuto 39). 


Y sobre Mary Bailey (Hatch, de soltera)  hay mucho que  añadir a lo que ya dijimos en anteriores entradas. Estaría entre la lista de personajes que impiden que George realice su sueño: es el ancla que le mantiene en Bedford Falls de por vida.  Por amor a ella, George vivirá en una casa que detesta y que está en ruinas; le dará cuatro hijos, que son otra carga más, y que le sujetarán al pueblo del que quiere escapar. Pero no podemos olvidar que Mary es el personaje que le va a hacer ver que su vida y su felicidad no están fuera, sino dentro de Bedford Falls. 
Mary consigue todo al tener a George. Ella le quería a él desde la niñez, quería esa vieja casa, ser madre, formar una familia. Y todo esto lo consigue gracias a George... 
Es él quien "renuncia" a todo (menos a ella, claro)... 
Mary, contenta con su vida, compartirá con gusto las cargas que la vida de pareja y de padres de familia suponen.




Y luego estaría Potter...  Es algo distinto a una influencia. George casi podría definirse en contraposición a Potter, y actúa y se comporta de forma contraria al modo en que éste lo hace. 


El resto de personajes de la película no tienen tanto peso  sobre George (si exceptuamos al ángel Clarence en la parte fantástica). Es un conjunto grupal, que sin duda hace  que la vida de George sea más agradable (esos 
"cientos de veces" que éste  ha ido a casa de Ernie); el momento en el que el taxista y el policía le dedican una serenata en su noche de bodas; cómo incluso aunque está de guardia, Bert, el policía se acuerda de ellos mandando una botella de champán.
Los amigos de George le devuelven en afecto y atención todo aquello que él les da. Y es por esto que al final todos acuden a ayudarle y George recibirá multiplicado todo aquello que él ha estado dando desinteresadamente.


Me gustaría terminar esta entrada con una frase de James Stewart  sobre la película que encontré en el blog de Clara (buscando una foto de Donna Reed), en este enlace: "Se trata simplemente de un hombre corriente que descubre que vivir cada día de un  modo honesto, con fe en Dios, y con una preocupación desinteresada por los demás, puede hacer que la vida sea verdaderamente maravillosa."


Me gustaría también dedicar esta entrada a algunos lectores de este blog: A Nemo, a Mr.Lombreeze, a abril en París, a X, y a Anro, donde quiera que esté.


Se me olvidaba: ¡Feliz Navidad!

IT'S A WONDERFUL LIFE

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