jueves, 10 de diciembre de 2015

RESCATANDO ENTRADAS XXIV: Cenizas De Amor (1941) de King Vidor

  de Ethan.
Dirección: King Vidor.
Intérpretes: Hedy Lamarr, Robert Young, Ruth Hussey, Van Heflin.

¿Quién no ha tenido alguna vez en su vida una crisis existencial? Harry Pullham, con algo más de 40 años, se encuentra en
esta situación y King Vidor la describe de forma excelente, alejándose deliberadamente de los melodramas que se realizaban en Hollywood en aquella época, como evasión de la guerra que asolaba el mundo. Y es que Vidor le da una vuelta de tornillo
(más de una) a la famosa crisis de los cuarenta.
Para Harry Pullham (Robert Young) cada día es una repetición exacta de la jornada anterior. El merito de Vidor es mostrar las actividades cotidianas de Harry y que el espectador sienta que son rutinarias aunque sea la primera vez que las ve en pantalla. La serie de planos que Vidor coloca en el comienzo de la cinta demuestran cómo dominaba el lenguaje cinematográfico. Así el protagonista beberá su zumo de siempre en el desayuno, se comerá el
huevo pasado por agua y lo partirá con el cuchillo casi sin darse cuenta de lo que está haciendo. En una memorable secuencia Harry, de espaldas a la ama de llaves, extiende su mano como si fuera un autómata para que la sirvienta le coloque dos cacahuetes que más tarde él echará a las ardillas del parque, de camino a su trabajo.Trabajo al que llega a las nueve en punto según anuncia un reloj que podemos ver al fondo del plano. Y es que King Vidor
planifica todo al detalle. 
Sólo una invitación a comer de un antiguo compañero de la universidad alterará la rutina y provocará toda la acción posterior. Se trata de celebrar el 25 aniversario del fin de carrera y proponen que Harry sea el encargado de escribir un breve resumen de la vida que ha llevado cada compañero. Como es lógico empieza por la suya. A partir de aquí Vidor nos muestra, gracias al flash back, como la vida del pequeño Harry estaba ya planificada desde el momento de su nacimiento. Ese día, su padre (Charles Coburn) hace ya una reserva para un colegio privado donde ingresará su
hijo… ¡Dentro de 12 años! Cuando llega a esa edad el primogénito de los Pulham recibe unos consejos que son para enmarcarlos: “Si algún día te ocurre algo desagradable, procura que nadie se entere” le dice un grave Charles Coburn.
Una llamada de su antigua novia interrumpe sus recuerdos y hace que la crisis se desate. Ella le pregunta si es feliz, la misma pregunta que varias personas le formulan a lo largo de la cinta, él siempre responde por obligación, como si la respuesta fuera obvia, “Claro que sí”


Pero el genial director nos transmite la sensación de que Harry se encuentra fuera de su cuerpo, oyéndose a si mismo, respondiendo afirmativamente, cuando sabe que no es verdad, que siente haber perdido el tiempo con su vida y que siempre ha hecho lo que los demás querían que hiciera.


¿Cómo lo hace Vidor? No sé, la he visto varias veces, aún no he podido averiguarlo, sólo puedo asegurar que cada vez descubro algo nuevo como las frases que pronuncia Harry cuando escribe su curriculum, después de esos 25 años:
“Esto más bien parece la inscripción de una tumba, a lo mejor es que estoy muerto”. Y es que se ha casado con Kay (Ruth Hussey) a la que no quiere, pero que era la preferida de su madre, y se encarga del negocio de su padre en Boston, en vez de ser un publicista en Nueva York trabajando con la mujer que amaba.


“¿Por qué las cosas que han sido las más importantes en la vida de un hombre no se pueden escribir en un curriculum?” se pregunta Harry cuando distraído comienza a escribir sobre su antigua novia, Marvin (Hedy Lamarrguapísima). 


Como estas frases, hay multitud de detalles de buen director y de guionista.
Así cada despedida entre Harry y Marvin parece la última, siempre hay una mirada desesperada o una puerta medioabierta o un hueco de escalera vacío; Vidor hace que a Robert Young sólo se le vea feliz, silbando, cuando ve inminente la llegada de su amada; el director resalta el movimiento de la nuez de un sacerdote en el momento crucial de una boda o nos presenta las 
mismas actividades rutinarias que hemos visto al principio, pero alteradas completamente cuando Harry se encuentra
en plena crisis . 
Todo esto provoca que King Vidor realice una película de autor redonda.
La resolución final es lo que marca la diferencia entre una buena película y una obra maestra que perdurará a través de los tiempos. El encuentro entre Harry y Marvin después de tantos años y la constatación de que nada volverá a ser igual que antes (hasta su canción suena horrible en el tocadiscos) es memorable. El falso final feliz deja un poso de amargura en un film, que por lo ambiguo de la conclusión, merece estar en la cima del séptimo arte, donde hace ya tiempo que se encuentra.

Texto de Fernando de Cea (Ethan de "El blog de ethan" para los amigos).

5 comentarios:

David dijo...

Gracias a Ethan por dejarme rescatar su estupenda entrada.
De todas formas, me toca decir que por muy bien que esté o hubiera estado la entrada de Ethan, o de algún otro blogger que hubiese traído, esta es una de mis películas favoritas. Cada vez que la veo me gusta más, y creo que es una de las mejores de King Vidor (lo cual ya es decir mucho) y otra de sus obras maestras.
Así que suscribo lo que acabo de leer en este enlace. : " Lo que adoro de "Cenizas de amor" de King Vidor es que después de todas las veces que la he visto, la película nunca parece perder su relevancia. La forma en que examina las amistades, el amor, el trabajo y la batalla de la vida diaria a través de los ojos de un tipo que creció en un buen entorno familiar y que solo vive su vida tratando de ser una buena persona, siempre me inspira."
A mí me ocurre algo parecido. Una gran-gran película. Como ya he dicho, de mis favoritas entre todas las que he visto. Más que recomendable. Si continuo con este blog, supongo aparecerá por aquí en otra ocasión.

abril en paris dijo...

Pues gracias a los dos, a Ethan por reseñarla y a tí por rescatarla. No la he visto pero el resumen del argumento es de lo más atractivo. De esas que no hay que perderse.¿Qué tendrán éstas pelis que nos fascinan y que puedes ver cientos de veces y seguir amándolas? ¡Ay el cine, qué grande..!
Apuntada queda.

Salucines

JLO dijo...

la crisis a esa edad no es un invento, no por nada es la edad donde mas divorcios se producen... quizá por todo eso que le pasa al personaje y por mas cosas...

tampoco la vi y parece atractiva por lo planteado... lo intentaré entonces.... salu2....

ethan dijo...

¡David al rescate!
Bueno, muchas gracias por colgar la reseña. Sólo me queda recomendar la película, para mí también es de las mejores de Vidor.

V dijo...

Pues me alegro del rescate...ante películas como esta normalmente me bloqueo y no se muy bien que decir...sublime, obra maestra, cualquier adjetivo termina pareciéndome tan cierto como tópico y no sé que decir...o eso o bien me daría para una tesis, así es Vidor.
Es una maravilla...tampoco se si es la mejor o la que más me gusta de Vidor...me niego a hacer un ranking de sus películas. Hace tiempo que no la veo, pero que bien estan todos, que bien filma Vidor, cuantas cosas resultan tan cercanas a uno mismo, cuanto se dice y cuanto puede uno atrapar entre silencio y silencio. Un abrazo

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