Yo no fui un niño de esos que iba al cine a ver sesiones dobles, o que devoraba todos los libros de la biblioteca familiar uno tras otro; para empezar porque en mi casa no había una
"biblioteca familiar".
Salvo contadas (y muy recordadas) excepciones, no empecé a ir al cine hasta los 14-15 años. Y sí, empecé a leer libros con 11 ó 12... pero si había algo que leía por encima de todo era tebeos. De cualquier género...
Desde que puedo recordar mi niñez, el tiempo en el que podía leer tebeos o ver la televisión sin límite de horarios o de cualquier otro tipo estaba establecido en los fines de semana y los días festivos (vacaciones y demás). De lunes a viernes, en casa de mi madre no tenía tebeos. A veces había alguno, pero a ella no le gustaba que los leyera... y después de ver el programa infantil de turno o que apareciera aquello del monstruo Casimiro, había toque de queda y ya estaba en la cama tras una rápida ducha y una cena que consistía invariablemente en huevo y salchicas o una tortilla a la francesa día sí/día también.
Pero los fines de semana iba a casa de mis tíos y aquello era algo totalmente distinto; allí tenía para leer todos los tebeos que mi tío me compraba (y jamás puso pegas cuando yo le pedía dinero para comprar uno)... y podía ver toda la televisión que quisiera. Vamos, que veía con ellos las películas de Sábado Cine da igual los rombos que tuvieran... y bueno, como os he dicho, me pasaba las horas leyendo y ordenando mis tebeos una y otra vez y nadie decía nada. A lo sumo mi tía comentaba algo como "este niño está mal; se ríe solo" cuando me encontraba carcajeándome con algún Mortadelo, pero mi tío, al contrario, trataba de aprenderse hasta los nombres de los personajes y me preguntaba por ellos (o así lo recuerdo; tal vez era yo quien le hablaba de ellos y él se limitaba a escucharme).
Uno de los tebeos que con más cariño "recuerdo" fue un albúm de
Tarzán que me compraron en un kiosko de Alicante. Era de formato apaisado... pero desgraciadamente no recuerdo qué tebeo fue, ni si el autor era
Hogarth o
Manning. Da igual. Me pasé horas leyéndolo y admirando sus viñetas. No sé qué fue de él. Pero cuando unos años después anunciaron una serie de dibujos animados basada en el personaje, me dispuse a verla esperando "recuperar" las sensaciones que me provocaron la lectura de aquel tebeo que ya había perdido. ¿Y qué pasó?
Bueno. Pues vi los dibujos de Tarzán porque ya os he dicho que si hice algo durante mi infancia fue leer tebeos y ver televisión (sí; también jugaba al fútbol en el colegio, andaba en bici y me tiraba horas en la calle jugando a otras cosas... pero eso no viene ahora al caso)....
Como os iba diciendo...vi los dibujos de Tarzán y me encontré con que repetían una y otra vez las mismas imágenes de Tarzán corriendo, o saltando de liana a liana, o nadando...
La serie era entretenida (y más para un niño que se tragaba cualquier cosa televisiva con dibujos, como era mi caso), pero no me maravilló como aquel tebeo apaisado.
Casi agradezco no haber pillado la versión que emitieron por aquí con aquel:
"En la selva yo nací/Oh Tarzán, Tarzán/ A mis padres nunca conocí, etc...)
Pero si tuviera que hablar de una serie de dibujos animados que repetía una y otra vez las mismas escenas (y no, no me refiero al truco de los personajes de Hanna-Barbera pasando por el mismo decorado una y otra vez), no tengo más remedio que hablaros de otra serie que supuso una pequeña decepción para el lector-espectador que fui de niño (a pesar de que hiciera la colección de cromos de la serie).
Y es que si la comparaba con los tebeos que leía de
Spider-Man... No sólo era por la eterna imagen de Spider-Man balanceándose por la ciudad con su red una y otra vez sin variar de postura...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeOIztYa_DoEQz91AXFOO9BDbiDDCzXVMBypamW_enk6xMrKXNe_YWI1ylCYFewCUeGtf6md7xvcim5_ejPh-RAcRIF-sWFdsJNBTp3YKvJCJmdhZkhGXJdCCKzmJ6r4YSY1u0u_kk9AmQ/s320/weinspidey2.jpg)
Es que las
historias de los tebeos eran "dramáticas" y a mí me "sonaban" a cosas
auténticas. Sí, vale. Todo lo auténtico que puede sonar una serie de tipos en pijama, lo sé... pero me refiero a cosas como que Peter Parker abriera la nevera y la leche estuviera agria porque llevaba varios días sin ir por casa (situaros en la mente de un niño). Y bueno, el traje sin terminar que exhibía la serie, así como el arte de la misma palidecía frente al traje de los tebeos (que al menos tenía todas las rayas), o el arte de gente como
Ditko,
Romita, Kane o
Andru.
Por otra parte, los episodios de la serie animada eran autoconclusivos, mientras que en los tebeos las historias "
continuaban"... y esa sensación de agónica espera por saber cómo nuestro héroe saldría de ahí y atraparía al villano de turno desaparecía en la serie.
Así que si comparaba los tebeos con sus adaptaciones a series televisivas... la televisión salía perdiendo en dos de dos.
Pero ¿y con una serie de imagen real? ¿Podía variar la cosa?
Pues en el otro caso que puedo recordar de mi niñez... tampoco. La serie de
El increíble Hulk (o la Masa, ahora no recuerdo cómo la llamaron ) era otra cita
"imprescindible" de ...¿los domingos? Pero aparte del
meláncolico tema de su repetitivo final y de la mecánica de la serie, poca mella tuvo en mí comparada con la que me hizo la serie de tebeos sobre el personaje.
No es sólo que la Masa de los tebeos hablara (aunque no tuviera mucho que decir)... es que sus historias eran más variadas e increíbles (como correspondía al nombre del personaje).
Aunque no quiero engañaros... en el caso de esta serie ya lo había visto venir, porque un año o dos antes había ido al cine con mi tío a ver lo que supongo que sería el episodio piloto (en el que la Masa aterriza un avión...pilotándolo!!!) Qué diferente del tebeo en el que unos terroristas secuestran un avión y él sirve de escudo cuando este cae en picado.
Debo decir que en los casos en los que las adaptaciones partían de la televisión a las páginas de los tebeos... la cosa era distinta. Disfruté más con los dibujos de Bugs, Tom y Jerry, los Picapiedra o la Pantera Rosa que con los tebeos que leí de esos personajes.Pero no sé por qué... las traslaciones de esos personajes a las páginas de tebeos me resultaban más llevaderas que las de los de tebeos a la pantalla de televisión.
Que las cosas cambiaron cuando descubrí la serie animada de Batman ya lo sabéis por mis anteriores entradas... Y desde entonces... Bueno... a veces he visto algo de episodios sueltos de nuevas versiones animadas de otras series de tebeos (incluídas dos de Spider-Man) y... pues tal vez no sean tan decepcionantes como las que ví de crío... no lo sé... ya no las veo de la misma forma (excepto aquellas en las que trabajaron
Timm y compañía), pero aún así...
... cuando me ha gustado un tebeo, no me muero de ganas por ver su adaptación televisiva (ni a dibujos, ni a imagen real). Puede que la adaptación no esté de todo mal, pero por si acaso, y aunque las decepciones no van a ser como las que sufrí de crío, prefiero mantenerme al margen. Tal vez por eso no haya visto (ni creo que lo haga) la serie de
Los Muertos Vivientes. Pero el cómic me gustó.