SÁBADO, 17 DE FEBRERO DE 2007
Su majestad Helen Mirren
Siempre que veo a la reina de
Inglaterra, pienso en Linda Ronstadt.
¿Qué tienen en común el amor imposible de Philip K. Dick y la persona que quizá ordenó la muerte de Diana de Gales? Bueno, a pesar de que Estados Unidos ha luchado dos guerras mundiales contra el país de Goethe, después de Inglaterra, Alemania es la principal nación de origen de los norteamericanos. (Not many people know this) Demasiados para encerrar en campos de concentración, como hicieron con los japoneses-americanos. Linda Ronstadt, como su apellido sugiere, es de origen alemán, (también inglés y mexicano).
La familia de Isabel II se
llamaba Hannover antes de la primera guerra mundial, y casualmente
procedían del territorio alemán del mismo nombre. (Teniendo en cuenta que los
alemanes estaban matando ingleses a miles en Flandes, un asesor de imagen decidió
que no era de cajón que los reyes de inglaterra lucieran apellido alemán, y
cambiaron el apellido a Windsor, una familia famosa por sus pinceles y sus
dibujantes de cómic, y que suena razonablemente inglesa...)
Pero ése no es el motivo por
el que conecto a Linda y a Isabel. En realidad la conexión es Michael
Caine.
En su libro de memorias,
Michael Caine cuenta cómo cuando vivía en California, allá por los setenta, fue
invitado a una cena en la que el invitado de honor sería la reina de
Inglaterra.
Caine se presenta a sí mismo
como un hombre de ideas progresistas y no especialmente monárquico. Tuvo una
infancia difícil y unos comienzos muy humildes en los que sufrió el feroz
clasismo que imperaba en la Inglaterra pre-Beatles, y su terrorífica experiencia
en la guerra de Corea seguramente le curó de cualquier vena patriotera que
pudiera haberle quedado en el cuerpo.
Sin embargo, como buen inglés,
Michael Caine fue a la cena encantado, y quizá se sintió un poco decepcionado
al ver que no le sentaban al lado de la reina. Entre la soberana y él estaba un
político americano, que era la autoridad local más importante en la cena. La
primera parte de la cena transcurre con normalidad y cierto aburrimiento. Ni
Michael Caine ni la reina disfrutan con la conversación de los comensales que
les han tocado al lado. De repente, él oye una voz que le llama "Mr.
Caine...Mr. Caine..." Se vuelve y ve que la reina se está
asomando por detrás del político americano para dirigirse a él. Michael Caine
sonríe y se inclina un poco para oír lo que ella quiere decirle. ¿Y qué quiere
decir a Michael Caine una sonriente reina de Inglaterra?
"¿Por qué no me cuenta
un chiste?"
Resulta que Michael Caine,
además de un actor extraordinario, es una persona simpática y agradable, así
que por supuesto que se sabe chistes, y seguro que los cuenta con mucha gracia.
Así que la velada transcurre agradablemente, con Michael Caine contando chistes
y la reina de Inglaterra disfrutándolos.
Bueno. Se ve que Linda
Ronstadt tambien estaba presente en esa cena. De hecho, por entonces era la
novia del político sentado a la diestra de Isabel II. La etiqueta de las cenas
obliga a las parejas a sentarse separadas, de modo que ella estaría situada en
alguna otra parte de la mesa, (había decenas de invitados, claro). De vez en
cuando, quizá porque ella también se aburría, Linda se levantaba e iba a ver a
su novio para ver cómo le iba. En una de esas visitas, se le ocurrió probar lo
que él estaba comiendo en ese momento. Se inclinó hacia delante y, para guardar
el equilibrio, apoyó una mano en el hombro de la reina de Inglaterra.
Michael Caine cuenta que nunca
vio a nadie moverse tan rápido. La reina lanzó hacia atrás su brazo y dio un
codazo a Linda Ronstadt que por poco la tumba. Devastador. Como David
Carradine en Kung Fu. Linda Ronstadt soltó un quejido, y en
adelante se cuidó mucho de rozar siquiera a la reina.
La interpretación que hace
Michael Caine de toda la anécdota, y la mía, difieren sustancialmente. Creo que
Michael Caine está haciendo un guiño afectuoso a la monarquía británica, que de
cerca resulta tan campechana(1) y sencilla, que no le importa pasar una cena
escuchando chistes de un actor inglés de origen humilde. En contraste, están
las groseras estrellas de rock americanas, como Linda Ronstadt, (en los setenta
sí era una estrella) que hacen cosas vulgares como probar la comida del plato
de otro y apoyarse confiadas en el hombro de jefes de estado. Para Caine, el
codazo de la reina es un recordatorio de que la realeza aún conserva algo de la gravitas de
origen divino que va con el cargo, y que obliga a mantener las distancias entre
los monarcas y la gente ordinaria.
Quizá Linda Ronstadt es un
poco maleducada. Al menos peca de demasiado natural. No se planteó que pudiera
ser incorrecto tocar a la reina de inglaterra, ni comer del plato de su amante.
Y francamente, si tuviera que elegir entre Linda Ronstadt e Isabel Windsor
antes Hannover, me quedo con Linda Ronstadt. Linda me hace feliz cuando
canta Rock Me on the Water o Mohammed's Radio. La reina de inglaterra sólo me hizo moderadamente feliz
una corta temporada que trabajé limpiando mesas en Inglaterra, y veía su cara
en los billetes que cobraba.
Para mí, la actitud más
grosera de la noche fue la de la reina. Quizá inconscientemente, puso a Michael
Caine en su lugar, y da la impresión de que él ni lo notó. La reina nunca había
hablado antes con Caine, de modo que no es como si ya se hubieran dicho todo lo
que tenían que decirse. Podría haber inquirido por su larga carrera artística,
por sus orígenes humildes, por su experiencia viviendo lejos de Inglaterra.
Podrían haber hablado del tiempo, como los ingleses del tópico. Pero no.
La reina le pidió a Michael
Caine que le contara un chiste.
Para ella, Caine era un
cómico. La gente como él tiene que saber chistes para poder entretener a la
gente como ella. Para eso están los cómicos desde los tiempos medievales.
Se puede pensar que su
petición era un simple intento de amenizar una cena tediosa. ¿No tienen derecho
los reyes a aburrirse también? Eh... sí, claro. Pero ella NO se ofreció a
contar chistes. La reina no contó ninguno, de hecho. Todo el trabajo fue para
Michael Caine.
Contar chistes es como el
sexo. Si todo el esfuerzo lo pone una sola parte, hay alguien que disfruta
mucho, y alguien que se siente utilizado.
(1): ¿por qué le gusta tanto a
la gente que los reyes sean campechanos? La monarquía es una institución
antidemocrática e históricamente tan dañina como la viruela. Sin embargo, si el
rey es campechano, se le perdona todo. ¿Qué pasaría entonces con los dictadores
fascistas campechanos? ¿O los inquisidores campechanos?"Sí, ha quemado
otros dos mil herejes y sodomitas en la hoguera, pero me sigue cayendo genial.
¡Es tan campechano!
Publicado por Nadie nadie
9 comentarios:
Esta entrada me encanta. Me reí mucho cuando la leí en su día. Y volví a reírme cuando la leí una segunda vez pasado un tiempo. Y además de divertida, es una acertada reflexión (que además comparto).
He contado la anécdota de la entrada algunas veces, y sigo riéndome al contarla...
El autor de la entrada solo hizo dos en su blog... en realidad una entrada de introducción y esta...
y lo dejó morir. Dudo que vuelva a actualizarlo. A veces lo he encontrado comentando en otros blogs (o incluso en este)...aunque hace tiempo que le he perdido la pista...Una pena... porque si sus entradas hubieran sido parecidas a esta, seguro que disfrutaría muchísimo de su blog...
Para ser más exactos, la familia de Isabel II no se llamaba Hanover (eso eran los Jorges), sino Saxe-Coburg and Gotha, lo que sonaba aún peor en 1914.
El Kaiser Guillermo II al enterarse del cambio demostró un insospechado sentido del humor al comentar: "Ah, la otra noche vi una representación estupenda de "Las alegres comadres de Saxe-Coburg and Gotha""
-Anónimo: Gracias por la aclaración. Qué campechano ese Kaiser (jaja).
Supongo que la entrada te ha gustado, ¿no?
Un saludo.
Muy buena, jaja. Me la he leído pensando que al final diría que era todo mentira, pero no, fue verdad.
De acuerdo con las reflexiones.
Esta gente tiene que llevar una vida tan aburrida que reunirse con gente normal tiene que ser para ellos algo de lo más emocionante.
Eso sí, lo del chiste...
Ese blog, entonces, puede tener el record de la vida más corta ¿no?, pues es una lástima, sí.
Un abrazo.
-Blue: A menos que las memorias de Michael Caine sean ficción, ya ves que fue verdad ;-)
Ya habrá algún otro blog que igual se extinguió con una sola entrada (este llegó a dos al menos). Pero una lástima, sí. A veces he leído a su autor comentarios que me parecieron interesantes en otros blogs, y después de esta entrada... pasó por aquí y dijo que prefería leer a escribir... En fin...
Un abrazo.
Jajaja pues sí que es graciosa "su graciosa majestad ".. pero ¿ qué tendrán los reyes para los plebeyos con acento cockney que tanto les seducen ?, De todas formas no me imagino a Isabel II riendose a carcajadas, si acaso haciendo una mueca no se la fuera a caer la corona..;-P
Lo de Linda un poco arriesgado ¿no?
Saluditos
P.D. Por cierto sabias que, no solo la real familia cambio el apellido, tambien Michael tuvo que cambiar el suyo que era Micklewhite, primero por Scott y luego por el definitivo Caine, por El Motin del Caine. ;-P
-abril: No veo yo muy graciosa a la familia real británica, y a "su graciosa majestad" (me ha gustado eso), tampoco (jaja)
La pobre Linda no sabía dónde se metía...
Saluditos
PD: Ahora que lo dices recuerdo algo, sí. No recordaba sus apellidos pero sí eso del cambio y lo del Motín del Caine.
A nadie Nadie alguien debería hacerle un documental, como el de Sixto Rodriguez. Algo así como un tipo que se tropieza casualmente con Safari Nocturno y encuentra el rescate de una entrada de hace años de un tipo con un blog de solo dos entradas, pero muy buenas. Y a partir de ahí sigue su pista por los comentarios en otros blogs hasta descubrir...
Me alegro del rescate. Un abrazo
-V: Voy a tener que ver el documental del que todos habláis (Oscar aparte)... Y el caso es que me suena que hace unos años escuché varios temas de Sixto Rodríguez en no recuerdo qué blog (creía que el del misántropo, pero no sé).
Pues la verdad es que seguir la pista de algún buen autor de blog(s), sus comentarios en otros blogs, sus entradas, etc... daría para un documental, sí.
Me alegro de que te haya gustado.
Otro abrazo.
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