domingo, 16 de mayo de 2010

SAFARI EN PAUSA.

Esta entrada es sólo para avisaros de que durante un mes (o algo más, tal vez) voy a estar ausente de este blog y también de los vuestros.
No me voy de viaje (ya me gustaría, ya), no estoy enfermo (más allá de mi enorme desequilibrio mental) y no voy a cerrar el blog (ya lo siento).
Así que si veis que no aparezco dejando comentarios por vuestros hogares no os preocupéis; como si fuérais a hacerlo por otra parte (onomatopéyicas carcajadas).
Hasta pronto.

viernes, 14 de mayo de 2010

"SOBRE EL ESTILO CINEMATOGRÁFICO DE CHAPLIN". PARTE III (Y FINAL).

McBride: Sus películas se han comparado con las de Buster Keaton en ciertos aspectos, por la simplicidad visual, la falta de ornamentos. ¿Le gustan las películas de Keaton?

Hawks: Me gustan las de Keaton. Pero Chaplin es el mejor de todos.

Mc Bride: Yo hubiera dicho que usted prefería a Keaton, porque Chaplin es muy sentimental, y Keaton es algo más duro, como los personajes que hace usted.

Hawks: Bueno, yo no sabría hacer algo sentimental, y por eso lo aprecio más.
(Para Ethan)

Extraído de Hawks según Hawks de Joseph McBride. Traducción de Monserrat Tiana Ferrer.




"La vida es una tragedia vista en primer plano, pero una comedia si la vemos en plano general".

Charles Chaplin.


Charles Chaplin no es mi director de cine favorito, pero sí mi cineasta favorito sin discusión.

¿ No es soprendente el tiempo que este hombre estuvo realizando obra maestra absoluta tras obra maestra absoluta?

Y poco más que añadir. En realidad pienso como muchos de los comentarios de la primera entrada y tres comentarios del post anterior (excepto en lo de Keaton y lo de que Chaplin cuidaba la más el "fondo" que la "forma"; para él me parece que no había tal distinción, Mr. Lombreeze)

Así que voy a ahorrarme todo el texto que pensaba preparar defendiendo el maravilloso estilo cinematográfico de Chaplin y os dejo con una galería de imágenes de algunas de sus películas (con lo que transmiten estas, poco importa que la cámara se moviera así o asá).



























Y por último... Cuando vayáis a ver City Lights, recordad lo que le pasó a Borges , a quien por no saber apreciar la belleza del film, los dioses dejaron ciego.
Espero que no seáis tan ciegos como él.

jueves, 13 de mayo de 2010

"SOBRE EL ESTILO CINEMATOGRÁFICO DE CHAPLIN". PARTE II


"Eisenstein lo hace por medio del montaje. Max Ophuls lo hace con fluidos movimientos. Chaplin es todo contenido y poca forma. Nadie podía rodar un film de un modo más pedestre que Chaplin." ... y... "En Eisenstein todo es forma sin contenido mientras que en Chaplin sólo hay contenido sin forma".
Stanley Kubrick.

(Lo cierto es que me da pena que Anro esté de vacaciones y no pueda ver este post, porque esta es otra para demostrarle lo equivocado que puede estar a veces su San Kubrick. Recuérdaselo cuando vuelva, Josep.)


Extraído de la red, pero las había leído hace bastantes años en otros libros, así que tenéis mi palabra de que tienen fuentes fidedignas.

Bob (Robert Aldrich) pensaba que Charlie estaba pasado de moda. Bob quería montones de diferentes posiciones de cámara: travellings interminables, planos a través de la chimenea, planos a través de la ventana con la lluvia cayendo por los cristales (...)
Todo lo que Charlie detestaba al hacer películas.



Charlie creía en las planificaciones sencillas. Insistía en que el público nunca debía confundirse en la localización de una escena, especialmente en la comedia (...)



Los primeros planos debían usarse sólo para dar énfasis; un uso abusivo destrozarían su impacto. Las script-girls eran un dolor en la existencia de Charlie. No podía soportarlas preocupándose por sus pequeños detalles de continuidad. Algunas veces, sólo para frustrar a la script-girl y a Bob, cambiaba el fondo de un decorado en una misma escena.
"¡No es lo mismo!" gritarían. "Si eso es lo que están viendo durante esta escena", replicaba Charlie, "entonces, mejor lo dejo - No tengo película".

Mirad la escena "Puedo andar" de Claire en "Candilejas" y comprobaréis cómo Charlie intercala tres posiciones de cámara. Cada vez que lo hace, las fotos de las paredes son diferentes. No le importaba. La preocupación de Charlie era la mejor toma de Claire, no las malditas fotografías.


Extraído de Remembering Charlie de Jerry Epstein. Traducción libérrima y carente de continuidad de un servidor.


Por último, un comentario sobre Chaplin del que tal vez sea mi director favorito: King Vidor

"cuando trabajaba en un nuevo guión, interpretaba todas las escenas en una esquina del restaurante, ante sus amigos. Siendo en el fondo un actor, creía que el valor de una escena se juzgaba de acuerdo con las posibilidades que ofrecía al intérprete antes que desde el punto de vista del realizador".
Mis diez años con Chaplin. King Vidor


Extraído del libro de Charles Chaplin de Esteve Riambau.

miércoles, 12 de mayo de 2010

"SOBRE EL ESTILO CINEMATOGRÁFICO DE CHAPLIN". PARTE I

El director de fotografía Karl Struss, que sustituyó a Rollie Totheroh durante el rodaje de El gran dictador, también intervino en Candilejas y, a partir de esta experiencia, pudo afirmar que "Chaplin no tenía ni idea acerca de la dirección de la cámara, sus films eran completamente "teatrales". Trabajar con él era muy rutinario; simplemente colocabas la cámara, la ponías en marcha y él y los otros intérpretes actuaban delante. Nunca intentó obtener efectos cinemáticos. En una o dos ocasiones le dije que intentaría hacer un esfuerzo para hacer un movimiento de la cámara (...) pero quería empezar a las diez - siempre empezaba a trabajar a las diez - y dijo que íbamos demasiado lentos."

Karl Struss a Charles Higham, Hollywood Cameramen


" Un día, me llamó para mostrarme las tomas de rodaje de Monsieur Verdoux. A la tercera toma en el transcurso de una panorámica, aparecía un eléctrico en campo. Chaplin me había pedido mi opinión y le dije que la cuarta toma me parecía la mejor. "¿Por qué no la tercera?", me dijo. "Porque aparece un eléctrico en campo". Vi cómo se levantaba y gritaba encolerizado: "¿Cómo te has dado cuenta? Eso es que no me mirabas en la pantalla. Los espectadores sí que me mirarán."

Robert Parrish a Bertrand Tavernier, Amis américains.

"... su estilo no sufrió ninguna evolución: no hay apenas diferencias entre La condesa de Hong Kong y Una mujer de París, entre Candilejas y Luces de la ciudad, por lo menos sobre el plano técnico. Cincuenta años de cine no parecen haber tenido la menor influencia sobre sus ideas, sobre su concepción de la puesta en escena. Siempre hay la misma fotografía plana, unidimensional, en la que se han eliminado los contrastes y las sombras, la misma planificación funcional que jamás destaca el decorado."

Jean-Pierre Coursodon y Bertrand Tavernier, 50 ans de cinéma americain.


"Charlot hace diez años podía proporcionarnos una gran alegría poética. Hoy, ya no puede competir con Harry Langdon. Los intelectuales del mundo lo han estropeado, y por eso, ahora intenta hacernos llorar con los más vivos lugares del sentimiento."

Luis Buñuel, La Gaceta Literaria, 15 de abril de 1929.

Textos extraídos del libro "Charles Chaplin" de Esteve Riambau.

(...) En realidad, en la que creo realidad, este vitadísimo film del espléndido inventor y protagonista de
La quimera del oro no pasa de ser una lánguida antología de pequeños percances, impuestos a una historia sentimental. (...)

Objeciones más generales pueden aducirse también contra City Lights. Su carencia de realidad sólo es comparable a su carencia, también desesperante, de irrealidad. Hay películas reales – El acusador de sí mismo, Los pequeros, Y el mundo marcha, hasta La melodía de Broadway-; las hay de voluntaria irrealidad: las individualísimas de Borzage, las de Harry Langdon, las de Buster Keaton, las de Eisenstein. A este segundo género correspondían las travesuras primitivas de Chaplin, apoyadas sin duda por la fotografía superficial, por la espectral velocidad de la acción, y por los fraudulentos bigotes,
insensatas barbas postizas, agitadas pelcuas y levitones portentosos de los actores. City Lights no consigue esa realidad, y se queda en inconveniente.  
Extraído de la crítica de Jorge Luis Borges a City Lights.

AÑADIDO: En realidad, poco más que añadir. ¿O vais a contradecir al director de la magníficas "Capitán Conan" y "Hoy empieza todo" y a los geniales Buñuel o Borges?
Por mi parte, decir que estimo la figura de Charles Chaplin de un modo similar a la de esos cuatro melenudos de Liverpool. Artistas (por definirlos de algún modo) plenamente sobrevalorados, proclives al gusto popular y que tal vez gozan (gozaron, más bien) de enorme popularidad no por su verdadera valía artística, sino por otros motivos en los que será mejor no entrar.

Y por último, y para aquellos que no me conocéis en persona y no sabéis de mis gustos, recordad antes de que dejéis vuestros comentarios lo que Nemo Nadir escribió una vez en este blog: " (...) la ironía no suele funcionar por escrito."
Pero ya veis que no sigo su recomendación e insisto en mis errores (demostradle que he hecho bien en esta ocasión al menos).







martes, 11 de mayo de 2010

UNA MENTIRA DIRIGIDA POR JOHN FORD.

"Normalmente, cuando se rodaba un western, tan pronto como un caballo se aliviaba, el director, por una razón que ignoro, gritaba "corten", y alguien se apresuraba con una escoba y una pala a recoger la cagada. Vea cualquier western, incluidos los de Ford, y le apuesto a que no ve ni una en el suelo."
Joseph L. Mankiewicz a Michel Ciment.

En realidad, todo lo que dirigió Ford era mentira. También sus documentales.
Es más, creo que todo trabajo audiovisual que ha seguido un proceso de elaboración (incluido el documental) no deja de ser una "ficción", que por mucho que lo pretenda no va a ser fiel a la "verdad". Incluso la grabación de un suceso por una cámara sin ninguna edición en su imagen pierde su veracidad depende del contexto en el que se transmita.
¿Recuerda alguien aquellas imágenes en las que la cámara recogía un misil y la información decía que eran del día anterior en una determinada guerra cuando en realidad tenían varios años y reflejaban otro conflicto?
Así que ya va siendo hora de que en lugar de "una película de..." los créditos digan "una mentira de..."

A pesar de lo cual, y como afirman en el libro con el que me tengo que atragantar este mes, poco importa que las películas o los documentales sean "ficción", porque "la ficción (...) limpia el mundo imperfecto y nos hace disfrutar la realidad en un plano más profundo, elevado, verdadero, despojado de las ilusiones y engaños que nos impiden ver la auténtica naturaleza". Así que, después de leer esto...

...qué importa que West Point fuera una academia militar en la que las "novatadas" de los cadetes eran crueles, violentas e indignas del prestigio que acompañaba el honor y la fama que tenía la institución, que la camaradería entre los compañeros brillara por su ausencia y que al primer cadete negro le hicieran la vida imposible oficiales y compañeros...





Qué importa si la vida de los mineros probablemente se parecería más a la magnífica novela de D.H. Lawrence, Hijos y amantes que a ese valle que era tan verde que filmó Ford.

Qué importa si la vida familiar de John Ford era un auténtico desastre, pasando más tiempo en su "yate de recreo" que en el hogar, y con unas relaciones paterno-filiales muy lejanas y diferentes de las que mostraba su filmografía.




O qué importa que utilizara a navajos para interpretar apaches, sioux o cheyennes, o a un alemán y a un negro (o afroamericano, para que nadie se moleste, aunque con octava de sangre india este último) para que hicieran de jefes de las tribus nativoamericanas.

Y por último, qué importa que Pauline Kael dijera que Las uvas de la ira, "arriba en la mayoría de las listas de las mejores películas de todos los tiempos, parece totalmente equivocada y falsa cuando debería parecer real."
¿Emociona y transmite esa realidad su crítica del modo en el que no lo hace la película de Ford?


Ford sublimaba la vida en sus películas al igual que muchos otros artistas. Y así es como debe ser. Para ver la realidad (o un aspecto de esta) ya tenemos nuestras vidas, pero para vivir las cosas como deberían ser, para eso tenemos a cineastas como John Ford.

lunes, 10 de mayo de 2010

PIEZA BREVE PARA BLOG SOBRE UN POST INEXISTENTE

- Mosquito verde dijo...

Totalmente de acuerdo con tu excelente rseña compa Dani. Cuna de herodes es un Ford de los mejores.

- Supersonicman dijo...

En mi opinión, The long gray line es un Ford menor, si bien tiene momentos muy conseguidos como el que destacas la muerte de Mary O'Donell (coincido en lo de la bellísima Maureen, amigo Dani). Una buena entrada, por cierto.
Saludos.

- Sinapodos dijo...

Macho, es la quinta entrada en un mes sobre Ford. Ya cansas.

- Paranoico dijo...

Digo lo mismo que Sinapodos. Hay más cine que el de Ford (que además no era tna bueno).

- Dani dijo...

- Mosquito verde, Supersonic man, gracias por vuestros comentarios.

- Sinapodos: Tienes razón. Dejaremos a Ford por una temporada ¿Más contento? ; ))

- Paranoico: Ya sabes que hay no vamos a estar de acuerdo.

- Barón gris dijo...

¿alguien ha leído las memorias de Maureen O'Hara? Dice que Ford era un homosexual reprimido y que en cierta ocasión entró en un despacho y le vió besándose con un hombre. ¿Podía ser Wayne?

- Mosquito verde dijo...

¿pero qué dices? Eso es una puta mentira. es la primera noticia que tengo. menudo cuento chino

- Paranoico dijo...

Ya se veía venir. Tanta película de tíos de uniforme.

-DeDukeisdeman dijo...

JOHN WAYNE NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!

- Supersonicman dijo...

Conocía esa información. Vía este interesante artículo. Lo cierto es que sospecho que esa anécdota pudo ocurrir durante el rodaje de esta película (así que el "otro" sería Tyrone Power, respira tranquilo DeDuke). También pienso que tal vez pudo ser más consecuencia de una broma de mal gusto que de esas teorías tan peregrinas que apunta la hermosa Maureen.

- Paranoico dijo...

Cuando el río suena...

- Clarisa dijo...
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- Dani dijo...

Me ha dejado muy sorprendido tu comentario, Baron gris. No daba crédito. Pero si Supersonicman lo dice, será cierto.
Gracias a todos por vuestros comentarios.

domingo, 9 de mayo de 2010

LA CONSUNCIÓN DE LUIS BAUZA

La pensión Elsordo estaba situada a las afueras de la Silado, muy cerca de las chabolas que rodeaban la urbe. En ella solían acabar todos aquellos individuos para los que la pensión era el último refugio antes de acabar siendo engullidos por la pobreza y la miseria callejera de la ciudad.

Su dueña, Manuela Sánchez, la regentaba desde hacía más de veinte años, y seguía teniendo por norma el desalojo inmediato de aquellos inquilinos que se retrasaran más de dos días en el pago.Por este motivo, Manuela Sánchez aporreaba insistentemente la puerta de un hombre que llevaba tres días sin salir de su habitación.

Dentro de aquella habitación, la 27-B, Luis Bauza permanecía acostado en posición fetal, ajeno tanto a los golpes en la puerta como al ruido del tráfico y los gritos que subían desde la calle hasta su ventana. Apenas podía oír sus propios pensamientos. Cubierto por completo con la sábana, trataba de recordar una vez más cómo había acabado por llegar allí y cuándo había comenzado todo el infierno que arrastraba.

Bauza había sido saxo solista y compositor de una pequeña banda de jazz que había adquirido un paulatino reconocimiento como una de las mejores del país, sin duda gracias a sus composiciones y a su manera de interpretarlas. El boca a boca, unido a las cada vez más habituales reseñas favorables en los periódicos no dejaban de mencionar el virtuosismo y la genialidad del saxofonista. El camino para llegar hasta ahí había sido largo. Cuatro discos de escasas ventas y más de doce años en los que su banda, compuesta por músicos algo menos que correctos, había alternado diariamente tanto antros como el Jacaranda con locales como La Caverna, hasta conseguir finalmente el tan ansiado triunfo que suponía para cualquier artista tocar en el Teatro Nacional.
- Esta noche es decisiva, decisiva... - no cesaba de repetir Carlos, el batería de la banda. El resto de los miembros, incluido Bauza, pensaban de forma parecida, pero ninguno de ellos podía suponer hasta qué punto iba a serlo.

Cinco meses después, en la pensión Elsordo, Bauza pensaba una y otra vez que aquella noche fue la noche en la que comenzó su particular maldición, y trataba de reconstruirla en todos sus detalles, intentando encontrar algo que pudiera explicar lo que le estaba ocurriendo.

A pesar de la importancia del concierto, la actuación de Bauza, hasta entonces siempre soberbia, sonó bastante irregular y tuvo que ser maquillada por el resto de la banda. Luis perdía el ritmo, e incluso llegó a desafinar en más de una ocasión. La interpretación de sus temas fue muy diferente de la esperada, y el público reaccionó con silbidos y abucheos.

- No se podía pedir más a un público tan distinguido - dijo Carlos, tratando de quitarle importancia a lo ocurrido.

Tanto Bauza como la banda pensaron que aquello había sido consecuencia del nerviosismo de tener que tocar ante un público al que no estaban acostumbrados, y entre todos decidieron hacer una gira por locales menos selectos.

Pero a partir de aquel día, y al igual que había ocurrido en la noche del Teatro Nacional, no sólo en las actuaciones, sino también en los ensayos, Luis empezó a sonar cada vez más como un principiante o un músico mediocre en el mejor de los casos, que como el maestro que en realidad era.

Y lo más extraño fue que los músicos que formaban su banda, que hasta entonces no habían destacado excesivamente, eran los que salvaban cada noche la función con unas interpretaciones soberbias y algunas improvisaciones dignas de su cada vez más discutido líder. Los aprendices, que durante años no habían destacado y sabían cuál era su lugar, habían alcanzado a su maestro en un tiempo muy rápido, y Bauza, que conocía muy bien los límites interpretativos de sus músicos, estaba tan extrañado por esto como por lo que le estaba ocurriendo a él mismo. Antes de que la cosa pudiera degenerar más, y tan sólo dos semanas después de la actuación en el teatro, Bauza disolvió la banda.

- No sé lo que te pasa, Luis. No sé si es que necesitas unas vacaciones, o si estás enfermo, pero yo en tu lugar iría al médico hoy mismo - le dijo Carlos, durante la comida en la que se despidió de la banda.

Bauza siguió el consejo. A veces notaba una momentánea pérdida de sus sentidos corporales. No duraba mucho, apenas unos segundos, pero le ocurría cada vez más a menudo, y cuando menos lo esperaba. Entonces, veía con dificultad, las imágenes se volvían borrosas, dejaba de sentir el frío metal de su instrumento o no podía escuchar nada en absoluto. Bauza asoció todo eso con el marcado descenso en la calidad de sus interpretaciones, pero los médicos, a pesar de sus explicaciones y de todas las pruebas que le hicieron, no le encontraron nada anómalo.

- Lo que necesita es descansar. Hágame caso. Tómese unas vacaciones y olvídese de los conciertos - le dijo el último médico al que acudió.

Luis Bauza se encerró en su casa y comenzó a trabajar en una nueva composición. En esta ocasión el esfuerzo requerido era mayor que otras veces, y la ansiada melodía parecía eludirlo noche tras noche.

Uno de aquellos días, Bauza decidió tomar ese recomendado descanso y fue a ver a Clara, su hermana pequeña, que había abandonado su carrera musical cuando se casó con Gabriel, un eminente abogado. Cuando llegó a la casa, y tras estrechar la mano de su cuñado, levantó a su hermana en volandas como solía hacer siempre que la veía. La cena transcurrió con normalidad. Luis no quiso comentar los últimos sucesos, pero notó que no sentía el sabor de la comida picante que su hermana había preparado.

Al terminar la cena, pasaron al salón, donde Luis les contó a grandes rasgos que había disuelto la banda, pero sin precisar los motivos, ya que no quería preocuparles. Mientras Bauza y su hermana hablaban, su cuñado Gabriel, que permanecía de pie, comenzó a tocar con un dedo las teclas del piano.

- Gabriel, sabes que no me gusta que toques el piano. Lo desafinas - dijo Clara, para luego volverse y seguir hablando con su hermano.

Su marido pareció no hacerle caso, y volvió a tocarlo, ahora con dos dedos.

Entonces, y mientras Clara hablaba, Luis empezó a reconocer lo que Gabriel tocaba. Era nota por nota la melodía en la que llevaba tantas noches trabajando. Se levantó sobresaltado del sofá.

- ¿Dónde has oído eso? ¿Dónde? - gritó Luis.

- ¿El qué? - preguntó extrañado Gabriel - No sé de qué me hablas. Ya sabéis que yo no tengo ni idea de música.

Luis se quedó pálido. Era cierto. Sabía perfectamente que su cuñado no sentía el más mínimo interés por la música, y, sin embargo, Gabriel había extraído una por una las notas de la composición en la que Bauza trabajaba, una composición que no conocía nadie más.

- Tengo que irme- dijo Luis.

Clara no entendió lo que había pasado, pero Luis no quiso dar explicaciones.

- Tengo que irme. Dejadme salir - repitió con voz angustiada.

Ya en su casa, y al igual que hacía en estos momentos en Elsordo, Bauza repasó una y otra vez lo ocurrido en casa de su hermana. No era un hombre dado a supersticiones, así que desechó cualquier tipo de maldición sobre su persona. Había algo más, algo que no alcanzaba a comprender, pero que tenía que ver con su cuerpo, con sus sentidos, con su esencia como persona.

Recordó paso a paso su entrada en la casa, el apretón de manos de su cuñado, cuando levantó a su hermana por la cintura. Para él, empezaba a estar claro que le estaban quitando algo personal, algo de su interior, y sólo pudo concluir que había sido por el contacto físico. Gabriel le había estrechado su mano, y pensó que tal vez ahí estaba la clave. Con esa idea en mente, Bauza llegó a la conclusión de que de debía aislarse, de que nadie debía tocarle si quería seguir conservando su ser, sus sentidos.

Cada vez salía menos de casa, y cuando iban a verle recibía a sus invitados evitando cualquier contacto físico, con guantes en sus manos, gafas oscuras y una bufanda que cubría casi por completo su rostro.

Así fue como Manuela Sánchez le encontró cuando descubrió la sábana, después de abrir la habitación, cansada de dar golpes.

- ¡No me toque! ¡No me toque! - gritó Bauza.

La dueña de Elsordo dio dos pasos hacia atrás y se apoyó contra la pared. Estaba asustada.
- ¡Váyase! ¡Váyase! No me pague si no quiere, pero váyase ahora mismo.

Bauza se levantó para agacharse al mismo tiempo y sacar un maletín de debajo de la cama. Salíó de la habitación y bajó lo más apresuradamente que pudo las escaleras. Cuando salió a la calle, comenzó a andar entre las callejuelas en busca de la playa. La gente le miraba extrañada preguntándose cómo en un día tan soleado alguien podía vestir de esa forma.
Le costaba andar, y a cada paso que daba, sentía con el calor cómo la ropa se pegaba a su piel.

Al llegar a la playa, se sentó sobre la arena en el rincón más apartado que pudo encontrar. Y una vez más se adentró en sus recuerdos. La primera noche en la que no tocó como debía, el día que abandonó su casa por temor a que le ingresaran en un psiquiátrico, y continuó entrelazando recuerdo tras recuerdo hasta llegar al día en que decidió venir a Silado, con la esperanza de que nadie lo buscara en esa ciudad.

Bauza se quitó la bufanda, abrió el maletín y sacó su saxofón. Lo acarició durante largo tiempo, sin sentir nada en absoluto entre sus dedos, más allá de la angustia que le provocaba no reconocerlo al tacto.

No consiguió extraer ninguna nota del instrumento. Nada. Ningún sonido. Pero permaneció soplando el saxo hasta que no pudo más.

jueves, 6 de mayo de 2010

RECICLANDO ENTRADAS O LOS TRES CAMBIOS DE STEVEN.

El Steven del título no es otro que Steven Spielberg, y los tres cambios hacen referencia a escenas que estaban en el guión de tres de sus películas, que a veces incluso llegó a filmar, pero que desechó finalmente en el montaje y por eso nunca las pudimos contemplar en pantalla. Es más, no tengo el DVD de una de ellas, pero imagino que no saldrá en los extras dicho cambio. Si alguno lo sabe, puede decírmelo.
Las tres películas son (no sólo por orden cronológico) Inteligencia Artificial (2001), Atrápame si puedes (2002) y La Terminal (2004).
Vamos con los cambios que considero importantes en cada una ellas. En toda pelicula se hacen cambios, y en estas hubo otros, pero pienso que no tan significativos como los que señalo aquí.

A.I Inteligencia Artificial, no sólo es la mejor del trío, sino en mi opinión, una de las mejores películas de Steven Spielberg (casi me atrevería a decir que la mejor) y una de las mejores que se han hecho en los últimos diez años. Una obra maestra , me parece que incomprendida en muchas ocasiones. Tan incomprendida, que muchas de los críticas que se hicieron cuando se estrenó, tomaban por "extraterretres" a los robots que aparecen al final de la película. Sin comentarios.
El cambio tiene que ver con ese final que a mí me parece uno de los mejores del cine y que tantas pegas encuentra entre la gente, no entiendo muy bien por qué.
Como ya sabéis, esta historia era un proyecto de Stanley Kubrick. Así que muchos pensaréis que Kubrick habría acabado cuando el niño se lanza desde el rascacielos al agua. No fue así. Kubrick también tuvo la idea de "revivir" a la madre... pero el niño, al contrario que en ese final tan poético que escribe Steven (el guión es suyo, o firmado por él al menos)... se quedaba mirando en una imagen que se repetía una y otra vez cómo los robots del futuro trataban inútilmente de no "perder" a su madre una vez reanimada. A pesar de eso, Steven dice que el final de la película era palabra por palabra el que había pensado Stanley, que las partes "duras" eran en realidad las suyas y las "blandas" las de Stanley. Pero creo que Steven no fue tan fiel palabra por palabra como ha dicho, a lo que tenía pensado Stanley. No sólo en el final, sino en detalles como que la madre no pedía al niño-robot que le preparara un café al al levantarse, sino un Bloody Mary. Con cambios o sin ellos, la película es magnífica. Otro día hablaré más detenidamente sobre ella.

Atrápame si puedes no es tan buena como Inteligencia Artificial. Por poco. Porque es otra estupenda película que también podemos considerar de lo mejorcito de la amplia cinematografía de Spielberg.
¿Qué cambios se realizaron en esta?
Pues unos cuantos importantes, que creo que ayudaron a suavizar bastante el film, convirtiéndolo en esa comedia agridulce de persecución en lugar de algo más serio que tal vez le hubiera dado más realismo, pero le hubiera quitado encanto.
Si recordáis la pelicula, el personaje interpretado por Leonardo Di Caprio, tiene idealizado a su padre (un magnífico Christopher Walken, impresionante su actuación, de verdad)... Su padre le cuenta cómo conoció a su madre.. "Fue en un baile, éramos todos soldados.. Pero allí estaba ella.. Etc." Pues bien. Cuando Tom Hanks atrapa a Leo en Francia, Steven había filmado unas escenas en las que Leo se relacionaba en una cena con su familia materna, y después de que éstos se cansaran oyendo la anécdota de cómo su padre conquistó a su madre, uno de ellos le cortaba diciéndole que tuvieron que casarse porque la dejó embarazada. Sí. Así es la vida, en muchas ocasiones. Pero después de perder a su mujer, tienda, posición y estatus para acabar trabajando como cartero (y no tengo nada contra el gremio.. pero si veis la peli entenderéis lo que digo) supongo que Steven decidió que eso era "rebajar" mucho la imagen del padre.
Es más. Hay otro cambio significativo en la película que ahonda más en esto. Cuando Leo se escapa del avión por el w.c no sabemos muy bien cómo ha desenroscado los tornillos. Pues bien, había una escena previa en la que su padre le explicaba cómo desenroscar tornillos con una moneda (que luego se desechó, claro)... Cuando Leo se entera de la muerte de su padre y va al w.c del avión... el "flash-back" del personaje de Leo consistía en el recuerdo de cómo su padre le enseñaba el truco de la moneda, pero Steven (muy acertado en mi opinión) lo cambió por la imagen del padre bailando enamorado con la madre. Y es que eso es lo que importa al final. El recuerdo que le queda al personaje de Leo es la figura (distorsionada, sí) de su padre, los momentos felices que tuvo con él... Cómo se escape por el w.c no tiene tanta importancia como esto.

Y por último. La Terminal. Pareciéndome una película simpática, entretenida, que se deja ver y no indigna de su director ... no es tan buena como las dos anteriores. Es bastante peor, en realidad. Y a ello puede contribuir tal vez uno de los cambios que hizo en la película. Me estoy refiriendo al final. Como leí en algunas críticas (con las que coincido), La Terminal está más cerca de Capra, que de Kafka.
Podría haber sido una película muy diferente a la que es. Desde luego, la idea daba para un planteamiento muy distinto, la situación por la que pasa el personaje de Tom Hanks daba para un drama casi surrealista, tal vez algo que mostrara la indefensión humana, la incomunicación, que sirviera de crítica a la burocracia, a las leyes ilógicas por las que nos regimos a veces, etc. Pero Spielberg no quiso hacer esa película, sino que optó por un amable tono de comedia, deudor de las películas de Capra, como ya se ha dicho. ¿Qué es lo que falla entonces (en parte, que hay otros fallos que no vamos a discutir aquí)? Pues el final, que fue cambiado, precisamente. Terminar con un final feliz, y hacer que sea creíble para el espectador es una de las cosas más difíciles que hay en el cine .
Pero cuando estás haciendo una "fábula"... creo que puedes permitírtelo... La Terminal es una fábula, y Tom debería haberse quedado con la chica (una guapísima y correcta Catherine Zeta Jones), creo yo. Y Spielberg también debía pensar parecido...pues llegó a filmar ese final alternativo. Tom se iba con Catherine (se quedaba con la chica, vamos).. que dejaba al tío casado que se aprovechaba de ella. Llegué a ver las fotos de los dos en el coche, pero ahora no las encuentro en la red. De todas formas, Spielberg se decidió por el final que ya conocemos. Pienso que hubiera servido mejor a la película el que decidió no usar. Pero es sólo mi opinión.

AÑADIDO: Esta entrada la escribí al poco de empezar el blog, pero me da que ahora correrá mejor suerte que en aquella ocasión (añadid risas a este final de frase).

Y tenéis otra entrada en este blog sólo sobre Atrápame si puedes en este enlace.

domingo, 2 de mayo de 2010

"SÍGUEME"... UN DETECTIVE POCO PRIVADO.

Tal vez no sea una gran película, ni una gran comedia, y sin duda hay otras películas que merecen más la pena, así que no sé muy bien por qué traigo aquí este film, pero no voy a andar cuestionando mis decisiones y espero que tampoco las cuestionéis vosotros.

The Public Eye o Follow me! es una película del año 1972 dirigida por Carol Reed. De hecho, es su última película.

La vi por televisión hace mucho... Tanto, que siempre pensé que el personaje de Michael Jayston lo interpretaba Michael Caine (a medida que fui creciendo todas aquellas películas inglesas de los sesenta y setenta en las que salía un hombre con traje estaban protagonizadas por Michael Caine en mis recuerdos).

Michael Jayston es un ocupado (y recalco ese adjetivo) hombre de negocios que sospecha que su mujer, Mia Farrow, le engaña. Es por esto que decide contratar a un detective privado, Topol, para que la siga y conseguir así pruebas de su traición.

Lo que ocurre a partir de entonces me gustó tanto que siempre guardé un grato recuerdo de esta película en mi memoria. Claro que supongo que también contribuyó a ello la música de John Barry.

Bastantes años después de verla, alguien puso una cinta de música de cine en un coche y a pesar del tiempo transcurrido reconocí aquella melodía.

No he vuelto a ver la película, pero esa música sí la he vuelto escuchar.

 

LOLA (CON A)




THE KINKS

LOLA
(Ray Davies)

 I met her in a club down in north Soho,
Where you drink champagne and it tastes
Just like cherry-cola , cee-oh-el-aye, cola.
She walked up to me and she asked me to dance,
I asked her her name and in a dark brown voice,
She said "Lola. El-Oh-El-Aye, Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola."

Well, I'm not the world's most physical guy,
But when she squeezed me tight she nearly broke my spine,
Oh my, Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Well, I'm not dumb but I can't understand,
Why she walked like a woman and talked like a man.
Oh my, Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.

Well, we drank champagne and danced all night,
Under electric candlelight.
She picked me up and sat me on her knee,
And said, "Dear boy, won't you come home with me?"
Well, I'm not the world's most passionate guy,
But when I looked in her eyes well I almost fell for my

Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.

I pushed her away. I walked to the door.
I fell to the floor. I got down on my knees.
Then I looked at her and she at me.

Well, that's the way that I want it to stay,
And I always want it to be that way for my
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Girls will be boys and boys will be girls,
It's a mixed up muddled up shook up world except for
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.

Well, I left home just a week before,
And I'd never ever kissed a woman before.
But Lola smiled and took me by the hand,
And said, "Dear boy, I'm gonna make you a man."

Well, I'm not the world's most masculine man,
But I know what I am and in bed I'm a man, and so is
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.
Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola, Lo-Lo-Lo-Lo-Lola.

Lola...

sábado, 1 de mayo de 2010

¡¡¡SI LEES ESTA ENTRADA, VERÁS CHICOS DESNUDOS!!!

¿Es cierto que cuando transformemos el lenguaje transformaremos la realidad?

¿ Dejarán los enanos de ser bajitos cuando los llamemos personas de estatura pequeña?

¿Verán los ciegos cuando todo el mundo les llame invidentes?

¿Saldré menos manchado del trabajo si en lugar de considerarme un papelero me considero un reciclador de medios impresos y cartón?

¿Es cierto que todas las palabras poseen contenidos machistas o sexistas y hay que tener cuidado con lo que decimos porque podemos molestar los demás?

¿No se encontraba el mal en el ojo del censor más que en el del artista?

¿Y cuántas páginas de más tendría una novela que recurriera continuamente a la separación de género? ¿Os imagináis alguna escrita así? ¿Aceptaríamos la @ para evitar esa repetición en las páginas de una novela tan facilmente como la aceptamos en la red ?

¿Es el machista que hay en mí (que lo hay, y aquí no bromeo) el que me hace decir mis hijos cuando tengo un hijo y una hija o es el machismo del lenguaje?

¿Quién ganaría en un combate dialéctico, Teresa Meana Suárez o Javier Marías?

¿Quién quiere leerse todas estas preguntas? ¿Dónde están los chicos?

Tranquil@s, chic@s... que ya están aquí.









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